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Bagüés es una pequeña población de las Altas Cinco Villas, a mitad de camino entre Bailo y Urriés, por estrecha y sinuosa, pero bien asfaltada carretera (pasé por ella el verano de 2001, "inaugurando" la nueva capa de asfalto, y lo recuerdo a diario, pues aún llevo una parte por los bajos de mi coche) que recorre en altur, la sierra que separa los valles de los ríos Onsella y Aragón. Frente al pueblo, al otro lado de la carretera se eleva su iglesia de tradición lombarda -en restauración- dedicada a los santos Julián y Basilisa como se documenta por su lipsanoteca también en el museo.

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El ciclo pictórico que cubría sus paramentos se trasladó a lienzo y repuso en una réplica de la iglesia en el Museo Diocesano de Jaca (Imagen 1). Datan sus pinturas del S XI, siendo de las más antiguo del Alto Aragón. Este ciclo pictórico donde se narran episodos del Nuevo Testamento es un referente en la pintura románica. Solo por disfrutarlo merece la pena acercarse a Jaca.

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En la cabecera de la iglesia, escenas de la crucifixión adornan el cilindro absidal y un apostolario se orienta al pantócrator en majestad -bastante deteriorado- situado en la bóveda. (Imágenes 2 y 3). Durante la visita a la iglesia, aún puede comprobar la existencia de rastros de estas pinturas, reconociendo parte de la escena derecha de la crucifixión, por la profundidad de impregnación de las pinturas rojizas en el enlucido. Toda la Historia Sagrada está repasada en sus muros, leyéndose de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Comienza el relato en el ángulo superior izquierdo del muro sur con la creación de Adán, continuando en dirección al ábside y saltando al muro sur en el mismo nivel. Posteriormente, al llegar al muro norte, se desciende un nivel en espiral, continuado la lectura, que concluye con el prendimiento de Cristo. (Imagen 4). En el ábside, la lectura se realiza desde el nivel inferior hasta la bóveda absidal. Desde la crucifixión hasta la ascensión de Cristo en majestad a lo alto de la bóveda.

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Es notable el estilo del artista que llevó a cabo la decoración pictórica. Llama mi atención, que cuando quiere representar un gentío llevando a cabo una acción coloca un personaje en primer plano y asomando tras él una serie de "réplicas" como si abriese un abanico. (Se aprecia en las imágenes 5 y 6.)

El apóstol que centra la imagen 6 es mi preferido dentro del conjunto pictórico. Parece increíble que con tan pocos trazos y tonos se logre una expresividad tan grande.Asoma en su semblante un tono entre chulesco y socarrón que le confieren "alma" al contrario de lo que suele ocurrir con la pintura hierática de esta época.

(Se que he visto a ese tipo en alguna parte: ¿En algún concierto? ¿Tomando copas? ¿En alguno de los pueblos que se están "amortando" apoyado en una pared viendo pasar apresurados a los turistas?...

Si alguno de vosotros lo veis antes que yo, preguntadle qué hacía allí "cuando salió en la foto" y el por qué de su expresión.)

Ver vídeo del Museo Dicesano de Jaca de la "Sala Bagüés"