El pasado
día 23 de Julio de 2004 me escribieron desde la oficina de turismo
de Graus un par de jóvenes amantes del románico local (José
Manuel y David) indicándome el lamentable estado de la ermita de San Saturnino
de Aguascaldas y preguntando por las posibilidades de restauración
del templo. Comoquiera
que pensaba realizar una salida por la zona para recoger imágenes
y datos de un buen número de templos que me quedan por recorrer, al
día siguiente me escapé por la Ribagorza y visité ésta
y otras nueve edificaciones más de la época que estudio.
La ermita está situada en
lo alto de un tozalito rodeado de campos de cultivo a poco más de un
kilómetro en línea recta al sur de Aguascaldas y a unos cuatro
al este de Campo. Para llegar aquí me dio indicaciones una señora
en el pueblo, propietaria de los campos en que se halla, advirtiéndome de que
no había nada allí que mereciese la pena, que "el santo"
lo bajaron y que solo queda una pequeña capilla. No
entendía que pudiera estar interesado en aquéllo sin que ocultase
algún motivo poco confesable. La ermita es fácilmente divisable
desde el pueblo, situada en el extremo derecho de un campo de alfalce y junto a un poste
del tendido eléctrico.
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Para llegar
hasta este lugar hay que tomar la carretera que sube a Vilas del Turbón
y cuando alcanzamos el nivel en que se halla la ermita (en el kilómetro
8) tomar una pista a nuestra derecha que a través de pinos primero
y campo a través después, nos permite llegar hasta la sombra
del gran árbol que se alza poco al norte del templo (Imagen 3).
Se trata de
un pequeño ejemplar del románico lombardo de nave única
rectangular acabada al este por cabecera típica, decorada con lesenas
arrancado de alto basamento y arcuaciones ciegas lombardas. Posee dos lesenas
marginales y otras dos centrales que dividen el cilindro absidal en tres lienzos
decorados por arquillos ciegos realizados en piedra toba en secuencia 3-4-3.
Centra el lienzo medio un ventanal de doble derrama. La decoración
desde su altura hacia el norte desapareció en alguna reforma en que
se repuso el cilindro absidal pero sin acertar a recomponer los arquillos
que faltan.
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La edificación
se realizó con sillarejo a soga y tizón. Se aprecia bien la
escasa longitud que en origen tuvo su nave por la tosca forma de haber sido
continuada a poniente con mampuesto. Este hecho se aprecia bien en el muro
norte. El estado
actual es de ruina casi total. Se ha derrumbado el muro sur y la bóveda
a ras del arco triunfal del ábside (Imagen
5). Aún puede apreciarse el arranque de la bóveda de medio
cañón en el muro norte (Imagen 8).
El cilindro absidal está ahumado casi por completo, como consecuencia
de haber sido usado como refugio y lugar donde encender lumbre (Imagen
6). Una grieta divide en dos la parte interior de
su ventanal absidal (Imagen 11). La maleza
invade por completo el interior de la nave añadida hasta el punto de
hacer imposible el acceso a la misma.
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Contesto desde
aquí a mis informantes:
Podría
frenarse su deterioro, consolidar lo existente, plantear la posibilidad de
cubrir el edificio con un tejado a dos aguas de madera, ligero de peso en
comparación con la bóveda caída. Merecería la pena. A su favor,
la ilusión de quienes me preguntan y el momento actual en que parece
se vuelven a considerar asuntos culturales distintos del "rock and roll" y de
los músicos de folk "políticamente convenientes".
En contra, su apartada ubicación, el estado de ruina avanzada y la
actual política cultural de recortar gastos. Por intentarlo
nada se pierde. Y como ejemplo: la sorpresa que me llevé al visitar
la ermita de la Virgen del Puy en Liri, que en los libros de Aramendía
no levantaban más de un metro sus paramentos y anteayer la vi, no consolidada,
sino flamantemente reconstruida como recién consagrada y con un brillante
tejado de pizarra negro. ¡Ánimo,
amigos!
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