El ventanal
de nuestra izquierda se decora con los capiteles de las imágenes 1 y 2. El primero de ellos,
al igual que el que cierra la serie, es de sencilla temática vegetal
con un formato de su cesta bastante diferente a lo que acostumbra el maestro.
En esta su primera fase, tanto en Biota como aquí, los grandes
capiteles y los modillones los vemos labrados en cestas casi cuadradas,
con muy poco perfil troncocónico. Al lado derecho, un personaje
descabezado de certera pedrada, sujeta por las barbas a sendos grifos,
entre los que se sitúa (Imagen 2).
En el ventanal
central, se dispuso un ciclo de arpías. A nuestra izquierda las
vemos en una infrecuente pose: rampantes, con la cabeza vuelta hacia el
centro y las colas enroscadas sobre un tallo vegetal en el ángulo
del capitel (Imagen 3). La arpía de nuestra izquierda es femenina y la opuesta
masculina, a juzgar por su poblada barba. Y enfrente a estas, a nuestra
derecha, hay otra pareja de arpías, esta vez ya con el formato clásico
que veremos a lo largo de toda su obra: rechonchetas como perdices y
con la cola bajo su cuerpo asomando entre las patas (Imagen
4).