LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO
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-BOLEA. PARROQUIAL DE SANTA MARÍA LA MAYOR- (BIC. 18-IV-1983) |
  UTM 30T 702003 4681546 701 m |
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La colegiata de Bolea es un magnífico edificio fundamentalmente del siglo XVI a base de tres naves de igual altura con preciosa bóveda de crucería sustentada en gruesos pilares, elementos que configuran un amplio espacio a modo de "salón". Recientemente restaurada, es parada obligatoria en la visita cultural a la Sotonera (6 de mayo de 2001, 2004, 2009 y 2012, 2020 y 2022).
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Sus precedentes se hallan a un nivel inferior a de la actual colegiata. A través de una puerta a la derecha del bello retablo mayor, atravesando la sacristía, una serie de estrechas escalinatas nos conducen hasta la cripta románica del templo original, descubierta en 1973. Es de bóveda de cuarto de esfera y por delante posee un tramo de medio cañón, separados ambos por un grueso muro, probablemente como descarga del templo renacentista edificado sobre ésta. En este oscuro espacio se depositaron los capiteles expoliados de la ermita de Mueras.
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Las imágenes 3 a 6 nos muestran su torre desde el empinado acceso hacia la misma. Reformada en su zona alta, conserva el arranque románico de la estructura original.
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El interior del templo es un gran espacio tipo "salón" dividido en tres naves por parejas de pilastras que reciben las nervaduras de la bóveda. Pilastras y nervaduras logran un precioso efecto de "palmera" realzado por una apropiada iluminación (Imagen 7). El templo, edificado en el siglo XVI por Pedro de Irazábal comparte con otros, como la Seo de Zaragoza o la catedral de Barbastro, la sección de sus pilastras entre otros detalles. Su retablo mayor dedicado a Nuestra Señora de la Asunción es una obra maestra de la pintura renacentista de finales del siglo XV y principios del XVI del llamado "Maestro de Bolea".
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Más información sobre el templo renacentista, horarios de visitas, etc. se pueden encontrar en la pagina de la "Asociación de Amigos de la Colegiata de Bolea".
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Bajo la cabecera del templo actual aún se halla la original y desconocida cripta del templo románico edificado tras la reconquista de la plaza musulmana por Pedro I en 1101. Se accede a la misma a través de una puerta abierta en el lado sur del ábside central, a la derecha del retablo mayor. Desde ella se accede a la sacristía situada tras la cabecera central (Imagen 10). Esta sacristía fue en su momento el espacio que ocupó el ábside del templo románico. Hay que atravesarla y tras una puerta situada en su ángulo noroeste encontramos escalera descendente que va bordeando el cilindro absidal del templo románico (Imágenes 11 y 12).
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Al final de la escalera, a nuestra derecha hay una puerta abierta a través del espesor del cilindro absidal de la cripta (Imagen 14). Sobre un dintel moderno hay un espacio relleno de ladrillo que por su perfil debió de ser la derrama interna del vano absidal. Podemos verlo en la imagen 13.
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Traspasada la puerta abierta en el centro del ábside de la cripta, accedemos a un espacio estrecho delimitado por el cilindro absidal y por un grueso muro-diafragma, erigido como descarga de la cabecera del templo renacentista edificado en el nivel superior (Ver imagen activa 24). A derecha y a izquierda vemos el cilindro absidal de la cripta en el que destaca una imposta biselada de sencilla hechura delimitando paramento vertical de la bóveda de cuarto de esfera (Imágenes 15 y 16). Los sillares muestran alguna marca de cantería poco señalada, repitiéndose la diagonal en algunos sillares.
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Hay un boquete en el muro-diafragma que permite acceder a la zona posterior de la cripta. Allí encontramos que el cilindro absidal se prolonga a poniente por un corto espacio cubierto por bóveda de medio cañón separado de aquél por el mencionado muro transversal edificado con el fin de aportar estabilidad al templo superior. Ante nosotros aparece el muro de cierre de la cripta en el que destaca, descentrada a nuestra izquierda, una puerta de medio punto dovelado y escaleras talladas en la roca que en su momento permitieron el acceso a esta estancia desde el templo superior. Hoy dicho acceso se halla tapiado (Imágenes 10 a 22).
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La roca base aflora por varios lugares de esta cripta. Las escaleras del acceso original están talladas en la roca y su falta de perpendicularidad a las estructuras románicas así como la existencia de canales de desagüe hacen pensar en que estaban allí antes de que se edificase el templo cristiano (Imagen 21).
En este acceso, en el lado norte hay un sillar con un espacio cilíndrico barrenado en él que ha desfigurado parcialmente un relieve existente que consiste en una hexafolia delicadamente trabajada (Imagen 23).
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La imagen interactiva 24 muestra sobre la planta de J. Naval una proyección de la cripta subyacente, del muro de descarga de la cabecera renacentista y de la escalera moderna que hasta allí nos lleva. Señalada en planta con color azul claro, aparece la sección de la torre medieval.
Al noroeste del templo, en una posición de mayor altura coronando el cerro, quedan algunos restos del castillo de Bolea. Todavía pueden verse parte de sus paramentos (Imágenes 27 y 28). Las vistas sobre la Sotonera son espectaculares desde la superficie de lo que fuera castillo, . Hay comunicación visual directa con Loarre, Marcuello, la Virgen de la Peña, Ayerbe, etc. Sin duda un punto estratégico de primer orden cuya conquista era necesaria para poder tomar la Huesca musulmana.Esta plaza de Bolea, fue tomada por primera vez en 1083, pero pasó posteriormente a manos islámicas para ser definitivamente reconquistada en 1101 por Pedro I.
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