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-TURBÓN. RUINAS DE LA IGLESIA DE SAN ADRIÁN- |
Las ruinas de la ermita de San Adrián
en lo alto del monte Turbón constituyen el vestigio románico
situado a mayor altura en Aragón. Figuraba en mi lista de "pendientes"
marcada, eso si, con asterisco rojo por que la caminata para alcanzar
el lugar donde se sitúa es considerable. Las imágenes y
mapas tomados del Sig Pac que ofrezco al final de la pagina la sitúan
perfectamente. Otra cosa es poder llegar hasta ella.
Pero ya he dicho en alguna otra ocasión
que no hay como tener amigos. Hace unos días José Luis Ona,
activo arqueólogo que desarrolla intensa actividad por esta zona
me enviaba fotografías del templo tomadas por Mario
García lamentando que este templo fuese más
elevado que su querido hospital
de peregrinos de Benasque situado "solo"
a 1.763 metros sobre el nivel del mar.
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“A
pesar del tiempo que lo consume todo, se conservan algunas memorias de Iglesias
consagradas por Gaufrido. En el día 21 de Noviembre del año
1138 consagró la Iglesia del Arcángel San Miguel del lugar de
Cornudella en Ribagorza. En el año 1140 consagró la Iglesia
de San Adrián en la cumbre del monte Turbón cerca de Roda ,
cuyos vestigios permanecen en el día. Dice que la edificó un
Presbítero llamado Pedro para retirarse y vivir en ella y que hasta
entonces ninguno de los mortales había podido habitar en aquel sitio
en tiempo de invierno por su intemperie, nieves, y yelos." (P. Fray Ramón
de Huesca, Teatro histórico de las iglesias del Reyno de Aragón,
Tomo IX, De las iglesias catedrales y diócesis de Roda y Barbastro,
Zaragoza, 1807, p. 195)
Así pues conocemos
la fecha de consagración (1140), el obispo
que lo hizo (Gaufrido, obispo de Barbastro) así
como el ermitaño que la edificó (Pedro de Rivagorza).
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Del ermitaño Pedro
de Ribagorza nos han llegado noticias a través del cronista Joaquín
Manuel de Moner quien en 1874 narra en una crónica el retiro en 1138
del ermitaño Pedro en el monte Turbón, comparándolo con
el que otro ermitaño, fray Juan Guarín llevase a cabo en la
montaña de Monserrat en tiempos del conde Borrel II de Cataluña
(hacia 876). Pedro pertenecía a
la orden benedictina de los monjes que habitaban San Victorián y el
cronista lo identifica con el abad Pedro Castillón del citado monasterio
de san Victorián de Asan, quien se retiró al Turbón sucediéndole
en el monasterio Bartolomé. Allí se refugió en una cueva
y desde lo alto esconjuraba las infernales tormentas protegiendo a la Ribagorza.
Él mismo edificó el templo que fue consagrado por el obispo
Gaufrido en 1140 y que por su privilegiada situación vigilante sobre
la Ribagorza fue atalaya sobre territorio infiel que los habitantes se encargaron
de mantener. El cronista compara al templo con la "Covadonga ribagorzana"
por considerarla punto de la recuperación del territorio. ("El
ermitaño Pedro, de Rivagorza. Rivagorza-Fonz-Establecimiento literario
piadoso y tipográfico de Cervuna. 1874")
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A la vista de las imágenes
de Mario García se puede afirmar que estamos ante la planta de un templo
románico, orientado, de unos 8 m de largo por 3,5 de ancho (medidas
del Sig Pac), edificado con sillares toscamente trabajados y compuesto de
cabecera semicircular y nave en la que se advierten dos pilastras adosadas
al muro sur. También un pequeño vano presbiteral de medio punto
en ese lado y una credencia (Imagen 2). Abundantes materiales
de la ruina rodean la planta de este elevado templo, el más alto de
Aragón.
En las imágenes 8 a 12, tanto de mapas cartográficos como de imágenes aéreas de Google Earth señalo con un punto rojo el lugar donde se encuentra este elevado templo.
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La próxima vez que
eleves tu mirada hacia esa montaña mágica que domina la Ribagorza
recuerda que un cronista dijo del mismo que fue el Monserrat Ribagorzano,
el Guadalupe aragonés y el Covadonga patrio desde donde el ermitaño
Pedro propicio la reconquista y esconjuró infieles y tormentas a un
tiempo. Sus restos parece que se trasladaron al monasterio de San Victorián. La ruina
de la iglesia, la más alta de Aragón, perdura. Y su espíritu
es probable que sigan allá arriba, vigilante.
