|
|
LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
|
| Presentacións | Novedades | Mapa del Sitio | Mapas Activos | Opinión | Castillos XI-XIII | Rutas Románicas | Monográficos | Otras Regiones Enlaces | Bibliografía | Diccionario | Distinciones | Premio Romanico Aragonés | Fondos de Escritorio | Inicio | |
|
-SANTA MARÍA DE BUIL. IGLESIA DE SAN MARTÍN- (BIC. 14-XI-1977) |
UTM 30T 260493 4694833 890 m. |
1
Las brumas surgen desde la cuenca del río Cinca aportando al Sobrarbe un halo de misterio semejante a la neblina histórica que sobre esta zona planea. Desde el siglo VIII esta tierra está tomada por los árabes. Allá abajo en la confluencia de los grandes ríos, Ainsa es todavía plaza islámica. Sancho III el Mayor, el gran monarca navarro, con su política de reconquista se asomó a ella desde la atalaya natural que representa el emplazamiento de Buil. Arriba en lo alto hubo castillo, más bien atalaya, del que restan más noticias históricas (hacia 1017) que restos formales. Fue señorío de realengo desde 1036 formando parte destacada de la línea fortificada propiciada por Sancho III. En este tiempo de reconquista Buil ostentó la capitalidad del Sobrarbe. Ya a comienzos del siglo XVIII el lugar pasó a denominarse Santa María de Buil (2002, 2004, 2009, 2013 y 2014).
23
Dista Buil siete kilómetros en línea recta de L´Ainsa de la que se sitúa hacia en sudoeste. Para llegar hasta aquí se ha de tomar carretera que surge de la orilla derecha del Cinca, antes de cruzar el puente que nos conduce al núcleo medieval de Ainsa. Se circunvala Guaso con su estratégica iglesia y esconjuradero y pasaremos al pie de Latorrecilla. El camino está bien indicado y asfaltado hasta el caserío de Buil. Por carretera son 12 los kilómetros a cubrir. También se puede llegar por Boltaña, rebasándola hacia Ainsa y tomando el desvío hacia la derecha que lleva a Margudgued y luego a Guaso, siendo el resto de la ruta la misma. También hay acceso asfaltado desde Alquezar en dirección norte por Bárcabo, Almazorre y Arcusa, ruta mucho más larga; pero exótica si se desea visitar lugares con historia.
Santa María de Buil es un lugar pequeño, habitado, y que cuenta con dos iglesias. La de San Martín, de gran trascendencia artística, y la ruinosa de Santa María, de origen románico pero muy modificada en clave gótica que en la actualidad (final de verano de 2009) está siendo restaurada.
45
La iglesia de San Martín es un templo que no deja indiferente. La primera vez que uno lo visita nota que es distinto. Que tiene "algo". En sucesivas visitas se comienzan a percibir esos detalles aparentemente intrascendentes pero sin duda de gran valor a la hora de comprender no solo sus hechuras sino los avatares que las propiciaron y la relación con otras zonas próximas.
Es un templo de triple nave con torre adosada al hastial de poniente bajo la cual abre la portada occidental. Esta forma de situar torre y acceso coincide con el planteamiento de templos emblemáticos del siglo XI en Aragón como la catedral de Jaca o la iglesia de Santo Domingo de la propia localidad. Más tarde, tomando este modelo, Ainsa haría lo propio en su iglesia de Santa María, cuya torre-pórtico será en lo sucesivo seña de identidad del Sobrarbe.
68
79
La torre de Buil dispone de dos vanos de acceso de arco de medio punto en sus lienzos norte y sur y una ventanita cegada al exterior por las obras de la abadía colindante. También una deliciosa ventana geminada abierta a poniente en el piso sobre el pórtico que dado su valor como referente arquitectónico se ha dejado vista (Imágenes 8 y 9). Se trata de un vano geminado y rehundido a modo de dobladura, con parteluz central cilíndrico que recibe la carga a través de un tosco capitel con forma de zapata que la relaciona directamente con edificios tan señeros como Loarre o Abizanda
10
El planteamiento del tempo es lombardo, con pilares cruciformes apeando fajones y formeros al modo de lo visto, por ejemplo en San Juan de Pano. hay en el mismo dos fases edificativas bien definidas en torno al mismo modo de hacer de los lombardos matizado localmente por un lenguaje propio de zonas limítrofes entorno al río Gállego.
Del edificio original de alrededor de 1040, a mi entender queda la planta, la torre adosada y el arranque de los ábsides en su zona más baja. Lo más puro sería la zona de los pies del templo, sobre todo la situada en la nave norte, prácticamente intacta. Los elementos edificativos son sillares toscamente trabajados, al modo de hacer en época de Ramiro I en Loarre (por ejemplo)
1112
131
A una segunda fase, dentro de este arcaicismo del siglo XI, corresponde la cabecera así como buena parte del muro lateral norte que con ella articula. Los elementos formales son ya sillarejos de módulo alargado y poca altura en contraste con los toscos sillares de la primera época. Podemos ver el interfase entre ambos en la imagen 15, sobre todo en el ábside central en el que sobre un basamento escalonado hay cuatro hiladas de estos sillares y sobre ellos ya comienza el sillarejo.
15
Creciendo en altura la cabecera del rehecho edificio va adoptando una hechura lombarda como en tatos otros, pero tras nueve hiladas (en el central) sin ningún dato relevante, deciden ornamentar la cabecera con un estilo que nos es bien conocido: moldura tórica en los tres ábsides sobre la que se alzan lesenas que en altura darán apeo a arquillos ciegos. No es sino el modo de hacer del llamado "románico del Gállego" o del grupo larredense datable hacia 1060 o 1070. Pero hay discordancias con ese estilo emblemático y autóctono del entorno del Gállego, deudor del lombardo. En primer lugar lo tosco de su hechura como si los constructores, conociendo el modelo, no fueran capaces de lograr su perfección. En segundo lugar, sobre los arquillos ciegos no hay una segunda decoración de moldura tórica ni la emblemática doble cornisa del Gállego sino un remate a base de canecillos de sencilla hechura y cornisa "corriente" que retrasan la cronología de esta forma de hacer con respecto al núcleo larredense. Una aproximación hacia finales del XI o inicio del XII convendría para este modo arquitectónico.
La mesa del altar central, con decoración de baquetón en sus bordes y pequeños motivos escultóricos en sus esquinas inferoanteriores corroboraría este momento ya de inicio del románico pleno.
1617
1819
Más adelante, ya en el siglo XVII, se rehizo el templo al gusto del momento buscando mayores amplitud den su interior para lo cual se eliminan los pilares cruciformes de los tres tramos anteriores supliéndolos por dos grandes arcos formeros de medio punto. Se añaden capilla lateral norte, sacristía, abadía, etc. elevando la altura de las bóvedas, que se rehacen y repintan.