Saliendo de Huesca hacia el sur por la carretera de Sariñena, dejando atrás Monflorite y Albero, Alto alcanzaremos la localidad de Novales. Ya de lejos se divisa sobre el cerro que corona su caserío la silueta de su iglesia y castillo recientemente restaurados. El conjunto es realmente espectacular y es difícil entender que haya pasado tan desapercibido y no haya recibido antes las atenciones que merece. Posee iglesia y castillo encaramados a un afloramiento rocoso que les presta asiento y en el caso del castillo, parte de su gran sala abovedada está excavada en la propia roca (14 de febrero de 2001, 2002, 2007 y 2015).

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La iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Data de finales del siglo XII. Consta de una nave rectangular prolongada a poniente en el siglo XV y remata en ábside de tambor cubierto con bóveda de medio cañón. Adosado cerca del muro sur, quedan los restos de un castillo del siglo XII, muy modificado en el XV. Conserva una sala abovedada de la estructura original, como se verá en su correspondiente página. Una vez más, encontramos un conjunto religioso-militar, como es habitual en el Alto Aragón.

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Como consecuencia de situarse adosada a la fortificación en su lado sur (Imagen 3), la portada de acceso al templo abre en el lado norte, en contra de lo que suele ser norma en los templos románicos. El presbiterio es amplio, bien señalado al exterior y con un vano aspillerado (Imagen 6). Algunos de los canecillos lucen una discreta decoración a base de rollos y en el que articula ábside y presbiterio al norte, hay una carita de sencilla hechura.

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La portada consta de seis arquivoltas en degradación que le confieren un aspecto abocinado. Alternan arquivoltas a base de dovelas sencillas con otras de baquetón que apean a través de ábaco corrido en jambas rectas unas y en columnas y basas áticas (Imagen 7). Por fuera, envolviéndola, hay un gualdapolvo de sencilla hechura. La porción posterior de la portada queda ligeramente oculta por el cuerpo adosado de la espadaña, que parece ser de un momento posterior (Imagen 6) al igual que el tramo más occidental del templo añadido hacia el siglo XV (Imágenes 3 y 6).

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La decoración de los capiteles es fundamentalmente geométrica con la inclusión de algunas palmetas de buena factura. Motivos muy sencillos como es lógico hallar en un templo de finales del XII o principios del XIII.

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El capitel central del lado izquierdo (Segundo de la imagen 10), luce lazos elaborados muy similares a lo visto en templos cincovilleses (El Frago, San Miguel de las Cheulas, etc.)

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