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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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ANTORCHAS, THIASOS Y CAPITELES
MODELOS CLÁSICOS PARA EL ROMÁNICO
Desde que el profesor Serafín Moralejo señaló la evidencia de la asunción de modelos clásicos por parte del escultor románico que los asimiló e incorporó a su obra, miramos a la escultura románica desde otra perspectiva apreciando los detalles que desde la misma nos llegan a través del tiempo. La obra de su discípulo y seguidor, el profesor Prado-Vilar nos ha hecho contemplar la obra románica comprendiendo que las formas tomadas del mundo clásico asumen una nueva dimensión al injertar en las mismas ideas cristianas; dramas sacrificiales en palabras de Prado-Vilar. El mundo cristiano va a sincretizar estos antiguos modelos aprovechándolos para narrar escenas de tremendo impacto ideológicos, como el sacrificio de Isaac.
Gracias a la última adquisición del Museo Diocesano de Jaca, el delicioso capitel del sátiro, hemos tenido la fortuna de aprender a leer entre líneas la escultura de Jaca y por tanto de la obra románica. En anteriores trabajos he lanzado ideas acerca de la influencia del mundo clásico en algunos de los capiteles de Jaca que sin lugar a dudas remiten a escenas de thiasos dionisiacos o marinos ("Mensajes de la catedral de Jaca" "Modelos clásicos para la escultura de Jaca.." "Catedral de Jaca: thiasos.,,", "La tentación, Reflexiones en torno a un capitel del Maestro de Jaca"). Este nuevo enfoque de la cuestión abre un nuevo modo de enjuiciar temas románicos, rastrear su origen y acaso intuir cuál es el significado primero de la simbología de los mismos.
Hay en Jaca un capitel cuya simbología me desconcierta (Imágenes 2 a 4). Muestra una escena en la cual sendos personajes abren las fauces de leones; no desquijarándolos sino abriendo sus bocas desde los laterales de las mismas mientras que dos aves surgen de la cabeza de un tercer león en altura y posan sus garras en los leones y en los personajes. En los laterales del capitel hay dos personajes uno vestido de modo clásico y otro desnudo portando un extraño objeto que vemos en la imagen interactiva 1. Antes de llegar a comprender que los thiasos constituyen un modelo formal para buena parte de las escultura jaquesa no podía comprender qué era ese extraño objeto con forma de maza. Su mango es recto de sección hexagonal, bien señalada a lo largo de todo el mismo, algo más estrecho en su extremo inferior que en el superior el cual acaba en media docena de elementos incurvados hacia la rizada cabeza del desnudo personaje que lo toma con sus dos manos.
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En mi labor de búsqueda de modelos clásicos para la escultura de Jaca he encontrado la interpretación de ese elemento. Sin duda es una antorcha que sigue el modelo general visto, por ejemplo, en el thiasos marino de las imágenes 5 y 6 o en la procesión dionisiaca de la imagen 7 . Sin duda el escultor de Jaca tomó modelo de esas antorchas para plasmar la señalada, de factura más tosca, pero que remite evidentemente a la idea de los modelos mencionados
El instrumento en cuestión destacado en la imagen 1 es a mi juicio una antorcha tomada, al igual que otros objetos de los thiasos. Antorcha como elemento formal tomado del modelo clásico para transmitir una idea que trasciende del mismo. Idea que sin duda habrá que poner en relación con el contexto cristiano para el cual se labran los capiteles. La antorcha sugiere iluminación espiritual, luz, guía, conocimiento, aunque el fuego también puede sugerir ira y destrucción.
Siendo coherente con el modelo clásico propuesto, hay que volver los ojos hacia la mitología griega, en concreto hacia el mito de la creación del hombre. Zeus realiza este encargo a Prometeo quien modela en barro la figura humana. Eros le insufla el espíritu de la vida y Atenea le proporciona un alma. Pero Prometeo deseaba que su creación fuera de mayor perfección para la cual robó el fuego de los dioses para dar a su obra, al hombre, una chispa de divinidad y de conocimiento. Como represalia por robar el fuego de los dioses, Zeus castigó a Prometeo a un tormento eterno: lo encadenó a una columna para que un águila devorase su hígado durante el día. Llegada la noche el hígado se regeneraba para volver a ser devorado entre sufrimientos al siguiente día. Una y otra vez como castigo al atrevimiento de dar al hombre una chispa de divinidad. La antorcha en manos de Prometeo, robando el fuego divino, es un poderoso símbolo de creación, de resurrección, de vida.
Creación, destrucción por el fuego, renacer, thiasos dionisíacos, escenas con ménades, leones, panteras, serpientes y sátiros. Oscilla que Prado trajo oportunamente a colación en la presentación del capitel del sátiro en Jaca. Sátiro oferente con ofrenda, antorcha y pantera como en la imagen 8 de Giovanni Lattanzi (ArchArt) correspondiente a un oscillum de Pompeya procedente de la casa del citarista
Se da la circunstancia de que la escena que abre esta pagina, con un hombre desnudo portando antorcha, pertenece a un capitel de Jaca cuyo mensaje es difícil de interpretar. Capitel que fue replicado por dos veces en la iglesia de San Pedro del castillo de Loarre (Imágenes 11 a 14) y que fue motivo de otro trabajo previo ("Jaca-Loarre. Modelos comunes"). En el capitel loarrés más anterior de ambos, situado frente al Pecado Original (Imágenes 9 a 11) el modelo jaqués se repite de modo muy semejante, encontrado también el personaje desnudo (aquí con pequeña clámide) portando lo que ahora si sabemos que es antorcha. Aparece fracturada, faltando el extremo inferior y la mano derecha del personaje; pero la semejanza es clara. Este motivo ha sido interpretado como el extremo de la cola de un león o una maza aunque a la luz de lo expuesto la idea de la antorcha es la más sugerente y creo que acertada.
En el capitel toral norte, frente al que narra la historia de Daniel y Habacuc volvemos a encontrar una simbología prácticamente igual que en el ya descrito, aunque con hechura que sugiere un artista menos jaqués y más "loarrés" a juzgar por la fisonomía y vestimentas de los personajes coincidentes con las de otros vistos en capiteles absidales (Imágenes 12 a 14).
En este capitel ya evolucionado, ocurre que el modelo clásico original y su primera copia van quedando atrás y las antorchas dan paso a unos elementos que más parecen porras o lanzas (Imágenes activas 13 y 14).
Si ahora volvemos los ojos hacia un semioculto capitel de la iglesia de San Zoilo en Carrión de los Condes (Palencia) veremos que esa idea primitiva de Jaca de la antorcha como manifestación del conocimiento se ha trocado en algo que sin duda tiene relación con esta temática; pero que aleja la obra del motivo original. En San Zoilo el personaje de ese lado corto del capitel no porta antorcha sino libro, que a fin de cuentas es metáfora de la sabiduría y del conocimiento (Imagen 15). Por lo demás la temática del capitel es idéntica a la de Jaca y a los de Loarre: dos personajes laterales, dos leones en el frontal a los que otros personajes abren las fauces, aves que surgen de una cabeza de león centrada en altura -¿acaso el águila que castigará a Prometeo?-... Variaciones del mismo modelo tomado de un original desconocido en Jaca y que esta vez desanda el camino recorrido en anterior ocasión por las ideas: Husillos-Frómista-Jaca.
Reflexiones a propósito de una antorcha jaquesa tomada de motivos clásicos que viene a reafirmar la idea de los thiasos como fuente de la escultura de Jaca. Antorchas y serpientes que en un desconcertante vaivén oscilan entre Husillos, Frómista y Jaca para volver luego a oscilar en sentido Jaca, Loarre, Carrión de los Condes.
¿Y cuál es la idea que nos transmite ese capitel de Jaca replicado en Loarre y en San Zoilo de Carrión de los Condes?. Lo desconozco y me inquieta. Se que el motivo que lo inspira es clásico (leones, personajes, un bello personaje desnudo portando antorcha que bien pudiera ser el propio Prometeo, aves surgiendo de las fauces de un león. Leones con fauces forzadamente abiertas, acaso para que de ellas surja el aliento vital -al modo de lo narrado en el Fisiólogo- para generar vida... ) Es posible que a partir de estas nuevas reflexiones en algún momento surja la chispa que nos ilumine y permita acabar de comprender, como si esa antorcha tocase nuestras cabezas infundiéndonos una chispa del conocimiento de los dioses.
Esperaremos.
Ha sido para mi una enorme satisfacción leer trabajos del profesor Serafín Moralejo, gracias a la amabilidad de Francisco Prado Vilar que me los facilitó en el verano de 2016. Leyendo uno de sus textos publicados en los cuadernos de Saint Michel de Cuixá en 1979, al llegar a la pagina 88 tuve un sobresalto al leer en la descripción de un capitel de Jaca "Un jeune homme nu, portant une torch, representé sur la face laterale d´un autre chapiteau de l´interiéur", refiriéndose al personaje que ha dado pie a esta entrada en la que señalaba que lo portado era antorcha y que su antecedente formal hay que buscarlo en los thyasos dionisíacos. Coincidir con el maestro es sin duda una satisfacción que prueba dos cosas: que he asimilado sus ideas y que camino por las sendas correctas. Ofrezco el enlace al trabajo completo, sin duda de gran interés. Además de este aspecto, en la pagina 109 lanza una hipótesis gráfica de cómo debió de ser en origen la portada sur de la catedral de Jaca, esa que parece que se trata de reinventar a partir de los señalado por el maestro Moralejo: "La Sculpture Romane de la Cathédrale de Jaca. Etat des questions"
Huesca; 2 de marzo de 2015
Antonio García Omedes
de la Real Academia de San Luis
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