Capitel
número 12:
Se trata de un precioso
capitel magníficamente conservado que combina elementos ya vistos
en otros del templo pero con un grado elevado de perfección. Los
caulículos despliegan en su zona inferior las alargadas hojas ya
vistas en otros muchos del templo, comenzando por los de la puerta norte
de acceso al mismo. En el lateral de nuestra derecha bajo el ábaco aparece
el mismo motivo ornamental de rollito y estrías que vemos en el del lado
derecho de la puerta norte o en el número 14 del ábside.
Por debajo posee motivos vegetales decorados con similares motivos foliáceos
y en vez de las bolas jaquesas, piñas en sus extremos. Palmetas alargadas
ocupan el nivel inferior. El
ábaco es diferente a los vistos: una sucesión de roleos
guarda en su interior lo que parecen cabecitas de caballos (?) de muy buena
hechura.
Capitel número
13:
En este capitel, aunque muy
desgastado, se aprecia con claridad que repite el motivo existente en la iglesia
inferior. Dos parejas de monstruos, probablemente basiliscos, llenan
todas sus caras. El ábaco se decora con palmetas y aparece también deteriorado.
Capitel número
14:
Y por fin el capitel número
14 de los absidales, repitiendo en esencia lo visto en el primero para cerrar
el círculo de la iconografía. Posee unas alargadas hojas bajo los caulículos,
un detalle decorativo de rollito y estrías en lo alto de la cara de nuestra
izquierda y cabecita de león en la opuesta. Los entrelazos son de
tejido más "apretado" que en el del otro extremo del ábside. El
ábaco posee motivos de angelotes sin cuerpo cuyas alas surgen a ambos lados como
si fueran grandes orejas.
Y aun cuando
se repite en muchas monografías que no hay una temática concreta
para esta decoración, que sus motivos son inconexos, yo entreveo una
trama en la que se nos relata la lucha entre el bien y el mal. El hilo
conductor es en buena parte ese elemento alargado y estriado que entreteje
pasiones, sujeta personajes y leones, se convierte en monstruosas serpientes
que castigan a los pecadores. Y por otra parte el bien, la posibilidad de
salvación, de controlar a las pasiones representada en esos personajes
que dominan a los vicios cuya imagen es la de los monos encadenados. Entrelazos
de ataduras que se convierten en roleos de perfumadas vegetaciones y flores,
con fruto en forma de piñas. Muy abstracto pero tremendamente
simple en su mensaje. Además, hecho
de una sola vez aunque con artífices de distintos talleres. Se aprecia
influencia Jaquesa (bolas, pitones de ángulo, apeos de ábaco estriados, vestiduras clásicas
de pliegues lisos), Tolosana (Roleos, vestiduras de cuidadosos pliegues
vueltos) e incluso orientalizante, como la inclusión de esas aves-monstruo
a modo de grifos que repiten lo visto en la cripta. En
fin, que también aquí hay una variedad de notas de distinta tonalidad pero que
casan en perfecta armonía. Todo un lujo su disfrute.