|
|
LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
|
| Presentacións | Novedades | Mapa del Sitio | Mapas Activos | Opinión | Castillos XI-XIII | Rutas Románicas | Monográficos | Otras Regiones Enlaces | Bibliografía | Diccionario | Distinciones | Premio Romanico Aragonés | Fondos de Escritorio | Inicio | |
|
-QUICENA. CASTILLO DE MONTEARAGÓN- (BIC. 4-VI-1931) |
UTM 30T 719488 4670453 617 m. |
Sancho Ramírez, rey de Aragón desde 1063, supo aunar magistralmente religión y espada sometiéndose al vasallaje de la Santa Sede y abriendo su incipiente reino a las corrientes europeístas en lo tocante a liturgia (trocó mozárabe por liturgia romana. Según las Crónicas Pinatenses, "Era martes 22 de Marzo de 1071. La hora tercia fue la última mozárabe y la sexta la primera en rito romano. Era segunda semana de Cuaresma, con el Rey y la Corte en el Monasterio de San Juan de la Peña, como solía acostumbrar por estas fechas".). También abrazó e impulso el arte cluniacense (la expansión del arte "francés" -el románico- se extendería a la vez que sus dominios).
Reconquistada y consolidada la parte montañosa del Alto Aragón de poca población "infiel", con una frontera planteada por su abuelo Sancho III el Mayor rey de Pamplona defendida por castillos y asomado a las llanuras oscenses desde el singular enclave de Loarre, planea la toma de Huesca, ciudad importante por si misma y pieza clave en el acceso hacia la reconquista de Zaragoza.
Para ello ordena edificar una fortaleza desde la que comenzar el asedio. A tal fin eligió un cerro distante apenas 5 Km al este de de la ciudad. Allí se erigió el castillo-abadía de Montearagón. Asentado el lugar, inició la construcción de su iglesia en 1093, como era norma en las fortalezas religioso-militares a lo largo y ancho del reino. Fundó un monasterio bajo la dirección del abad Jimeno confiándolo a los canónigos de la orden agustiniana que antaño estuvieron en Loarre. Bajo su jurisdicción puso los lugares de Loarre, Siresa y Fanlo (26 de enero de 2002, 2004, 2005, 2007, 2008, 2009, 2014, 205, 2016, 2022 y 2024).
2
La edificación de este castillo destinado al asedio y toma de Huesca supuso que el de Loarre quedase en el olvido al poco de haber sido acabado. Los canónigos loarreses de san Agustín fueron trasladados a Montearagón. Esta circunstancia fue fundamental para la conservación de Loarre. Montearagón tomó el relevo y sufrió las consecuencias de ser habitado y por tanto sometido a las modas, reformas, incendios, guerras, etc.
A la vez que Sancho Ramírez erigía su fortaleza frente a Huesca, exploraba los puntos débiles de la misma para plantear su conquista. Según relata la historia, reconociendo la muralla oscense para decidir su asalto, recibió un certero flechazo de uno de sus defensores. Murió el 4 de junio de 1094.
3
Sería su hijo Pedro I quien tomase Huesca el 19 de Noviembre de 1096, saliendo vencedor de la primera batalla épica contra los sarracenos reforzados por las tropas que Alfonso VI el de Castilla envió en apoyo de estos. Los intereses bélicos de los monarcas hacían "curiosos compañeros" en la batalla. Dicho encuentro se desarrolló en los llanos de Alcoraz, en las afueras de Huesca, siendo derrotado un ejército compuesto por 40.000 hombres (si bien es cierto, que con la ayuda de la aparición sobrenatural del caballero San Jorge). Memoria de esta gesta queda en el cuartel inferior izquierdo del escudo oficial de Aragón: cuatro cabezas de los jefes sarracenos muertos en esta batalla.
(Tengo yo mis pálpitos acerca de la "idoneidad política" actual de esta simbología; cuando el respeto versallesco hacia minorías étnicas prima incluso sobre la historia de nuestro reino. Desprovisto el escudo de la ciudad recientemente de sus lemas, "políticamente inconvenientes", no sé cuánto tardará "San Jorge matamoros" en ser descabalgado y recluido en algún inaccesible estante de biblioteca pública, acompañando al mencionado escudo heráldico.)
|
Para llegar hasta el castillo hay que salir de Huesca por la N-240 en dirección hacia Barbastro, tomar el desvío a la izquierda hacia el pueblo de Quicena desde donde sale una pista asfaltada que bordeando una urbanización conduce al mismo (En la actualidad ese acceso está cambiando por las obras de la autovía).
4
He de advertir que lo bello del castillo es su lejana estampa todavía acechando Huesca, las vistas de la hoya de que desde el mismo se contemplan y el sentimiento interior de saber cómo desde allí se fraguó la historia. Porque del castillo románico queda muy poco. Y lo poco que queda ha sido abandonado a su suerte durante largo tiempo.
La exclaustración de 1835 y el devastador incendio que sufrió diez años más tarde, lo redujeron a las ruinas que hoy son. El que fuera panteón real, pues allí fue enterrado Alfonso I "El Batallador" (actualmente en San Pedro el Viejo de Huesca, frente a su hermano y sucesor Ramiro II) es hoy una bonita estampa de postal, "desde la lejanía".
5
Su perímetro amurallado tiene forma de hexágono irregular (ver planta) con la iglesia adosada y formando parte mediante su paramento norte de la muralla (Imagen 6). La puerta principal de acceso al recinto defensivo se situaba hacia la mitad del muro sur, en ángulo de 90º siguiendo el estilo del influjo musulmán, en torno a una torre hoy desaparecida.
67
89
La torre albarrana se sitúa frente al lienzo sudeste del hexágono (Imagen 10). Hoy se halla unida a la muralla por medio de un paso elevado desde la misma al recinto edificado sobre una bóveda de medio cañón que transmite la sensación de "puerta" del castillo, sin serlo. La torre del homenaje, adosada a la cabecera sur de la iglesia, ha dado en ser "torre-campanario" de la misma.
10
En el centro del lienzo situado hacia el sudoeste hallamos otra torre, almenada y decorada en lo alto con el escudo del poderoso abad mitrado de Montearagón. (Imágenes 12 a 14). Las imágenes 5 y 6 muestran el lado nordeste de la fortificación formado por el muro norte de su iglesia con torreones-contrafuerte adosados a la misma de inspiración musulmana. En el lienzo que subsiste junto a la base de la iglesia hay una puerta de arco de medio punto que permitía el acceso al templo de los habitantes establecidos alrededor del castillo.
En el Museo Arqueológico de Huesca se guarda un bello capitel procedente de uno de los claustros que hubo en Montearagón (Ver página).
Una prueba más de lo pequeño que se nos ha vuelto el mundo gracias a internet es el hecho de que en la primavera de 2012 he recibido un correo de Marina Formina, residente en Istra, en la cercanía de Moscú, advirtiéndome acerca de la probable simbología de la escultura de este capitel de Montearagón. Para ella, haría referencia al hecho del expolio de las campanas de Santiago de Compostela por los moros que aquí aparecen en forma de monos cautivos portando pequeñas campanas sobre un probable símbolo jacobeo.
En ocasiones, desde la distancia las cosas pueden verse mejor por investigadores lejanos, como ya ocurriese con la japonesa Hitomi Asano y dos de los capiteles del claustro de San Pedro el Viejo en Huesca de los cuales ella descubrió su trama: La conversión y bautismo de Constantino.
Hay que dejar patente que este castillo-abadía, de hondas raíces en nuestra historia, no está sino comenzado a estudiar y a restaurar. Los miembros de la activa "Asociación de Amigos del Castillo de Montearagón" no cejan en luchar por ello y poco a poco se van obteniendo algunos frutos. El templo, que estaba en situación de ruina, se ha rehabilitado ofreciendo un digno marco tanto para liturgia como para actuaciones musicales. Basta asomarse hacia lo profundo desde las rejillas que hay sobre el desaparecido claustro adyacente al muro sur del templo o deambular sobre el enrejado metálico adosado al interior del lado sur de la muralla (siempre me da un poco de "cosa" hacerlo), para darse cuenta de que hay un importante resto histórico colmatado en todo el recinto interior del castillo. Su excavación arqueológica, previa a la restauración de los elementos que aparezcan así como la adecuada infraestructura para hacerlos visitables pueden hacer este lugar cercano a Huesca tremendamente atractivo. (En la primavera de 2024, acabadas las obras de restauración y consolidación del castillo, ha vuelto a ser visitable).
1617
Cuando tras una tarde de tormenta, el sol cae una vez más en el horizonte, los tonos rojos evocan el desastre del incendio del castillo abadía de Montearagón en 1935. Desde la lejanía, Montearagón aparece con la belleza de quienes lo soñaron como punto de conquista de la "Waska" islámica, "la de las cien torres".
Páginas consultadas: |