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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| -BIEL. CRIPTA DE LA PARROQUIAL DE SAN MARTÍN O "SANTA MARÍA DEL SUBTERRÁNEO" (Cont.)- |
  UTM 30T 669978 4695074 765 m |
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Al espacio de la cripta se accede por una pequeña escalinata en el lado sur del presbiterio que desemboca en una pasarela desde la que podemos adentrarnos en la cripta sin pisar su suelo. Barandillas metálicas y láminas transparentes delimitan el espacio para permitir su visita (Imagen 1).
En la imagen 2 muestro un sencillo esquema con el que pretendo facilitar su comprensión. El semicilindro absidal de esta cripta se continúa con el espacio cuadrado situado tras él, sin que haya diferencia en la anchura de ambos espacios. En la unión de ambos hubo un arco fajón de medio punto del cual queda su arranque y la señal de su existencia en el muro norte (Imágenes 1, 8 y 10). El mencionado fajón arranca desde una bancada corrida que recorre todo el perímetro del recinto. Su borde libre luce decoración a modo de baquetón. Centra el cilindro absidal un vano abocinado, derramado al interior y aspillerado al exterior, evidenciando que la cripta se hallaba sobre el nivel del suelo (Imagen 12).
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El espacio posterior cubrió por medio de bóveda de arista, de la cual quedan sus arranques en los ángulos contiguos al muro norte (señalados en azul en la imagen 2). A los pies del muro norte, hay un vano cegado del que solo quedan las jambas y que bien pudo ser el acceso a este espacio (Imagen 6). El modelo de cripta con fajón delimitando cilindro de nave, recuerda a los vistos en Murillo de Gállego, donde también el espacio posterior cubre con bóveda de arista, o en la iglesia del castillo de Marcuello. En ambos casos el acceso se realiza por vanos a los pies de su nave.
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En la excavación y recuperación de las estructuras se han individualizado los muros de ambos templos, permitiendo advertir el crecimiento del nuevo hacia el sur. La imagen 3 muestra el muro del ábside románico y por fuera la cara interna de la cabecera poligonal del templo del siglo XVI. Los cimientos de la cripta se hunden en profundidad más allá de su pavimento. Ello se puede deber a la necesidad de colmatar la zona sur para lograr una adecuada nivelación adecuada para la edificación (Imagen 9).
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Además de los elementos estructurales descritos, que permiten hacernos una idea muy aproximada de cómo fue esta iglesia, en el lado norte de la misma -zona no desmontada por corresponder al muro que se conservó- aparecieron restos de pintura gótica al fresco realizada en el siglo XV. A pesar de su deterioro se ha podido mantener una parte de la obra que decoraba el interior de la cripta. En el tramo situado entre la ubicación del fajón y el vano absidal, es donde mejor se han conservado (imagen1).
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Todavía se hallan en fase de restauración y hay en algunas zonas pequeños tules que las cubren. A pesar de ello son identificables, de nuestra izquierda a la derecha, los episodios de la Anunciación, el Nacimiento de Cristo y la Presentación en el Templo (Imágenes 11 a 16).
La ampliación del templo se realizó hacia el lado sur, ganando unos tres metros de amplitud. No se aumentó la longitud del templo original ya que en el cierre del actual todavía se pueden advertir empotradas parte de las arquivoltas de la primitiva portada occidental (Imágenes 17 y 18).
Para justificar esta ampliación, más bien "ensanchamiento", del templo se aduce la posibilidad de que parte de la comunidad judía de Biel, una de las más importantes de Aragón, se convirtiesen al cristianismo para poder quedarse cuando se promulgó en 1492 la expulsión de los judíos. Estimada la población local en unas 300 personas, la cifra se duplicaría con los conversos, pudiendo ser esa la causa de la ampliación del templo a cuya obra contribuirían algunos de los acaudalados conversos (Ver trabajo de José Luis Lasheras).
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A los pies del templo, más allá del muro que contiene los restos de la portada románica, en posición atravesada con respecto al eje mayor de la iglesia, se edificó la capilla gótica de la Virgen del Rosario. En su altar, además de la titular, se halla una magnífica talla románica de la Virgen (Imagen 19). Imagen sedente con el Niño sobre la rodilla izquierda del que solo queda parte del tronco y los pies al haber desaparecido su mitad superior. Por mosen Ángel sé que se la conoce como "La Virgen de los Arcos".
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Además de visitar el templo y el castillo, callejear por la villa es una delicia. Numerosos vestigios del pasado asoman a nuestro paso. Algunos tan inquietantes como ese vano monolítico de tres ventanitas, con forma de herradura las superiores, de claro regusto hispano-visigodo.
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