LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

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-RUESTA, IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA DE MALTRAY-



UTM 30T 657711 4718107 519 m.

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1TEMPLO DELDE EL SUR BAJO EL ARMAZÓN PROTECTOR (?)

"El monasterio navarro de San Juan

En la documentación navarro-aragonesa de los siglos X y XII es frecuente la mención del monasterium Sancti Iohannis sin el aditivo de un topónimo. Corrientemente se la identifica con la abadía de San Juan de la Peña, fundada por el rey Sancho Ramírez de Aragón en 1071. Se conservan datos suficientes para localizar el monasterio de San Juan en una ermita románica sita en el extremo oriental del actual pantano de Yesa, no lejos de la población de Ruesta, en zona del reino de Navarra hasta 1054, como queda dicho. Según la Noticia seu explanatio de termino Sancto Iohannis, se reunió en el monasterio una asamblea en 928, presidida por el obispo Galindo de Pamplona, a la que concurrieron cuatro abades y dieciséis presbíteros de los valles vecinos del río Aragón: Irati, Salazar, Escá, Los Pintamos y Valdonsella. Durante la misma se ratificó el límite occidental de San Juan en las villas de Benasa y Catamesaas, señalándose Maletraie en su extremo oriental. En el año 995 los reyes García Sánchez II y Jimena donaron al cenobium Sancto Iohannis para el alimento y vestido de los monjes los poblados de Eso, Catamesas, Crapunas y Genepreta.

La inclusión de San Juan en el obispado de Pamplona es testificada por un documento navarro, fechado el 9 de mayo de 1060, en cuyo escatocolo se cita Juan, obispo en Leire, y sub illo domnus Belasius super congregationem monachorum13, el abad de la congregación benedictina de San Juan, de la que se tratará en el epígrafe siguiente. La bula de Alejandro III (1178), que confirma las posesiones de San Juan de la Peña, no registra el monasterio de San Juan, pero diez años después, en 1188, cuando se distribuyó el patrimonio pinatense en prioratos, establecidos en antiguos nonasterios e iglesias principales, y se repartieron entre las mensas abacial y conventual, el que habría correspondido a San Juan del río Aragón, se atribuyó a Eso con las dependencias de Catamesas, Mianos, Bagües, en la diócesis de Pamplona, y Martes, en la de Jaca . El último testimonio al respecto es el documento fechado en agosto de 1202, por el cual 1 rey Pedro II de Aragón donó a San Juan de la Peña la villa de Salinas en el Bailés a cambio de cuarenta iuvatas de térra en Eso, Catamesas y términos de Sancti Iohannis de Maltray -el Maletraie de 929- en provecho de la población de Tiermas.

La congregación benedictina de San Juan

El monje borgoñón Raúl Glaber conoció en el monasterio de Cluny un grupo de monjes hispánicos, a los cuales el abad Odilón, elegido en 994, dio licencia para guardar algunas costumbres litúrgicas del cenobio de su procedencia. Habían huido de Navarra a causa de una campaña musulmana, durante la cual murieron muchos que hubieron de empuñar las armas. Se trata, sin duda, de la última incursión de Almanzor, en 998-999, que sembró el terror en el valle del Aragón y provocó la desbandada de la gente, como testimonia un documento del monasterio de Ciella. Los efectos de la campaña del dictador andalusí debieron ser considerables: el obispo Oliba de Vic, en carta de 1023 al rey Sancho el Mayor, afirma que las regiones navarras, tierras antes modélicas en lo espiritual y temporal, habían sido desoladas por los enemigos. Siguiendo los consejos del obispo catalán, el rey navarro procedió a la revitalización de los monasterios con la introducción de la regla de san Benito. Consiguió que volviera a su reino el grupo de monjes exilados en Cluny, presididos por el abad Paterno, que repoblaron en 1024-1025 el monasterio navarro de San Juan de Maltray, sede de la congregación monástica, de la que formaron parte tres antiguas abadías, la también navarra de Fuenfría y las aragonesas de Ciella y Cercito" (Monasterios y monasteriolos en los obispados de Pamplona y Aragón en el siglo XI. A. Durán Gudiol. Revista Príncipe de Viana p. 71-72, 1991)

 

Ruesta es un bonito y triste pueblo abandonado ubicado sobre la orilla derecha del río Aragón embalsado en el pantano de Yesa y con proyecto de recrecimiento. Mirar alrededor es ver siglos de historia y pueblos fantasma. Ya vimos su castillo en el apartado de "Castillos del XI". Tiermas, Mianos, Ruesta o Artieda se siente amenazados y no creo que les falten motivos viendo los antecedentes apuntados (2001, 2004, 2010, 2011 y 2022).

La ermita de San Juan Bautista de Maltray se sitúa cerca del embalse, unos cientos de metros antes de llegar al pueblo. Un pequeño poste señalizador de rutas, en la margen derecha de la carretera, nos indica la senda para llegar hasta la misma. El día que visité por primera vez la ermita (lunes, 23 de Agosto de 2001) me la encontré "envuelta para regalo" abase de unos grandes plásticos negros, crespones y un cartel con el lema "quiero vivir aquí" en alusión al mencionado recrecimiento. Para fotografiarla tuve que retirarlos parcialmente por lo que me disculpo y en compensación, expongo el mensaje en esta página (23 de agosto de 2001, 2004, 2010, 2011 y 2022).

2IMAGEN ANTERIOR AL DERRUMBE DE 2001. AL FONDO TIERMAS

El templo fue erigido en la primera mitad del siglo XII al amparo de la fortaleza islámica recuperada por los reyes pamploneses y rehecha entre los años 1016 y 1018. Ubicada en el Camino de Santiago y dedicada a su santo patrón, no le han valido ni advocaciones, ni historia acreditada, ni declaraciones de Bien de Interés Cultural. Todo ello es papel mojado ante la pasividad institucional que permitió en 1963 el arranque de sus pinturas murales, más tarde su derrumbe en febrero de 2001 para posteriormente aparecer con una agresiva y cuestionable actuación que la ha colocado en el estado que muestro en las imágenes. Pero no acaba todo allí, ya que el recrecimiento del pantano de Yesa la dejará bajo las aguas, al igual que al tramo del Camino que discurre junto al embalse (La imagen previa al derrumbe está tomada de la prensa local de esas fechas).

3VISTA SUR DEL TEMPLO4DETALLE DEL CILINDRO ABSIDAL

5VISTA SURESTE6VISTA NOROESTE

Las imágenes 3 a 6 muestran el aspecto actual del exterior del templo. Destaca su cabecera orientada y centrada por un vano aspillerado de aspecto arcaico derramado al interior. La edificación absidal está hecha a base de sillarejo, más uniforme en su tercio inferior y con mechinales edificativos pareados. Una estructura metálica sustenta la protección que evita el agua de lluvia a la ruina y que no servirá de nada cuando el nivel del embalse la rebase. El edificio es de nave única. Su nave y puerta es de fecha posterior a la cabecera, del siglo XVIII según fecha grabada en dovela de la portada (Imagen 7). Gruesos contrafuertes marcan al exterior la unión de cabecera y nave (Imagen 1).

7PORTADA MODERNA DE ACCESO AL TEMPLO8CABECERA DEL TEMPLO

Al interior posee una alargada nave que concluye en la cabecera, elevada con respecto a la misma. Su cabecera se compone de estrecho presbiterio con sencilla imposta que parece moderna. El cilindro absidal presenta, al igual que al exterior, mechinales perforantes atestiguando su construcción desde ambos lados. (Imágenes 8 y 11) El ventanal, de derrama interior, esta hecho con piedra de un tono rojizo-oscuro que le aporta un toque de belleza (Imagen 10).

9INTERIOR HACIA LOS PIES DE LA NAVE12INTERIOR HACIA LA CABECERA

10VANO ABSIDAL AL INTERIOR11DETALLE DE LA CABECERA13CARA DE LA PRIMERA PINTURA DEL PANTOCRATOR, APARECIDA AL ARRANCAR LAS PINTURAS ROMÁNICAS

El gran interés de este ábside residía en el ciclo de pinturas que lo decoraba (Imágenes 13 a 15) y que se puede visitar en el Museo Diocesano de Jaca. El pueblo se deshabitó por anegar el pantano sus mejores tierras de cultivo. El apostolario junto con el Pantocrator fueron "evacuados" a Jaca. G. Borras y G. Guatas decían acerca del asunto: "Tras alabar la salvación del conjunto pictórico, apuntaban una amarga reflexión sobre el hecho de si tal arranque no habrá precipitado aún más la muerte del monumento para el que tales pinturas fueron pensadas, y que prácticamente constituían su única decoración monumental" (Citado por María Pilar Poblador Muga en "LA AGRESIVA INTERVENCIÓN REALIZADA EN LA IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA DE RUESTA (ZARAGOZA), UN BIEN DEL CAMINO DE SANTIAGO, DECLARADO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO")

14DECORACIÓN ABSIDAL EN EL MUSEO DIOCESANO DE JACA

Al arrancar las pinturas del cilindro absidal para pasarlas a lienzo y exhibirlas (Imagen 14), apareció bajo las mismas una segunda cara de Cristo, más antigua por tanto, que fue ocultada bajo otra capa de enlucido para realizar la pintura absidal mostrada (Imagen 13). Mirada de Cristo que por la razón que fuera no convenció al pintor (o a sus comitentes) y que tras ser descubierta y rescatada en 1963 contempla hierática el triste destino del templo para el que fuera concebida, ocultada y luego arrancada (Imagen 15).

15DETALLE DE LA MIRADA DEL PRIMER PANTOCRATOR

 

16DETALLE DE LA MIRADA DEL PRIMER PANTOCRATOR

17DETALLE DE LA MIRADA DEL PRIMER PANTOCRATOR18DETALLE DE LA MIRADA DEL PRIMER PANTOCRATOR

19DETALLE DE LA MIRADA DEL PRIMER PANTOCRATOR20DETALLE DE LA MIRADA DEL PRIMER PANTOCRATOR

En octubre de 2022, tras la pandemia, el lío de Rusia, a la espera de que llueva y Yesa vuelva a ser lo que fue... he visitado de nuevo la restaurada ermita de San Juan, obra galardonada con un premio "Hispania Nostra" de 2021.

Seguro que tiene mérito la obra técnica, pero lamento decir que no me gusta. Evidentemente es un tema opinable. Cumple la normativa porque se diferencia perfectamente lo original de lo añadido, aunque prefiero que se diferencie lo viejo de lo nuevo "a la manera de Italia", como aprendí de J.L. Ona en Santa Cristina de Somport, consistente en interponer una visible línea de placas de pizarra entre lo viejo y lo nuevo. Los interesados diferencia bien la actuación del arquitecto y/o restaurador, y al respetable no le da un "flash" cuando ve el monumento.

Por otra parte, las ermitas "enjauladas" me producen tristeza. Personalmente hubiese preferido algo, más "natural"... aunque hubiese que pedir las llaves... o poner un sencillo cerrojo practicable como en Samitier, por ejemplo.

 


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