El ábside está edificado con sillarejo. Posee una moldura tórica a pocas hiladas bajo las ménsulas que sustentan el alero. Es el único adorno del mismo. Parece como si hubiesen iniciado con dicha moldura el apeo de un friso de baquetones, pero no lo llevaron a cabo. No he visto ningún otro ábside con este tipo de adorno aislado por lo que pienso que era otra su intención, quizás la apuntada. Centra el ábside un ventanal aspillerado derramado al interior. Al lado sur de la cabecera del templo, como suele ser habitual, se halla el reducido camposanto del lugar (Imagen 3).

Al interior es la cabecera la que guarda la zona mejor conservada del templo original. Se compone de presbiterio atrofiado cubierto con medio cañón y por delante cilindro absidal que lo hace por medio de cuarto de esfera. La centra un ventanal derramado al interior. Una imposta biselada recorre cilindro y presbiterio. En los muros laterales de la nave se abrieron vanos para dar acceso a la torre añadida así como a la sacristía situada al sur. Cubre la nave con moderna bóveda enfoscada imitando forma de medio cañón muy rebajado (Imágenes 4 y 6). Al fondo de la nave hay un coro alto de madera con elaborada decoración de la viga transversal que lo sustenta (Imágenes 6 y 7). Decoración casi tan lograda como la que desde lo alto del mismo advertimos en el piso del mismo. Por medio de pequeñas piedras planas se han realizado una serie de dibujos geométricos que dan sensación de alfombra pétrea extendida en el templo (Imágenes 8 a 10).