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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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HALCONEROS EN JACA
Lo bueno que tiene el hecho de volver una y otra vez sobre mis pasos y contemplar la iconografía de un capitel como si fuera la primera vez que lo viese es que en algún momento empiezas a ver detalles en los que antes no habías reparado y la historia que se narra a través de la superficie del capitel comienza a tomar sentido. Esto me ha sucedido una vez más, en Jaca. Hay un capitel en la Lonja Chica, a nuestra izquierda entrando a este atrio dispuesto frente al celebrado capitel de San Sixto y San Lorenzo. De entrada en una primera inspección superficial lo que se advierte son aves que interactúan en dos de las caras con personajes. De lejos no se distingue bien si los hombres sujetan a las aves o sucede lo contrario.
Las opciones que surgen para entender lo que vemos, como en otras ocasiones están sesgadas por la experiencia previa de situaciones que guardan algún parecido con esta iconografía. Podemos considerar a un "señor de los animales" sujetando a las aves, o acaso a la leyenda de Alejandro ascendiendo al cielo gracias a seres voladores. Sin duda es un ejercicio de proyección por el cual estamos dispuestos a ver aquello que conocemos.
Cuando el teleobjetivo ayuda a distinguir detalles resulta que uno de los personajes, el situado a poniente es cojo. Lleva una prótesis sencilla en su amputada pierna derecha, faldita con cuidados pliegues y su torso no aparece esculpido sino que es sugerido por la situación de la cabeza cubierta por un casquete semiesférico.
El detalle de importancia lo vemos en la toma de cerca. Sus manos están cubiertas por guantes desde poco por encima de las muñecas y es en esa zona donde las garras de las aves se aferran al personaje en cuestión.
El hecho de que sea cojo, sin duda debe de tener alguna motivación en relación con el mensaje transmitido. La prótesis que porta tiene forma de horquilla adaptada a su rodilla y en el extremo inferior remata con un tope.
Hay en el románico otros casos de personajes cojos portando prótesis, por ejemplo en la portada de San Pedro de Echano en Olóriz, Navarra, donde aparece un flautista cojo y poco más allá otro que toca el cuerno, también cojo. En el mosaico que decora la cabecera de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción en Lescar, Francia, vemos otro personaje cojo, esta vez participando en una cacería con arco.
En la época medieval, las causas de perder parte de una extremidad inferior podían ser debidas principalmente a dos circunstancias: traumática como consecuencia de herida de guerra o de accidente o también, como expuse en un artículo a propósito de un canecillo de Javierrelatre, debido a la enfermedad conocida como fuego del infierno o de San Antón.
La cara del capitel que da a la plaza del mercado nos muestra a dos aves con largos tarsos descubiertos, característica de rapaces de menor tamaño que las águilas, que con sus garras aferran el astrágalo del capitel.
La cara del capitel opuesta a la del personaje cojo muestra similar composición que aquélla. Un personaje con el torso sugerido, faldita plegada y en este caso con sus dos piernas pisando el astrágalo del capitel.
Las imágenes de detalle del mismo nos vuelven a mostrar que como el anterior, lleva guantes protegiendo sus manos y las aves posan sus garras sobre las mismas.
La cara del capitel que da al interior de la Lonja Chica muestra una escena aparentemente igual; pero contemplada en detalle se advierten notables diferencias. La cara del personaje aparece en similar posición que en las otras dos caras con personas pero en este caso sin cuerpo. Parece estar sugerido que está allí en segundo plano. Las garras de las aves se aferran al extremo superior de sendos vástagos que rematan con tope abajo y en una bola arriba. Sin duda estamos ante dos perchas empleadas como posadero para las aves.
La conclusión que extraigo de la lectura de las caras de este capitel es evidente. A través de las mismas se nos está presentando escenas de cetrería. Aves posadas en el suelo o sobre sus perchas y también sobre las enguantadas manos de sendos halconeros, uno de los cuales es cojo y porta prótesis.
En la escultura románica estamos habituados a ver halcones sobre el puño de caballeros, como señal de su rango social traducido en el arte de la cetrería. El señor de Montpelier en San Gil de Luna, Zaragoza, es un claro ejemplo, así como la iterativa estampa de "Mayo Caballero" en los diferentes mensarios románicos. Lo que es menos habitual es que se representen personajes a pie, no cetreros de elevado rango social, sino halconeros que acaso recurran a este modo de caza para procurar su sustento diario.
Otro personaje de este tipo lo he visto en una de los motivos representados en la portada de Santa María la Real de Sangüesa, Navarra, como puede verse en la imagen inferior.
En fin, que mi insistencia me ha llevado a interpretar otro capitel de la catedral de Jaca. Su mensaje es claro pues nos muestra escenas de cetrería. Otra cosa es llegar a comprender los matices de esas escenas como el de que uno de los personajes sea cojo. Habrá que seguir elucubrando.
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