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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-ONTIÑENA. PARROQUIAL DE SANTA MARÍA LA MAYOR- |
UTM 30T 257788 4618104 215 m |
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La localidad de Ontiñena se sitúa sobre una pequeña altura en la orilla derecha del río Alcanadre, ya próximo a su desembocadura en el Cinca. Por encima de su caserío se alza el perfil de la iglesia dedicada a Santa María, sobria y con un marcado aire castrense. La iglesia es de nave única, orientada y con una serie de capillas laterales añadidas que dificultan la percepción del primitivo planteamiento del templo. La cabecera es poligonal, de cinco lienzos. En las uniones de los mismos hay contrafuertes que se alzan hasta el nivel de la actual nave sobresaliendo por encima de la misma la cabecera que se sobreelevó en alguna de sus reformas. (2 de julio de 2001 y 2011).
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También la nave se sobreelevó, aunque no tanto como la cabecera. La línea de su nivel original la señalan sus canecillos (Imagen 5). El último tercio en altura de la cabecera se edificó con ladrillo, dando forma apuntada al remate de los vanos absidales (Imágenes 1 a 3).
La cronología de su proyecto original hay que llevarlo al inicio del XIII. Es obra de templarios dependiente de la encomienda de Monzón. Su cabecera poligonal es original en el tramo edificado en piedra. La piedra usada es caliza muy porosa, que dificulta la identificación de las marcas de cantería. No obstante, son abundantes las que se pueden localizar y en la zona inferior y media de la cabecera certifican su edificación unitaria con la nave (Imagen 30).
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Por algún motivo que desconozco, la cabecera se concluyó o rehizo en el XIV ya en clave gótico/mudéjar con ladrillo como elemento edificativo
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En el hastial de poniente abre la portada principal adornada con dos arquivoltas de sobria hechura. Las grandes dovelas de la más exterior se hallan enmarcadas por un guardapolvo liso. Dos pares de columnas con sus capiteles y basas lisos completan su decoración (Imágenes 6 a 11).
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Una segunda portada, del mismo sobrio estilo que la principal, de una sola arquivolta y carente de elementos decorativos que la dan un aspecto "civil", se abrió en el segundo tramo de la nave norte (Imágenes 12 y 13). Adosada al lado norte del primer tramo de la nave se edificó una esbelta torre-campanario. Al parecer es obra añadida, dado que las iglesias del temple carecían de este elemento.
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El cuerpo superior de la torre, de hechuras más modernas que el arranque, luce parejas de vanos peraltados y otros más pequeños, aspillerados (Imágenes 14 a 17).
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Una gárgola moderna con la cabeza rota, situada sobre el tercer contrafuerte norte, muestra entre sus manos el símbolo de los templarios, la cruz de Malta, dando testimonio de quiénes iniciaron la edificación del templo (Imagen 17). Amablemente acompañado por mosen Lorenzo visité el interior del templo la víspera de San Vicente de 2011. Al igual que veíamos al exterior, las líneas maestras del mismo son sobrias, ya en clave cisterciense. A los muros originales se les han abierto grandes vanos que permiten el acceso a las capillas añadidas y que en el lado sur aparecen realzadas por medio de yeserías renacentistas (Imagen 18).
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Puede rastrearse bien la hechura original de la nave. Hay una pilastra que la delimita de la cabecera poligonal y tres parejas de dobles columnas adosadas al muro directamente, sin intermedio de pilastra. Ello implica que en altura los fajones apuntados sean sencillos, carentes de dobladura. La parte de fajones y bóveda rehechos han sido encalados, definiendo claramente y de modo visual lo original de lo rehecho.
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La cabecera del templo es poligonal, al igual que al exterior. Posee cinco lienzos. En el central y en los dos lindantes con la nave abren los vanos que veíamos al exterior. La obra de ladrillo cierra la bóveda absidal por medio de seis nervaduras convergentes en la clave (Imagen 23).
En la restauración del templo, para frenar la divergencia de los muros laterales en los pies del templo, se instalaron tirantes que los sujetan disimulados en la estructura metálica que cierra los pies de la nave, a modo de coro (Imagen 27). En el espacio entre el muro de cierre y la estructura mencionada quedan restos de lo que debió de ser pintura de la nave, así como una inscripción gótica (poco legible) sobre la puerta de acceso (Imágenes 28 y 29).
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