Adosada a los pies de la nave, sobresaliendo ligeramente hacia el sur, hay una edificación datable hacia 1860 según
fecha existente en el dintel de su portada (Imagen
1). Los
materiales utilizados en su construcción no pudieron ser mejores ni
más cercanos. En él se reutilizaron los sillares, capiteles y enlosado del arruinado
templo, bastantes de ellos con marcas de cantero. Destaca uno con forma de báculo,
ya visto en Centenero y Osia.
Hay
un total de nueve capiteles repartidos entre el muro sur y el oeste de esta
edificación. (Imágenes
1 a 12). Tres de ellos
son dobles y se colocaron en las esquinas (Imágenes
4, 5 y 12). Son capiteles con tres caras labradas, lo que
indica que se utilizaron adosados al muro. Descarta ello que fueran de claustro
o galería, por lo que pudieran corresponder a los apeos de los fajones del
templo original.
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Su estado de
conservación es variado. Hay alguno bastante deteriorado y otros con
muy buena conservación. Encontramos grifos rampantes (Imagen
5), motivos vegetales (Imágenes
6 y 8), Palmetas de superficie lisa, en ocasiones
con cabecita en lo alto (Imágenes 9 y 11),
aves enfrentadas por el dorso con los picos vueltos
a la esquina (Imagen 10) o
motivos que aparentan geométricos (Imagen
12). Uno de ellos,
doble, situado en el centro de la fachada de poniente y bien conservado, muestra un
extraño diseño que consiste en una cabeza con largo pelo liso
cayendo a ambos lados. Con sus manos toma lo que parecen dos piernas rematadas
en motivos abiertos en abanico. El estilo y los volúmenes recuerdan
a las sirenas de doble cola vistas en otros lugares pero interpretada de
un modo muy peculiar (Imagen 4).
No son estos todos los capiteles del templo. Hay tres más, enteros,
recogidos en el interior de la base de la torre y otro del que
solo se guarda su porción superior. Todos ellos se recuperaron como
"enrona" de las ruinas en el entorno del templo.
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A la derecha
de la puerta de acceso al edificio moderno, bajo un ventanal, se halla empotrado
lo que resta de una columna-estatua de muy buena hechura. Según me
refirieron, "tenía cabeza, pero la arrancaron". Puede apreciarse
la basa de tipo ático labrada en el mismo bloque que la columna.
(Imágenes 13 y 14).
Se adivina el perfil de la figura esculpida. Todavía queda la zona posterior de pies
y piernas, los brazos hasta los hombros y el tronco y falta la mencionada
cabeza. Columnas
estatua las encontramos en los no lejanos lugares de Sos del Rey Católico,
Uncastillo, o San Gil de Luna.
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El
ventanal que aparece en la imagen 3 es
todo un lujo, como apuntaba al inicio. Tres grandes bloques conforman un ventanal
que se halla flanqueado por dos capiteles y su alféizar es una
bella moldura decorada con ajedrezado jaqués. Criticamos hoy a los
horteras que decoran sus chalets con expolios románicos; pero a lo
que se vé, la manía viene de antiguo. En su descargo he de apuntar que aquí
se trata de aprovechar recursos materiales en una zona donde
no debía de ser fácil producirlos.
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En la imagen
15, tomada desde Liso, señalo con una flecha
azul el perfil de los mallos de Agüero visibles desde Liso. No
en vano era este valle el camino hacia Sos del Rey Católico
pasando por Biel. San Felices se halla bajo la flecha amarilla, al otro lado
de esa ladera y en lejanía, la flecha verde indica dónde se
halla el castillo de Marcuello, con comunicación visual directa desde este
lugar.
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