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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-NUENO. ERMITA DE LA VIRGEN DE ORDÁS- |
  /  UTM 30T 713094 4684941 11024m Descargar track GPS "Huesca-Ordás" (*.plt) |
Circulando desde Huesca en dirección a Árguis, una vez rebasado el pueblo de Nueno, si elevamos la vista a nuestra derecha, veremos el "castillo de Ordás". Es la funcionalidad defensiva llevada a su mínima expresión. En un inaccesible espolón rocoso sobre la actual carretera se erigió un compacto muro bloqueando por completo el acceso a una pequeña superficie enriscada de terreno. Si la cosa se ponía fea, y "pintaban bastos", la población pasaba al otro lado del muro y cerraba por dentro esperando que el enemigo desistiese y marchase, quizá con sus pertenencias y cosechas pero sin acabar con ellos.
Desde este lugar, la vista sobre la hoya de Huesca y el desfiladero que conduce a Árguis es espectacular. Para llegar al mismo hay que rebasar la localidad de Nueno hacia el norte, y unos cientos de metros más allá de la vertical del "castillo", un pequeño desvío a la derecha tras un corto "quitamiedos" permite el acceso a una zona donde dejar el coche. Desde allí, subida a pie por senda empinada que en unos 40 minutos nos conduce hasta la ermita de la Virgen de Ordás. (25 de abril de 2001, 2005, 2011 y 2013).
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Otra vía de acceso, que utilicé el 2 de Enero de 2005, nos permite llegar con 4x4 hasta la misma ermita. La pista es de circulación restringida y hay que poseer permiso de Medio Ambiente para transitarla. Hay que salir de Huesca por la carretera de Fornillos rebasado Apiés y antes de llegar a Sabayés, seguiremos una pista a derecha que indica Santa Eulalia y pantano de Belsué. Rebasamos los mallos denominados "Salto de Roldán" y en el kilómetro 12,5 de la cartografía 1:5000 surge una pista ascendente en franco ángulo hacia la dirección que traemos. En poco menos de tres kilómetros rodea el monte Tiacuto entre pinares y espectaculares vistas, hacia la hoya primero y al desfiladero de Árguis más tarde, para dejarnos en la misma cabecera de la ermita (El track de cabecera señala el trayecto desde la gasolinera del Eroski -hoy Carrefour- en Huesca hasta la propia ermita).
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La primera impresión que produce la ermita es de desconcierto y de extraña mezcla de volúmenes (Imagen 1). Ello se debe a que la ermita propiamente dicha está enterrada entre una edificación a poniente, que es refugio de montañeros, y el porche-atrio que se añadió ante su muro sur y que la oculta por completo, prolongado al este por una pequeña estancia cuadrada que rebasa la propia cabecera del templo (Imágenes 3. 4 y 6). Desde este lugar las vistas hacia la Hoya de Huesca son espectaculares. La niebla de este comienzo de año de la que parece emerger la silueta de la catedral de Huesca, añade magia al lugar (Imagen 5).
La lectura de las piedras del templo nos proporciona información de al menos tres fases edificativas. La primera de ellas corresponde a la zona inferior de su cabecera plana. Sus sillares son de color más claro, perfectamente escuadrados y formando hiladas coherentes. Esa zona ha de ser sin duda la de mayor antigüedad y debe de corresponder a la cabecera de un templo de tradición hispanovisigoda sobre el que se edificó la actual ermita. Luego vemos sillares de arenisca rojiza, por encima de los mencionados, en el lado sur de la cabecera sobre los que quedan los restos de una cornisa (Imagen 7). También los veremos al interior del porche sur formando el muro meridional del templo, así como en la zona posterior del muro norte. Por último, zonas de mampostería o elementos reutilizados que vienen a cerrar zonas de derrumbe o deterioro. La capilla añadida al lado norte es un ejemplo claro. En la aproximación a la planta del templo he distinguido estas tres circunstancias marcando en negro la zona primitiva, en azul la fase románica y en gris la fase moderna (Imagen 13).
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El templo se halla orientado con desviación a sudeste, es de una sola nave y como se ha mencionado se aprecian con claridad varias fases edificativas. Su cabecera es plana, dato que de entrada nos pone en guardia ante su rareza. Templos de cabecera plana son por lo general en Aragón de mayor antigüedad. Me vienen a la cabeza los lugares de Corral de Calvo en Luesia, la propia iglesia prerrománica del Castillo de Loarre, San Julián de Asprilla en Espuéndolas, Belsué y Santa María de Belsué, Espierre: Santa María y San Juan, San Bartolomé de Gavín o San Bartolomé de Bergua. Por otra parte, hay que tener en cuenta que hasta el nivel de los ventanales practicados en la cabecera los sillares son los del edificio primitivo. Continuamos viéndolos en el lateral norte de la cabecera hasta una hilada bajo los canecillos lisos que sustentan la cornisa (Imágenes 7 y 8).
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La portada se halla oculta tras el muro moderno. Es de medio punto y se compone de tres arquivoltas decoradas con bezante en la arista (Imágenes 9 a 11). La interior esta decorada con almohadillado, al estilo de la no muy lejana parroquial de Apiés y también en la ermita de Treviño (Adahuesca). Apean a través de imposta corrida mediante jambas rectas con aristas redondeadas y en su porción superior las rematan unas toscas caritas labradas (Imagen 12). Sobre la clave hay un crismón trinitario oculto como el resto, bajo un generoso manto de cal decorada con grafitis y churretones de suciedad procedentes de filtraciones del tejado adosado al muro sur (Imagen 11). Por encima vemos los canecillos que sustentan la cornisa (Imagen 10).
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La imagen 14 está tomada desde el lado sur del exterior del templo, desde dentro del porche. Muestra dos de sus arcos apuntados que delimitan el tramo en que se halla la portada.
El crismón se halla recolocado y está girado 120 grados a nuestra izquierda. En la imagen activa 16 lo he desrotado. Colocando sobre ella el cursor se resaltan sus perfiles. Es de seis brazos y además de los símbolos apocalípticos "P", alfa y omega, pose otros tres en su zona inferior cuya distribución evocan a los del valle del Ésera, o mejor aún a los existentes en Betesa y Rigatell en la Ribagorza en los que los símbolos añadidos "E-S-V" van a favor de la interpretación como "Ecclesia San Victorian".
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Al interior el templo presenta una extraña hechura. Da la sensación de ser un "híbrido" a base de dos partes bien definidas y diferentes: La "cabecera" y la nave. La porción más anterior cubre por medio de bóveda de medio cañón peraltada y se delimita por las dos grandes pilastras cuadradas que vemos ascender hasta la bóveda en la imagen 17y que solo tienen una esquina libre, porque la anterior se halla embebida en el propio muro. A ella abren dos capillas laterales cubiertas también por medio punto. Por delante se ha rebajado la bóveda por el añadido de una falsa media bóveda moderna con decoración que imita artesonado (Ver planta).
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Hacia atrás de las gruesas pilastras mencionadas, el templo continua con la nave, de estilo más "familiar": Dos tramos delimitados por una pareja de arcos fajones de medio punto, que apean por medio de imposta en pilastras adosadas al muro. La imposta se continua por ambos lados del muro y es de bisel (Imágenes 3 y 4). A los pies hay coro alto, desde el que se puede apreciar el interior del ventanal de su muro posterior, hoy cegado (Imagen 21).
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Bajo el coro, en el ángulo noroeste, se halla la pila bautismal. Es de sencilla hechura, garante de que aquí hubo población estable de la que el templo fue parroquial (Imagen 6). La talla románica de la Virgen de Ordás fue destruida en la Guerra Civil de 1936. En su lugar preside el altar una réplica moderna. La última vez que la fotografié estaba en la parroquial de Nueno (Imagen 23).
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A poniente de la ermita se halla el paredón/castillo del que hablábamos al comienzo de la descripción del lugar. Permitía poner a la población de este lugar a salvo de atacantes tan solo con traspasarlo hacia el espolón rocoso y atrancar la puerta (Imágenes 24 a 26).
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Templo interesante por las rarezas apreciadas en el mismo, que permuten conjeturar sobre su cronología. No parece haber dudas sobre la concerniente a la zona de los pies del templo: siglo XII avanzado. En cambio para la cabecera, la cronología que nos sugiere es muy anterior. Correspondería a un templo de tradición hispanovisigoda edificado en las campañas de repoblación impulsada por Sancho III el Mayor de Pamplona.
En verano de 2012 me acerqué una mañana hasta Nueno con la intención de repetir alguna imagen de los capiteles reutilizados en su iglesia y de paso dar un vistazo a las obras de la autovía en el desfiladero de Árguis. Desde esa ubicación, con el teleobjetivo vi que la ermita de Ordás estaba en obras. Los andamios en su perímetro y la desaparición del añadido al lado sur de la cabecera eran evidentes.
Pensaba en subir y lo he ido dejando; pero tras visitar Betorz este verano de 2013 y ver su crismón desprovisto de la cal que lo ocultaba he pensado que quizá también en Ordás se hayan adecentado portada y crismón aprovechado las obras en curso.
Es lunes 2 de septiembre. Libro de una guardia (de nuevo me he "alistado" en el cuerpo de veteranos. La economía nos obliga y una de las ventajas es la de tener días de libranza de guardia). Pues bien, He encontrado limpios la portada y el crismón. Los muestro, junto a más detalles interesantes, en la pagina siguiente.
