Es sábado
16 de Julio de 2005, festividad del Carmen y comienzo de vacaciones para muchos
turistas. A pesar del intenso calor que estos días se nota, José
Luis Aramendía y yo hemos quedado para compartir otra agradable "correría
pirinea" por tierras de la Ribagorza. Él
necesita repetir imágenes de la ermita de San Bartolomé de Graus
con el sol de atardecer para que las sombras del arbolado no estropeen la
imagen final. También fotografiar las ruinas de San Macario Viejo en
Lascuarre. Y hasta que el sol baje (que parece decidido a no hacerlo nunca)
me acompaña a varios templos de la zona, que aún me faltan por
visitar y el ya conoce bien: Erdao, Abenozas y Terraza. También
intentamos acceder a la remota ermita de San Saturnino en Aguilar, frente
a Caballera, pero nos despistamos y no supimos llegar. Además el sol
del mediodía nos convenció de que lo mejor era pedir cuartel
en Casa Roque en Las Ventas de Santa Lucía, donde la cerveza es fresca
y buena, el ambiente agradable, el menú apetitoso y el trato familiar.
El semiabandonado
lugar de Abenozas se divide en dos barrios, a
poca distancia el uno del otro. El templo dedicado a san Cristóbal
se halla en "Abenozas de Arriba". El lugar con su gran elevación
es un otero privilegiado sobre la Ribagorza. Hasta aquí llegamos por
el desvío que en Las Ventas de Santa Lucía lleva hacia La Puebla
de Fantova y Centenera. Al poco de cruzar el barranco de la Ribera, una pista
con cartel indicador sale a nuestra derecha indicando Torroella y Abenozas.
Pista en buen estado pero que precisa 4x4. A medida que se avanza va ganando altura divisando durante
buena parte del trayecto la torre de Fantova al este, vigilante de la zona.
Rebasado Torroella, al poco llegaremos a Abenozas. El camino de regreso puede
hacerse por una abrupta pista que unos 300 m al suroeste de Abenozas de abajo
arranca de la proximidad de una gran pilona eléctrica sin uso, que
por lo alto de la ladera sur del barranco de Abenozas serpentea perdiendo
altura a veces en forma espectacular saliendo a la carretera justo frente
a Santaliestra. En cabecera
ofrezco el trac completo de esta mañana, con la visita a Erdao, los
fallidos intentos por llegar a San Saturnino y el retorno por la pista descrita.
El templo
dedicado a san Cristobal ocupa la parte alta del lugar. Asentado directamente
en un estrato rocoso, aparenta haber sido iglesia castrense de un desaparecido
lugar defensivo. Se orienta al este. Es de nave única y su cabecera
es plana, dato que le aporta un punto añadido de antigüedad. José
Luis opina que debió de haber ábside cilíndrico y que
en algún momento se reformó. Sin embargo, la hechura de la cabecera,
el hecho de que sus hiladas no tengan interrupciones ni denoten dos momentos
edificativos, el poco señalado plinto sobre el que se alza, así
como la bóveda de medio cañón al interior, excesivamente
grande para haber sido presbiterio me hacen estimar que la planta del templo
fue siempre como la vemos. La parte alta de la cabecera conserva su cornisa
biselada, poco visible por la sombra del alero (Imagen 2).
Quizá haya que adelantar la fecha del templo primitivo al último
tercio del siglo XI. La puerta
abre hacia la parte anterior del muro sur. Es de medio punto dovelada (Imágenes
1 y 3). Poco por encima de ella hay una línea
de mechinales y sobre los mismos cambia aparentemente la fábrica del
muro. Probablemente la nave del primitivo se cubrió con madera y posteriormente
se recreció y abovedó.
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En el muro
de poniente hay otra portada cegada de similar hechura a la ya vista (Imágenes
5 y 7). En altura se erigió espadaña
de doble ojo ya en un momento tardío. En uno de los sillares del apeo
central de la ventana geminada se lee la fecha 1627. Más adelante
la espadaña se transformó en campanario a base de erigir un
pequeño espacio cerrado en mampostería (Imagen
4).
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Rn el interior del templo
se advierte la existencia de una capilla lateral añadida al muro norte
frente a la puerta de entrada. No es accesible desde el exterior donde se halla
colmatado el muro, así como impracticable por la maleza. La cabecera
del templo se cubre con bóveda de medio cañón. Posee
imposta biselada. El hecho de que se halle revocada y repintada hace difícil
apreciar su s elementos edificativos. Tras ella,
la nave posee una anchura ligeramente superior a la cabecera con la que se
halla telescopada. En altura sobre la unión cabecera-nave hay una fecha
repintada: 1827, momento probable en que se hizo el último repinte. A los pies
del templo hay un precario coro alto de madera que aguanta a duras penas. Al lado norte de
la cabecera se añadió sacristía a la que se accede por
vano en la cabecera. Continua hacia el este a la capilla añadida al
muro norte.
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Desparramados
por el suelo hay gran número de huesos de animales de variada estirpe,
jabalíes, ovejas, vacas... Quizá el templo sirva de perrera
ocasional donde se alimentan jaurías (?).
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