A
mi familia, que sabe soportar mis escapadas
por las sendas de Cluny y mis horas ante el ordenador.
A todo aquél
que ha publicado sobre románico en papel o en Internet proporcionándome
fundamento para recorrer rutas y describir mis imágenes.
A D.
Cayetano Enríquez de Salamanca, maestro de las
rutas del arte románico allá donde éste se halle. Gracias
a él descubrí, como tantos otros, las bellezas que tenía
a las puertas de casa y en las que no me había fijado. El esquema
general de mi obra se basa a grandes rasgos en sus rutas. He seguido
sus pasos, bebido en sus fuentes, y me honro en haber recibido por
ello sus
palabras de felicitación y aliento. Su desaparición
en 2006 ha sido una enorme pérdida para los amantes del Románico.
Seguirá con nosotros porque nos queda su palabra escrita. Sus
libros son compañeros imprescindibles para recorrer las rutas
que él trazó con maestría. Aquél que escribe
un libro no muere del todo.
Mención especial
merece el también desaparecido (febrero de 2013) D. José Luis
Aramendía, creador de una extensa y documentada
obra enciclopédica sobre el románico aragonés.
Magnífica como camino a seguir y abrumadora en su contenido.
Me honró
con su amistad y sigo diligentemente sus consejos. Nuestras "correrías
pirineas" fueron una verdadera delicia en lo personal. Me sigue acompañando a través de experiencias compartidas, de la memoria y de sus libros.
A quienes con sus
palabras de ánimo o sugerencias me habéis ayudado a continuar
y enriquecer el trabajo.
A esas personas que
viviendo fuera de España tienen aquí sus raíces, se emocionan y me lo dicen al ver fotos del pueblo donde nacieron
sus mayores.
A cualquiera de los
mósenes rurales -personalizados en -mosen
Benito Solana- que me han acompañado mostrándome
templos, ermitas y ruinas con entusiasmo. Su estilo de vida y entrega
rebasan en ocasiones lo imaginable.
Al pastor de ovejas
que en diversos sitios me ha indicado cómo llegar a un lugar
que poca gente conoce como él.
A los sucesivos Directores
del Servicio Provincial de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón,
D. Julio Serrano, D. Ramón Bardají Sesé,
D. Ignacio Altuna y D. Fernando Fidalgo, así como
a D. Manuel Montes, Director del Parque
de la Sierra y Cañones de Guara, por autorizarme a circular
por pistas y caminos forestales de uso restringido, aliviándome
de largas caminatas con el material fotográfico a cuestas.
También a D. Roberto Bermúdez de Castro, que últimamente
me ha facilitado el medio para poseer autorización para circular por
pistas restringidas.
A la persona que
guarda las llaves del templo, aleccionada por el mósen para recelar
del forastero.
A los Vicarios
Generales de las Diócesis de Huesca, Jaca, Barbastro-Monzón
y Zaragoza sin cuyo salvoconducto no hubiese podido
ofrecer muchas de las imágenes que muestro.
Al Departamento
de Cultura Educación y Deporte de la Diputación Provincial
de Huesca; por autorizarme a tomar imágenes del
"Frontal de San Vicente" procedente de Liesa, propiedad
de la citada Institución.
A D.
Domingo Buesa Conde, Catedrático de Historia,
Presidente de la Academia de Bellas Artes de San Luis y director de
la Alta Inspección del Ministerio de Educación y Ciencia
en Aragón por sus bellas palabras hacia mi sitio recomendando
su visita, vertidas en el Heraldo
de Huesca en Enero de 2003. Yo que he utilizado sus trabajos infinidad
de veces para documentarme y conocer más y mejor, me siento
abrumado con el gran honor de que -sin entonces conocernos- recomendase
mi trabajo. Gracias a él formo también parte de la Academia
que preside.
A D.
Bicén Do Rio, Cronista de la Mancomunidad de
Hoya-Somontano de Huesca, por su amistad y por el material aportado
para su mejor conocimiento.
A D.
Luis Estaún, en su etapa de Director General
de Turismo de la DGA por sus palabras de aliento hacia mi trabajo
vertidas en el "Libro de Visitas".
A D.
Fernando Gutiérrez Baños, Profesor de Historia
del Arte Medieval Español de la Universidad
de Valladolid. El hecho de dar trato
distinguido a este trabajo mediante la declaración del
mismo como "web de interés" para sus alumnos, además
de llenarme de profunda satisfacción viene a añadir
al mismo el toque "universitario".
Pasar la antorcha del saber es la esencia misma de ser Universitario.
Eso es algo que se aprende, también, durante los estudios de
Licenciatura sea cual fuere la disciplina y el campus en que se hayan
cursado.
A los muchos profesores
de Historia del Arte que me honran con su amistad y que usan imágenes
de mi trabajo en su quehacer diario y en sus charlas. Especial mención quiero hacer a D. Manuel Castiñeiras, catedrático de Historia del Arte Medieval en la UAB, quien me recomendó difundir mis descubrimientos en forma de libro. Gracias a su acertado consejo creé en abril de 2022 "EL Románico Aragonés. Mirar viendo" editado por " Prames S.A.", libro que en verano de 2024 ya va por su tercera edición.
A todos ellos, gracias.
Antonio
García Omedes
de la Real
Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza