|
|
LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
|
| Presentacións | Novedades | Mapa del Sitio | Mapas Activos | Opinión | Castillos XI-XIII | Rutas Románicas | Monográficos | Otras Regiones Enlaces | Bibliografía | Diccionario | Distinciones | Premio Romanico Aragonés | Fondos de Escritorio | Inicio | |
|
MOISÉS Y SANCHO RAMÍREZ: LÍDERES LIBERTADORES Y LEGISLADORES
El concepto "Traditio Legis" supone la entrega de la Ley divina por parte de Cristo al apóstol san Pedro como representación de la transmisión del mensaje evangélico a los apóstoles. Se trata de una figura de largo recorrido ya representada en el arte paleocristiano cuyo mensaje iconográfico permanece vigente en el románico. Por lo general se muestra a Cristo en actitud de entregar a san Pedro, en presencia de san Pablo, un rollo o filacteria como representación formal de esa nueva Ley. En ocasiones se reúnen en una misma imagen el concepto de "Traditio Legis" con el de "Traditio Clavis" escenificando también el momento de la transmisión por Cristo de las llaves de la Iglesia a san Pedro. Bajo una u otra forma los conceptos que subyacen son los de la entrega de una nueva Ley y el de la superior autoridad terrenal de la Iglesia como institución generada por el propio Cristo.
En la imagen 1 muestro el tímpano de la iglesia francesa de Sevignac en el que vemos la escenificación escultórica de lo señalado. Cristo sedente orlado de nimbo crucífero centra la imagen. Dos personajes nimbados en actitud de reverencia, propiciada por la adaptación al marco, reciben de sus manos unas llaves y una filacteria. Evidentemente, a tenor de lo dicho, esos personajes representan a los apóstoles Pedro y Pablo en el momento de recibir las llaves y por tanto el poder de la Iglesia y la nueva Ley.
Si hablamos de una "nueva Ley" señalamos de modo implícito la existencia de una o unas leyes anteriores. Y así es, puesto que en el devenir a lo largo del tiempo de los acontecimientos del pueblo elegido hay una ley antigua recogida en los cinco primeros libros del Antiguo Testamento conocidos como pentateuco o Torá (Génesis, Éxodo, Levítico. Números y Deuteronomio) atribuidos tradicionalmente a Moisés, personaje bíblico que aparece como una figura de enorme talla personal no solo como profeta y liberador del pueblo de Israel sino como figura de gran relevancia como legislador. Hasta su aparición la figura de más relevancia en la Biblia es David a cuya figura se dedican libro y medio mientras que a Moisés se dedicarán cuatro (desde el Éxodo al Deuteronomio) siendo relevante que de esos cuatro libros, 2/3 de los mismos son leyes y códigos recibidos de Dios a través de Moisés. Moisés se nos presenta como profeta, legislador, liberador del pueblo elegido y también como penitente. El pueblo de Israel peca contra su Dios al construir un ídolo en forma de becerro de oro por lo cual es castigado a vagar cuarenta años por el desierto. Cuarenta años de penitencia para un pueblo que dio la espalda a su Dios, y también para Moisés que dudó y golpeó por dos veces la roca para hacer que brotara agua (Num. 20:9-12).
El carácter penitencial del atrio occidental de la catedral de Jaca así como la epigrafía e iconografía del tímpano de su portada han sido repetidamente señalados por los diferentes autores dedicados a su estudio. Yo identifico al propio Moisés en la figura situada bajo el león a nuestra izquierda, situándolo en el episodio de la zarza ardiente cuando el cayado convertido en serpiente vuelve a ser cayado al tomarla por la cola (Éxodo 4:1-5). Moisés es penitente a lo largo de cuarenta años en el desierto junto a su pueblo, lo cual está dentro de ese sentido penitencial del atrio y del protagonismo dado a Moisés en el mismo.
Llegados a este punto, otra reflexión que hago es la de situar el capitel de David y los Músicos en este portal. Ya es aceptado por los investigadores del románicos el hecho que señalé de que el capitel formó parte de un parteluz, aunque algunos, como Francisco de Asís García, prefieren situarlo en el portal meridional. Creo que la relevancia de dos grandes figuras bíblicas como son David y Moisés es otro argumento más para la existencia de un planteamiento destinado a mostrarlos juntos en un espacio de tan singular relevancia histórica y simbólica.
Todavía hay una etapa más en las sucesivas Leyes que vamos viendo. Tras la Ley mosaica, Dios en el monte Sinaí le dió a Moisés una nueva Ley escrita en tablas de piedra (la Nueva Alianza). Más adelante, la llegada de Cristo al mundo supuso un nuevo pacto, una ley de gracia, virtud, caridad y vida eterna accesible por la gracia de Cristo.
En el románico, al igual que en épocas previas al mismo, el concepto de las las leyes van a representarse bien en filacterias o rollos, o por medio de elementos cuadrados evocando el soporte físico de las mismas.
1
El capitel situado más a nuestra izquierda en la portada oeste de la catedral de Jaca es una escultura del maestro de Jaca bien identificable por el estilo clásico de sus personajes así como por la prolija referencia a la firma de taller constituida por los pitones jaqueses representados tanto en su posición habitual bajo las volutas como asomando en el centro de las respectivas caras en clara alusión a la espiga floral del acanto implementada en los capiteles corintios y en los derivados del mismo por el mencionado maestro (Imagen 2). David Simon tuvo el acierto de identificar a los personajes que aparecen en el mismo así como el mensaje que nos transmite. Lo publicó en 2001 reconociendo a Moisés portando la vara con que obraba milagros y a su hermano Aarón (Éxodo 4:10-17) mientras que los personajes de la cara contigua escenifican la al pueblo de la Ley que Dios le dio en el monte Sinaí (Las tablas de la Ley. Éxodo 24:12) con personajes representando al pueblo de Israel postrado en señal de respeto (en la cara oculta del capitel).
En época medieval y en concreto en la bula de Gregorio VII de 1084 ó 1085 citada por Martínez de Aguirre, se señala a Sancho Ramírez como quasi alter Moyses por su papel en la introducción de la lex romana en el reino aragonés, debiendo de ser frecuente esta comparación para reyes y emperadores dada la relevancia del profeta Moisés en aspectos como la liberación del pueblo, su conducción a la tierra de promisión y el hecho de darles nuevas leyes. Todas esos hechos debieron de ser deseables para cualquier gobernante medieval por lo cual la utilización de la figura del profeta para ser utilizada como autorretrato de cara al pueblo es fácilmente comprensible. En el caso aragonés, por otra parte, este extremo se ve realzado por la existencia de dos hermanos desempeñando ese papel: el rey Sancho Ramírez y su hermano el obispo-infante García Ramírez señalando hacia la dualidad bíblica de Moisés y Aarón.
2 3
El capitel en donde aparecen los personajes de Moisés y Aarón (Imagen 2) es el identificado con el número 52 en la imagen 4 de la planta de la catedral de Jaca. A continuación veremos otro capitel del maestro de Jaca directamente relacionado con el anterior pero situado en el otro extremo de la sucesión de capiteles que separan las naves central y norte. Me refiero al señalado con el número17 en la imagen de planta del templo y realzado con círculo amarillo en la imagen 5 de las embocadura de las tres naves catedralicias.
Considerando que esa sucesión de capiteles se inicia en el propio pórtico occidental, ocurre que los situados en ambos extremos (52 y 17) nos muestran una iconografía similar y que a mi modo de ver es complementaria, existiendo un denominador común como es la entrega de una nueva ley. De este modo, ambos capiteles forman un ciclo iniciado en el pórtico penitencial y concluido, tras el correspondiente progreso por la vía sacra del templo, frente a la cabecera del templo dando sustento al arco toral norte del crucero.
4
5
El capitel situado frente a la cabecera del templo es obra también del maestro de Jaca. Su hechura general y la delicadeza y precisión anatómica con que labra las piernas de los personajes de la cara frontal lo ponen de manifiesto aunque no llegó a ser concluido. Es un capitel inacabado, circunstancia que puede advertirse en las imágenes de detalle 7, 8 y sobre todo en la imagen 9. Se trabajaron los volúmenes de las figuras pero no se efectuó el acabado final de las mismas: elementos como cabello, manos, rasgos faciales, vestiduras, etc. aparecen tan solo esbozados.
6
Es este un capitel que por lo general pasa bastante desapercibido dada la altura a que está situado. El lado norte del presbiterio del altar mayor es el mejor punto para observarlo y fotografiarlo porque nos sitúa prácticamente frente al mismo. La cara frontal del capitel está centrada por una imago clipeata que asume el protagonismo de la escena narrada. El nivel superior de su cesta lo ocupan, como es habitual, volutas y elementos vegetales verticales como indicio del origen corintio de los capiteles románicos. También en la cesta, las escenas narradas se amoldan a la hechura de grandes foliolos por el mismo motivo, en aplicación de la ley de adaptación al marco. Otros capiteles del maestro de Jaca siguen este mismo esquema, como es el caso del capitel de la Anunciación (número 11 en la imagen 4).
7 8
Ambas caras laterales repiten la misma escena, como es habitual en muchos capiteles románicos en aras de la ley de la simetría. Vemos, con pequeñas variaciones a dos personajes interactuando, el exterior sentado y portando un objeto cuadrado apoyado sobre la rodilla situada entre ambos y la mano exterior mostrando la palma. El personaje interior, en pie, se agacha hacia el que porta el libro en actitud de darle indicaciones señalándolo con una mano mientras que con la otra mano sujeta la mandorla de la cara central. La escena evoca a lo visto en la imagen 4 por la existencia de dos personajes y un elemento cuadrado, que allí D. Simon identificó con las Tablas de la Ley entregadas por Dios a Moisés. En el capitel del pórtico, el peso de la Ley escrita en piedra es sugerido por la forma en que el personaje de nuestra izquierda levanta su rodilla para ayudarse a sujetarla. En el capitel del clípeo, al personaje que recibe la Ley se le muestra sentado y también apoya el objeto recibido en su rodilla, pero sin transmitir ese esfuerzo mostrado en el capitel del pórtico occidental aun cuando guarde una similar composición corporal.
9
Vistos los dos capiteles en su conjunto y conociendo la magnífica interpretación que del exterior hizo David Simon, la cuestión es interpretar la escena del capitel situado frente a la cabecera central del templo. Yo creo que en ambos subyace la entrega de una "Nueva Ley", que en el caso del capitel exterior señala hacia la Ley que Dios dio a Moisés en el monte Sinaí mientras que en el interior, siguiendo esa similitud entre Moisés y Sancho Ramírez ("quasi alter Moisés"), se nos muestra la Ley dada por el "alter ego" de Moisés, es decir por Sancho Ramírez. ¿Y qué Ley es esa que Sancho Ramírez da? Pues no es otra que el fuero de Jaca concedido a los habitantes de su ciudad que desea engrandecer a base de atraer pobladores por medio de un fuero generoso y no restrictivo (Imagen 11). Además, completado su papel como legislador, Sancho Ramírez facilita la llegada de la lex romana a la península bajo la forma de una nueva liturgia que viene a sustituir en su reino a la hispanovisigoda previa.
Así comienza la carta por la cual Sancho Ramírez da fuero a Jaca en el año 1077 y que como es habitual comienza con el signo del crismón que ahora ya es trinitario: "In nomine Domini nostri Ihesu Christi et individue Trinitatis, Patris et Filii et Spiritus Sancti, amen. Hec est carta auctoritatis et confirmationis quam ego Santius, gratia Dei Aragonensium et Pamplilonensium, facio vobis notum omnibus hominibus qui sunt usque in oriente et occidente et septentrionem et meridiem, quod ego volo constituere civitatem in mea villa que dicitur Iacca". ("En nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima e Individua Trinidad. Esta es carta de autoridad y confirmación por la que yo, Sancho, rey de Aragón y Pamplona, os comunico a todos los hombres que hay a oriente, occidente, norte y sur, que yo quiero crear una ciudad en mi villa llamada Jaca")
10 11
Creo que el paralelismo entre la simbología de ambos capiteles así como su ubicación en el templo no son fruto de la casualidad sino que en ambos subyace la idea del personaje legislador que encabeza al pueblo para reconquistar el espacio donde desarrollar su futuro. Ese es el arquetipo del profeta Moisés bien comprendido por D. Simon, válido para representar y publicitar también al monarca reinante en ese momento: Sancho Ramírez
Queda otra cuestión iconográfica relativa al segundo de los capiteles y es la aparición en él de una imago clipeata. Este tipo de representación es bastante habitual en el mundo funerario romano como decoración del frontal de un sarcófago a base de colocar dentro de un círculo o clípeo la imagen del difunto cuya memoria se quiere recordar. Un caso próximo es el sarcófago donde reposan los restos del rey Ramiro II el Monje en San Pedro el Viejo de Huesca. Quizá pudiéramos estar aquí ante algo semejante encaminado a recordar la memoria del verdadero "comitente" de la catedral de Jaca, el personaje que dio la Ley a la ciudad al modo en que lo hizo Moisés con su pueblo y cuya escena se representa en los laterales del capitel (Imágenes 7 y 8). Pero aun queda un pequeño detalle: vemos, gracias al teleobjetivo, que ese personaje mostrado en el clípeo lo está sujetando con sus propias manos. En el clípeo hay cuatro manos; dos corresponden a los personajes que han hecho entrega de la Ley y las otras dos, las superiores, corresponden a a la persona cuya imago clipeata se muestra. ¿Puede este sencillo y desapercibido gesto indicarnos que se trata de una persona viva y no alguien desaparecido cuya memoria se trata de honrar? De ser así, y creo que ello es posible, contaríamos con un dato relativo más de cara a fijar la cronología de la catedral de Jaca ya que conocemos la fecha en que Sancho Ramírez concede Fuero a Jaca (1077) y la fecha en que murió (1094). En ese intervalo encajaría la hechura de un capitel inacabado que es soporte de un arco toral de la cúpula catedralicia y que completa el ciclo comenzado en el portal occidental señalando a Moisés, Aarón y Sancho Ramírez como guías, legisladores y líderes de sus pueblos.
BIBLIOGRAFÍA
"EL PERGAMINO ORIGINAL DEL FUERO DE JACA CONCEDIDO POR EL REY SANCHO RAMÍREZ" Arco y Garay, R., Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 86, pp.: 474-485, 1925
“A MOSES CAPITAL AT JACA”. David Simon. Imágenes y promotores en el arte medieval. Miscelánea en homenaje a Joaquín Yarza Luaces, Bellaterra, Universidad Autónoma de Barcelona, pp.: 209-219, 2001
"ESPACIOS PARA LA PENITENCIA PÚBLICA Y SUS PROGRAMAS ICONOGRÁFICOS EN EL ROMÁNICO HISPANO" De Silva Verasategui, Mª.S., Clio &Crímen Nº 7, pp.: 111-135, 2010
"ARQUITECTURA Y SOBERANÍA; LA CATEDRAL DE JACA Y OTRAS EMPRESAS CONSTRUCTIVAS DE SANCHO RAMÍREZ". Martínez de Aguirre, J. Anales de Historia del Arte. Vol. Extraordinario 2. pp.:181-189, 2011
“LOS PITONES JAQUESES. UN RECURSO ESTILÍSTICO DEL MAESTRO DE JACA. SIGNIFICADO, MODELO PRERROMÁNICO Y DIFUSIÓN DEL MISMO”. García Omedes, A. Publicado en http://www.romanicoaragones.com/colaboraciones/Colaboraciones043878.htm . 2018
“LAS PORTADAS DE LA CATEDRAL DE JACA. REFORMA ECLESIÁSTICA Y PODER REAL A FINALES DEL SIGLO XI”. García García, F.A. Instituto de Estudios Altoaragoneses. 2018
Huesca; 7 de mayo de 2019
Antonio García Omedes
de la Real Academia de San Luis
Páginas consultadas: