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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-GRAUS-PUYCREMAT. ERMITA DE SANTA CLARA- |
  UTM 31T 280493 4678004 657 m. |
La ermita de Puycremat se sitúa poco al norte de Graus, en lo alto de un cerro-testigo estratégicamente dispuesto sobre el río Ésera desde el que se domina visualmente buena parte de su vega llana así como la propia ciudad de Graus. Es iglesia dedicada a santa Clara y en su momento debió de ser parroquial de un pequeño y desaparecido núcleo poblacional. Para llegar a este lugar de tan privilegiadas vistas hay que salir de Graus hacia el norte y tomar la carretera hacia el valle de la Fueva. A la altura del kilómetro 2,400 alcanzada prácticamente la cota en la que se alza la ermita, una pista a nuestra derecha apta para 4 x 4 nos conduce en aproximadamente un kilómetro a la base del tozal sobre el que se alza el templo. No es mucho el desnivel que desde el arruinado caserío hasta el mismo hemos de caminar (Imágenes 8 y 9).
Desde mi primera visita en 2004 -ya hace diez años- la vegetación se está adueñando del entorno del templo que ya no aparece tan despejado como en algunas imágenes. La puerta metálica, que tuvo candado, se halla abierta y no hay impedimento para acceder a su interior (9 de abril de 2004 y 21 de noviembre de 2014).
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Es un templo de nave única rectangular de aproximadamente 12 x 7 metros al exterior, acabado en cilindro absidal al este. Edificado con sillarejo bien escuadrado y colocado. Su portada, de medio punto dovelada, abre en el muro sur y está prácticamente oculta por una espesa vegetación. Sus grandes dovelas apuntan hacia un momento moderno para su ejecución. Cierra por medio de una reja de hierro que en la actualidad (Noviembre de 2014) está libre de candado.
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Centra su cilindro absidal un ventanal de doble derrama de cuidadosa ejecución (Imagen 7). Una estrecha lesena articula el cilindro absidal con la cabecera de la nave (Imagen 4). No hay cornisa ni ninguna otra decoración. La hechura de la cabecera aparenta mayor antigüedad que la nave. Su aspecto tanto al exterior como al interior con su presbiterio atrofiado evocan el modo de hacer lombardo (Imágenes 13 y 16).
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Centrada sobre el muro de poniente se alza una espadaña bífora y bajo la misma un ventanal aspillerado (Imágenes 10 y 11). Es obra de finales del siglo XII o principios del XIII, con la salvedad de que su cabecera pudiera pertenecer a un templo de mayor antigüedad
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El 21 de noviembre de 2014 sabedor de que el acceso a su interior era posible, volví a visitar el templo, para repetir imágenes del exterior y hacer tomas del interior. La cabecera muestra un presbiterio muy estrecho, atrofiado, que no se manifiesta al exterior (Ver planta). Cubren respectivamente por medio de bóvedas de cuarto de esfera y de medio cañón. La nave lo hace con medio cañón levemente apuntado. Las curvaturas del extradós del cascarón absidal y del presbiterio son de mayor radio que las del intradós. Ello unido a la doble derrama del vano absidal capialzado evoca sin duda el modo de hacer de los constructores lombardos, como señala oportunamente el arquitecto Roberto Benedicto.
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Un alargado vano adintelado con gran derrama inferior abre en el inicio sur de la nave (Imágenes 15 a 17). En el lado meridional de la cabecera hallamos dos credencias, una en el cilindro absidal y la otra en el propio presbiterio (Imagen 16). El ara ha sido desmontada y se halla entera en el suelo del presbiterio. Revela la búsqueda de la lipsanoteca sin saber quién la buscó y si apareció, aunque la impresión es de ser acto vandálico (Imagen 14). La pila benditera situada junto a la puerta de acceso, ha sido desprendida del muro quizá en un intento de expoliarla. Es una pieza monolítica de notable peso que de momento sigue en su sitio. Las imágenes de la misma posibilitarán identificarla caso de que sea extraída del lugar (Imagen 18). El pavimento del interior del templo está decorado por dibujos geométricos formados mediante piedras planas colocadas de canto.
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Abundan los grafitis de quienes llegaron al templo y dejaron en él su huella. Hay también cuentas. Largas divisiones y recuentos a base de rayas verticales, acaso contando cabezas de ganado. Destacan por lo cuidado de su hechura un par de grafitis en el muro norte, en especial uno que muestra un alabardero delicadamente dibujado y firmado por "Ribelles". De una u otra forma todos estos elementos son muestra del sucesivo paso por el lugar de diferentes gentes a lo largo del tiempo, al igual que los estilos edificativos del propio templo.
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