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La iglesia del castillo de Marcuello se halla en un lugar privilegiado por el inmenso territorio que desde aquí se controla (vistas). Se divisan desde este punto desde la entrada del río Gállego en la llanura oscense hasta la provincia de Zaragoza. Podemos llegar a este bello lugar desde Ayerbe tomando dirección hacia Loarre y unos kilómetros antes de llegar tomaremos un desvío a la izquierda, hacia Sarsamarcuello. Cruzamos el pueblo y al final arranca una pista apta para 4 x 4 (también vehículo convencional si tiene la suficiente altura y la pista no está embarrada) que nos conduce a este lugar. Poco más adelante está "El Mirador de los Buitres", verdadero bunker sobre los mallos de Riglos que permite unas vistas espectaculares.

Es lamentable el estado de ruina progresiva de la mayor parte de la torre del castillo cuyos escasos pero interesantes restos es probable que no aguanten mucho tiempo sin consolidar. Contemplando la imagen 1 de inusitada belleza, me imagino cómo sería si estuviese íntegra o incluso restaurada. Sería un complemento magnífico de la visita turística al entorno del Castillo de Loarre.

La Iglesia de la Virgen de Marcuello es una construcción del siglo XII. Posiblemente en su origen formase parte del recinto del castillo. Múltiples modificaciones realizadas a partir del XVII la han ocultado en parte, en especial su muro sur. El muro oeste se demolió para recrecer en un tramo la iglesia y construir el coro. Al lado sur de su cabecera se eleva torre-campanario con aspecto más defensivo que religioso y bajo la citada cabecera hay una austera cripta asentada directamente en la roca y que está bajo la advocación de San Esteban (12 de febrero de 2001, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2011 y 2016).

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La cabecera del templo es austera, sin ningún tipo de decoración (Imágenes 2, 5 y 7). Posee un ventanal aspillerado -el de la cripta- y en altura se adivina dónde estuvo el vano absidal de la iglesia superior, hoy cegado. Su aspecto evoca más un cubo de muralla que a un elemento religioso. Es probable que un lienzo de muralla arrancase de su muro norte hacia la torre del homenaje delimitando el recinto defensivo.

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El cilindro absidal asienta directamente en la roca como podemos ver en la imagen 8. Los sillares que componen la alargada cabecera están bien escuadrados y asentados. No he encontrado marcas de cantería al exterior, salvo una dudosa "L" en su lado norte; pero al interior de la cripta son abundantes así como en el interior de la torre (Ver marcas). La torre se alzó a la vez o poco después que el cilindro absidal. La articulación de ambos muestra que se dejaron sillares preparados para continuar su edificación de modo que se ensamblasen. Este tipo de iglesias con cripta, al modo de Leyre son frecuentes en el inicio del reino de Aragón. No olvidemos que la edificación de esta línea defensiva fue impulsada por Sancho III el Mayor de Pamplona. Loarre, Murillo de Gállego, Sos del Rey Católico, Santiago de Luna o San Nicolás de El Frago, además de ésta, son algunos ejemplos.

Hay un infrecuente detalle en la cabecera del templo que no acierto a comprender. Me refiero a la existencia de un elemento de desagüe en el lado sur algo por encima del vano de la cripta (Imágenes 7 y 9). Es evidente que se trata de un elemento original; pero no entiendo qué zona debía de drenar ya que en teoría tras él debe de estar el núcleo del muro en la unión de cripta e iglesia superior.

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Como contrafuertes de la prolongación del cilindro absidal se contó con la torre al sur y con un pequeño contrafuerte al lado norte (Imagen 10). Ambos refuerzan los dos primeros tramos de la nave. La imagen interactiva 11 muestra una aproximación a la planta actual del templo y a la cripta. Situando el cursor sobre la misma aparece la hipótesis del templo original.

Las imágenes 6 y 12 muestran el lado meridional del conjunto con el añadido de la vivienda del ermitaño ocultando el muro sur del templo y la visión desde poniente con el sobresaliente tramo añadido y al fondo los restos de la torre del castillo.

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Tras franquear la puerta de la estructura añadida al templo, cuyas llaves guardan en el pueblo, se accede a una antesala moderna. Su encalada pared situada frente a nosotros es la original del templo. La decoración de la puerta de acceso es del siglo XVII, pero el vano propiamente dicho, dovelado, dibuja un perfil con ligero de arco de herradura que apunta quizá hacia otra época (?) (Imágenes 13 y 14).

Al interior el templo se organiza en seis tramos, el último de los cuales le fue añadido en época moderna para construir un coro. Remata en ábside de tambor cubierto con bóveda de cuarto de esfera. El resto de la nave lo hace con lunetos. Permanecen visibles algunas de las pilastras y fajones así como la porción superior de los ventanales -por encima de la actual imposta (Imágenes 9 a 11). Una decoración barroca dorada oculta el tambor absidal impidiendo la visión del ventanal que allí debe de existir -si no ha sido cegado también al interior-. La imágen románica de la Titular del templo se guarda en el Museo Diocesano de Huesca (Imagen 14a).

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El pavimento del ábside está bastante elevado con respecto al de la nave, salvándose el desnivel con seis escalones que ocupan todo el espacio existente en el segundo tramo del templo. Estoy convencido de que en origen hubo aquí escalinata para descender a la cripta puesto que en el muro de cierre de la misma queda vestigio de un vano cegado ligeramente descentrado al sur y rehecho parcialmente. Lo veremos en la pagina siguiente. Cripta que hace elevar de modo notable la cabecera con respecto a la nave como ocurre en Roda de Isábena, o en Novales en la Hoya de Huesca.

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Donde mejor se conserva la estructura original del templo es en los dos primeros tramos de la nave que, según se mire, podrían ser considerados como parte de la cabecera a modo de presbiterio (Imágenes 18 a 22). En el lado meridional junto a la primera pilastra abre una alargada y estrecha puerta de medio punto con impostas sobresalientes y levemente decoradas en su intrados. Conduce al interior del primer cuerpo de la torre que se utiliza como sacristía (Imágenes 21 y 22).

La estructura de sillares existente por encima de la imposta, que se han dejado vistos en los lunetos, muestra paramento vertical en el lado norte (quizá rehecho) mientras que en el lado sur donde se conservan los vanos originales, inician una forma que sugiere que la nave estuvo abovedada. Los vanos no central los lunetos, por lo que estimo que en la restauración del templo no se respetó su primitiva segmentación.

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El cilindro absidal, austero por dentro tanto como por fuera, cuenta con una mínima decoración que señalo por la poca frecuencia de este elemento. Me refiero a que su borde libre en lugar de mostrar la arista de los sillares que lo componen fue trabajado para que aparezca como perfilado por un baquetón de imposta a imposta (Imágenes 26 a 28). Es la misma y mínima decoración que vemos en las bancadas laterales de esta zona del templo o en la bancada perimetral de la cripta.

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El retablo barroco, que decora la cabecera y oculta el cilindro absidal, lo muestro en las imágenes 29 a 31. Las escenas que hallamos, de izquierda a derecha son: la coronación de La Virgen por las tres Personas de la Trinidad, la Resurrección de Cristo, El Nacimiento de Cristo, la Adoración de los Reyes Magos, la Asunción de María al Cielo y la Anunciación.

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