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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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De entrada he de decir que ya conocía la relación existente entre el sarcófago de Husillos y el capitel de la Orestíada de Frómista, así como el influjo que dicha obra de la época de Adriano, tuvo sobre la escultura del románico.
Pero en un intercambio de correos a propósito del capitel de Loarre en el que descubrí a Habacuc alimentando a Daniel en su segunda estancia en el foso de los leones, la profesora Dulce Ocón, Catedrática de Arte Antiguo y Medieval de la Universidad del País Vasco me decía: "Al hilo de estas cuestiones, estoy leyendo un artículo sobre el maestro de Fromista-Jaca que a lo mejor conoces pero, por si no es así, no quiero dejar de recomendártelo porque estoy segura de que lo disfrutarás tanto como yo. Es, a mi juicio, lo más interesante, sugerente y fresco que he leído sobre el tema desde los famosos artículos de Moralejo: Prado-Vilar, Fr., "Saevum Facinus: estilo, genealogía y sacrificio en el arte románico español", Goya nº 324 (2008), pp. 173-199"
Con tan encendidas alabanzas hacia el trabajo, os podéis imaginar que no he parado hasta conseguir la revista, a través de la Fundación Lázaro Galdiano. He leído el artículo. Lo he vuelto a leer una y otra vez y sigo impresionado por lo que a través del mismo comprendo y entreveo.
De ahora en adelante, mirar los capiteles de ese primer momento del románico, el que García Guinea acuñó como "románico dinástico" va a ser otra cosa. Repaso mis imágenes de Frómista, Jaca, San Isidoro de León, Nogal de las Huertas, Loarre.. y empiezo a ver por todas partes figuras de porte clásico con clámides, espadas, posturas quiásticas (con perfil en "X" de sus extremidades), dramas sacrificiales tomados al pie de la letra quizá sin querer o sincretizados, Erinias o Furias incitando a la explosión de ira enarbolando serpientes..
Trataré de dar mi aproximación al delicioso tema a mi modo, pero recomiendo encarecidamente la lectura del artículo citado.
Todo comienza en la pequeña localidad palentina de Husillos situada a escasos ocho kilómetros al norte de Palencia. Allí un sarcófago adriáneo bellamente labrado con escenas del drama de Orestes escrito por Esquilo, fue reutilizado para enterrar a un personaje noble medieval.
Prado-Vilar sitúa el renacer de esta obra de arte, germen de muchas otras obras de arte en la primavera del año 1088 por la circunstancia de que Alfonso VI convocó en la iglesia de dicha localidad a obispos y nobles de su reino para celebrar concilio y curia regia. Señala que es muy probable que entre esos distinguidos personajes hubiese comitentes que tomaran buena nota de las magníficas figuras en relieve del sarcófago.
La pieza es un sarcófago romano del siglo II de nuestra era, reutilizado como lugar de enterramiento de los restos del Conde de Monzón Fernando Ansúrez quien fundara la colegiata de Husillos hacia el año 960. Su belleza clásica impactó al "Maestro de Frómista-Jaca" hasta el punto de influir de modo decisivo en su estilo escultórico que plasmó en un capitel en Frómista y que más tarde, ya en Jaca, desarrolló con fuerza, aportando un estilo propio que se extenderá con rapidez a todo el mundo medieval gracias al Camino de Santiago. Los receptores de este estilo fueron Santiago de Compostela, León, Carrión, Nogal de las Huertas, Toulouse, Loarre.. estilo que una pléyade de escultores que lo ven, repiten en otros muchos lugares.
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Fue Serafín Moralejo en 1973 quien tuvo la lucidez de relacionar lo esculpido en este sarcófago con un capitel que estaba en el ábside de San Martín de Frómista y cuyo original fue desmontado -como todo el templo- repicadas las figuras desnudas que mostraban los genitales, en un afán de censura iconoclasta y posteriormente trasladado al museo de Palencia, siendo copia del mismo el existente en el templo. Por su parte, el sarcófago de Husillos se expone en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
También fue fruto de su observación la evidencia de la relación entre el modelo de Husillos y las esculturas de Jaca, como comunicó en 1976 en los Cahiers de Saint Michel de Cuixá.
La historia que nos narra el sarcófago, de izquierda a derecha es la venganza de Orestes por la muerte de su padre, Agamenón. En palabras de Prado-Vilar es un "cuento de miedo para adultos" que narra en clave de sacrificio un crimen familiar aderezado por el despertar de las Furias.
A nuestra izquierda vemos a las tres Furias o Erinias, diosas de la ira, dormidas sobre un montículo que es interpretado como el monumento funerario de Agamenón. En la siguiente escena, hay una explosión de ira, sangre y dinamismo, centrada por Orestes desnudo que consecutivamente limpia su espada tras matar a Egisto, que yace abatido sobre su trono; y acaba con la vida de su madre Clitemnestra flanqueado por dos "actores secundarios" como son la anciana nodriza que vuelve la cabeza, tapando a su vista tanta ira y el sirviente, que agazapado se cubre con un escabel para no ser objeto de la misma. (Se apunta la posibilidad de que los dos actores de la matanza, no sean el mismo Orestes en dos poses consecutivas, sino que el segundo pudiera ser su amigo Pílades).
Mas allá vemos el despertar de las Furias, que participan en la escena, parcialmente veladas, portando una antorcha y una serpiente. Por fin, a nuestra derecha, la escena muestra el inicio de la purificación de Orestes, acudiendo al templo de Apolo en Delfos, procurando no despertar a un Furia dormida gracias a un hechizo de Apolo.
Tremendo drama familiar, lleno de emociones, movimiento e ira. Y como leitmotif el tejido con que limpia su espada Orestes y que con su presencia da continuidad a las sucesivas escenas.
Idea pues de repetición de formas ya apuntada con brillantez por Serafín Moralejo y matizada brillantemente por Prado-Vilar en lo referente al trasforndo psicológico, de mensaje gestual transmitiendo la esencia del drama a través de tiempos y culturas.
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Después de ver y comprender la historia que narra el sarcófago, situarse de nuevo ante el capitel de la Orestíada de Frómista le aporta una nueva dimensión, como magistralmente intuyó S. Moralejo. Es la dimensión de referente artístico para el mismo, y como veremos, para muchos otros a lo largo de todo el mundo románico.
Las dos figuras que en la réplica del capitel fueron asimiladas a Caín y Abel en el fratricidio y replican al héroe, a la nodriza, a las Furias con sus serpientes. Y de las fauces de un león brota lo que podría tomarse por agua de no conocer el sarcófago, por que no es sino la réplica del lienzo que allí vemos.
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En el artículo de Prado-Vilar se muestra una foto antigua del capitel de la Orestíada desmontado y todavía intacto antes de sufrir la censura del escoplo. Uno más de los desmanes cometidos en la reconstrucción de Frómista.
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La misma postura gestual la hallamos en el magnífico capitel de la portada sur de la catedral de Jaca que representa el sacrificio de Isaac (Imagen 6). Abraham empuña la espada como el héroe de la tragedia griega. Su cuerpo parcialmente velado por la réplica del lienzo de la orestíada. Y como argumento, también el drama, el sacrificio. El "cuento de miedo para adultos".
Hay en Jaca un capitel suelto, situado como peana de la Virgen del Pilar en el ábside sur (Imagen 5). Es tan bello que la Asociación Sancho Ramírez de Jaca lo adoptó como signo distintivo de la misma. Pero no es jaqués. Prado Vilar confirma que procede de Santa María de Nájera, templo que debió de actuar como "eslabón perdido" entre la escultura de Frómista y la de Jaca
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Las imágenes 8 a 10 son de Jaca. Detalles frontales de los capiteles de la portada sur (La burra de Balám y el sacrificio de Isaac). Su contemplación nos remite sin dudas al modelo que fue el sarcófago. Entre ambas, la porción izquierda del tímpano de Jaca. El personaje que se halla bajo el león clemente, con una serpiente en la mano, adquiere de inmediato una nueva dimensión tras haber visto a las Furias de Husillos (Imagen 9).
Otro tanto ocurre con un capitel situado en el lado sur de esta bella portada que enmarca el crismón. En la imagen 11 muestro desplegadas y consecutivas sus dos caras. Sea cual fuere el mensaje que se ha decidido que narre, lo cierto es que tras ver el desarrollo del sarcófago de Husillos, todo en él nos remite al mismo. Las posturas, los gestos de pánico, las Furias con serpientes, el héroe matando a espada a una persona..
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San Isidoro de León también recibe esta influencia, según el autor, procedente ya de Jaca. En las figuras de zodiaco existentes sobre la portada del Cordero, vemos sin duda una vez más la disposición clásica de los recurrentes personajes (Imagen 12).
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Apunta Prado-Vilar que la porción inferior del tímpano de San Isidoro funciona como un friso continuo en el que los personajes siguen un ritmo y posturas de gran semejanza con lo visto en Husillos.
Aquí se narra un tema sacrificial, el de Abraham e Isaac. A nuestra derecha la secuencia muestra a Sara al pie de su tienda, Isaac alejándose de la misma cabalgando y cuando llega al monte Moria, para y se descalza para pisar terreno sagrado. Acude al sacrificio. Centra la escena el drama de Abraham, detenido por la mano de Dios mientras un ángel le muestra el cordero que suplirá a su hijo.
A nuestra izquierda, la escena muestra a Agar, esclava y concubina de Abraham, con su hijo Ismael montado a caballo cazando con arco, como dice el relato bíblico (el niño creció entre la naturaleza salvaje y se convirtió en arquero)
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En la vertical de Abraham e Isaac, hallamos al Cordero, reforzando en lectura vertical el drama sacrificial del padre que inmola a su hijo, de profundas raíces en la miología clásica como es el caso citado por Prado-Vilar de un fresco Pompeyano en que se muestra el sacrificio de Ifigenia: Agamenón la ofrece en sacrificio mientras que en el cielo aparece Artemisa portando un ciervo para ocupar el puesto de Ifigenia sobre el ara del sacrificio.
En fin, que el artículo profundiza en muchos otros aspectos, tanto históricos como psicológicos en referencia este tema y que merece sin duda la pena conocer de primera mano.
Con este resumen no trato sino de señalar uno hechos de la máxima importancia a la par que espero estimular la curiosidad de su lectura que sin duda disfrutaréis los amantes de este arte.