La muralla
que circunda el castillo se despliega en arco a lo largo de unos 200 metros.
La componen once torreones semicilíndricos a excepción
uno que es de planta cuadrada. Carecen de pared de cierre hacia el interior del
recinto. Su perfil es más elevados que el del muro propiamente
dicho (Imagen 1 y 3) (Ver Planta). El muro es
de un considerable espesor rondando el metro y medio lo cual permitió
construir en su cara interna un estrecho y bien conservado camino de ronda. Su cronología
se data -en principio- hacia final del siglo XIII, aun cuando hay tramos que
pueden ser más antiguos. La
puerta oriental, por la que se accede actualmente al recinto amurallado,
está flanqueada por dos de los torreones descritos que le dan un
aspecto imponente (Imagen 2).
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La muralla de Loarre arranca
del ángulo nordeste del castillo y sigue un curso arqueado y descendente,
amoldándose al desnivel del terreno en que se asienta. Sin
duda debió de constituir una magnífica defensa para la población
que se hallase en el interior de su recinto.
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En el cubo de la muralla situado
a levante del torreón cuadrado que cobija la "Puerta de los
Reyes" (Imagen 4) se construyó un retrete en su paramento este a la altura de la primera planta (señalada
por un retranqueo en el muro, que sustentaría el piso de madera (Imágenes
5 y 6). Ello, junto a indicios de
basamento de muro de cierre en su cara interior, hacen suponer una mayor
presencia de guardia en el mismo a la par que un riesgo mayor en caso
de tener que salir a campo abierto a realizar sus funciones fisiológicas.
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Imágenes 5 y 7:
Hornacina del retrete arriba descrito (En la torre más alejada)
con dos sillares en su suelo para apoyo de asiento horadado. ¡Todo
un lujo para la época!
Imagen 6:
Vista exterior del desagüe del retrete con losa oblicua para facilitar
el resbalado de las excretas. Similares "aspilleras-excretoras"
delatan su función desde el exterior como el Abizanda, Sibirana, Viacamp, etc. En la época estudiada,
en que dicha función fisiológica se llevaba a cabo "a
campo abierto", hallar esta pieza constructiva en una fábrica
podía obedecer a una de dos razones: el lugar era sitio de habitación
de personajes con elevada posición social, o bien el riesgo de
salir a descubierto era muy alto por presencia de enemigos. Dado
que en Loarre la torre del homenaje se estima que fue la ruinosa torre
norte el motivo de su construcción sería la potencial agresividad
de gentes extrañas al castillo.
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En el otoño de 2003,
aprovechando las estructuras de madera que se colocaron para el rodaje
de la película "El Reino del Cielo" de Ridley
Scott pude tomar imágenes inéditas del retrete descrito.
La imagen 7 muestra la hornacina en que se edificó esta funcional pieza. Se
trata de una zona rectangular ahuecada en el muro rematada con arco de
medio punto dovelado y breve bóveda de medio cañón.
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Dos sillares
enmarcan el orificio de drenaje al exterior, con un recorrido inicial
vertical y posteriormente oblicuo merced a una losa visible también
al exterior (Imágenes 6 y 9). Sobre los sillares
descritos debió de haber otros dos y por encima una estructura
de madera a modo de banco con un orificio centrado con el desagüe.
En las imágenes 8 y 10
puede apreciarse la roza que se realizó en los sillares, tanto
vertical como horizontal, para recibir la citada estructura.
