Al interior, el templo es desconcertante. Nada en él recuerda su origen románico. La reforma del obispo Hernando de Aragón en el XVI fue tan radical, que el resultado está a la vista. Solo tras bajar a la cripta a través de una trampilla de madera alargada, como las de las bodegas, junto al muro sur, se hace uno idea de dónde estuvieron las naves originales del templo.
Lo que hoy es altar central ocupado por alto retablo, fueron en su momento las naves lateral sur y central. La nave lateral norte ocupaba aproximadamente lo que aparenta ser hoy nave añadida a la gran sala principal. Accediendo por la sacristía aún se pueden ver el exterior del cilindro absidal norte, y por una trampilla de complicado y molesto acceso, su ventanal.
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Según me relató el mosen la cripta, estaba colmatado de enrona; y personas del pueblo la vaciaron y "restauraron" a base de ladrillo, como se ve en las imágenes inferiores.
La escalera de acceso la vemos en la imagen 4, desde el interior de la cripta sur, cuya cabecera se muestra en la imagen 5. El capitel de las imágenes 4 y 6, es el original, que se halló en la cripta. También alguna de las basas. Las demás columnas capiteles y basas son imitaciones en cemento.
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La imagen 7 corresponden a la nave de la cripta central, hacia su cabecera, que puede verse parcialmente tras el murete de ladrillo que cierra este espacio. El pavimento de losas es el original de la cripta. En un sillar a la izquierda del vano de entrada a este lugar, hay un inscripción que documento en las imágenes 8 y 9.
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