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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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CAPITEL DE LA ANUNCIACIÓN EN LA CATEDRAL DE JACA.
UNA PROPUESTA PARA JUSTIFICAR SU SITUACIÓN
He vuelto de nuevo mi mirada hacia los capiteles de la catedral de Jaca intentando describir cada uno de ellos y sistematizar en lo posible los muchos detalles escultóricos que escapan a la mirada y que tan solo el teleobjetivo, en algunas ocasiones, nos puede poner de manifiesto. Es sin duda una larga tarea que que al obligarme a repasar y repensar sobre los capiteles me ha planteado muchas dudas y permitido dar con alguna respuesta,. Alguna como la que comparto a continuación creo que puede ser de notable interés para comprender el por qué de la situación de un determinado capitel del maestro de Jaca como es el caso del dedicado a la Anunciación a la Virgen por parte del arcángel San Gabriel, acompañado en este caso por un segundo ser angélico.
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Pero antes de emitir mi hipótesis sobre la ubicación de esta escultura veamos lo que nos narra a través de sus motivos: en el plano formal se trata de un capitel suplementado por su zona inferior por medio de un cilindro decorado con palmetas delimitadas por motivos verticales y lisos en relieve. La cesta del capitel posee dos grandes foliolos angulares que nos recuerdan su origen derivado del modelo corintio. También volutas convergentes en los ángulos del capitel.
Centra su cesta una imagen de la Virgen vestida al modo clásico, con túnica y manto que recoge con su mano izquierda al tiempo que presenta la palma de la diestra abierta hacia el frente a la altura del pecho mirando e interactuando con el ángel situado a su izquierda. Luce un pequeño velo que cubre parcialmente su cabello recogido en delicadas ondas. Se encuentra flanqueada por sendos seres angélicos cuya mitad inferior queda oculta tras los foliolos angulares. Ambos muestran sus alas desplegadas y aparentan estar volando. Las alas internas de ambos, ocupando el lugar teórico de las hélices corintias, convergen en el apeo central sobre el que destaca la cabeza de la Virgen.
El ángel de nuestra izquierda alza su mano izquierda en actitud de bendecir mientras que con el índice de la derecha señala y toca el brazo de la Virgen. El ángel a nuestra derecha, coprotagonista de la escena y por tanto identificable con el arcángel San Gabriel, interactúa con la Virgen mostrándose en conversación con ella. Alza su mano derecha con el índice levantado en actitud de transmitir su mensaje mientras con la izquierda porta una cruz, elemento anacrónico para el momento de la Anunciación y acaso premonitorio del devenir de la historia que a Ella le va a tocar asumir. Ambos ángeles llevan un tipo de peinado frecuente en la obra del maestro de Jaca a modo de "rastas", semejante, por ejemplo, al que luce Abraham en el capitel de la portada meridional de la catedral.
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En la palmeta situada a nuestra izquierda, sobre un fondo de alargados foliolos se muestra un personaje sedente y encorvado adaptado al espacio inferior de ese motivo vegetal en actitud de agarrar a una gran serpiente con ambas manos mientras ésta rodea su cuello de izquierda a derecha mostrando su cabeza triangular a nivel de la rodilla izquierda. Su pie izquierdo está calzado y con el derecho, desnudo, pisa un elemento cuadrado que creo se ha de interpretar cono libro (sagrado). Los bordes del foliolo que contiene esta escena se prolongan con los elementos verticales de la pieza que suplementan la cesta del capitel. En el lateral izquierdo de la cesta, semioculto tras el foliolo hay otro personaje alado de rasgos deliberadamente monstruosos -enorme boca y grandes dientes-. Muestra desplegada su ala izquierda que se contrapone en simetría con la del ángel de ese lado. Sujeta también con ambas manos a otra gran serpiente cuya cabeza aparece apoyada en el ala descrita pasando por detrás de la voluta.
Al lado opuesto encontramos otra palmeta similar en la que se muestra un ser simiesco agarrado con tres de sus manos a un pequeño travesaño a modo de vestigio de collarino mientras lleva su mano derecha hacia la zona de la garganta en un gesto que vemos repetido muchas veces en la representación de la figura de Adán tras comer del fruto prohibido. Su cara ha desaparecido por fractura de la pieza pero permanece el contorno de su cabeza. La voluta lateral de este lado aparece toscamente trabajada, siendo uno más de los detalles de algunos capiteles que indican su colocación antes de ser finalizados.
El ábaco está formado por dos piezas con el mismo modelo repetitivo -de mayor módulo a nuestra derecha- a base de elementos flordelisados y enroscados en su parte inferior componiendo palmetas vegetales
La lectura de la historia que nos narra el capitel es clara y ya la señaló Serafín Moralejo (Aportaciones a la interpretación del programa iconográfico de la catedral de Jaca, en Homenaje al prof. Lacarra, Vol I, p. 190-198. Zaragoza 1977). Representa la escena de la Anunciación de María por el arcángel San Gabriel, con la particularidad de que en la escena aparece un segundo ser angélico (como en la portada de Mediavilla de San Sernin de Toulousse, entre otras).
María es mostrada como triunfadora sobre el mal y el pecado representados por el personaje demoníaco y también por el que con la serpiente al cuello pisa el libro sagrado. El personaje simiesco no aparece "tapando sus ojos con la mano derecha" como indica Moralejo. Basta con ver en detalle la imagen 3 para notar que su mano se sitúa más baja, sobre la garganta, evocando el tantas veces repetido gesto de Adán tras cometer el pecado original. Pecado que nos conduce al mal y a los vicios representados por el arquetipo del simio.
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En Junio de 2017, David Simón comunicó en Jaca una importante idea en relación con este capitel aportando la hipótesis de que el relieve visigodo de Quintanilla de las Viñas representa al momento de la Anunciación y que por la presencia de dos seres angélicos en esta placa podría estar en relación con la iconografía de Jaca (Imagen 4).
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He repasado numerosas escenas que representan el momento de la Anunciación y en su inmensa mayoría el arcángel Gabriel se sitúa al lado derecho de la Virgen, es decir a nuestra izquierda cuando contemplamos la escena. Sin tratar de ser exhaustivo nombraré las anunciaciones de Bagüés (Imagen 5); del monasterio de Benedictinas de Jaca (Imagen 6); de la sala de doña Petronila en el Palacio Real de Huesca (Imagen 7); del frontal procedente de la ermita de Iguácel; de la portada de Santo Domingo de Soria; de la portada sur de San Vicente de Ávila; de la portada norte de san Juan de Portomarín; del relieve del claustro de Santo Domingo de Silos; del relieve hallado en San Salvador de Ejea de los Caballeros; del capitel interior de San Juan de Duero; del relieve del monasterio de Cambrón (Sádaba) en la universidad de Yale; de la pintura absidal de San Pere de Sorpe en el MNAC; del relieve en la portada sur del monasterio de Nuestra Señora de Estíbaliz; del bajorrelieve en el sarcófago de San Ramón en Roda de Isábena, del capitel de San Juan de Ortega, etc. etc.
También hay algún capitel en que la posición de Virgen/arcángel es la contraria y quizá el más emblemático en nuestra región sea el del claustro de San Juan de la Peña. Otro excepcional es el de la cámara en alto de Santa Cruz de la Serós en el que se muestran dos momentos de la Anunciación, estando el arcángel a nuestra derecha en la cara frontal y a nuestra izquierda en la lateral izquierda; pero mayoritariamente encontraremos en la iconografía a la Virgen en el lado derecho de la escena situación que sin duda constituye la norma.
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Un motivo escultórico importante en relación con el tema que tratamos es el capitel de la puerta de Mediavilla en San Sernin de Toulousse tanto por su estrecha relación estilística con Jaca como por la semejanza en el modo de mostrar el momento de la Anunciación con la participación de dos seres angélicos, si bien en el motivo francés el arcángel San Gabriel, siguiendo la norma, está a nuestra izquierda interactuando con la Virgen y portando la cruz mientras el segundo ser angélico actúa de modo complementario como turiferario (Imagen 8).
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Con este amplio pero necesario preámbulo, al volver los ojos a la escena de la Anunciación de Jaca nos encontramos con que la simbología importante de la escena, la interacción entre el arcángel y María, se desarrolla en modo contrario a como se lleva a cabo en la inmensa mayor parte de escenas semejantes en el arte medieval, de las que he aportado una muestra. En Jaca, María está en posición frontal centrando la cesta del capitel como corresponde a su protagonismo, pero con torso y cara vueltos hacia nuestro lado derecho y no solo porque sea allí donde se halla el arcángel. El maestro de Jaca dispuso la escena de este modo por otro motivo que expondré a continuación (Imágenes 1 y 9).
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En la actualidad, como ya he dicho, la zona donde se ubica este capitel es oscura y ello se debe en parte a las notable reformas y añadidos que la catedral ha sufrido a lo largo del tiempo. En lo referente a esta zona, es clave el hecho de la edificación de la capilla renacentista de San Miguel en el primer tercio del siglo XVI a costa de la desaparición de buena parte del lienzo del transepto meridional que era continuación del muro de la nave puesto que no sobresale en planta como consecuencia del arcaicismo del modelo edificativo. En la actualidad, un poco por encima de donde estuvo la parte alta del vano del transepto hay un óculo del XVI. Al interior puede estimarse dónde estuvo la parte alta del vano original, porque la línea de imposta se mantiene y era desde la que se formaba su medio punto dovelado.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que cuando hubo vano en ese lienzo del transepto, entraba por el mismo la luz suficiente para iluminar el crucero, la zona sur del transepto, la embocadura de la nave meridional y por supuesto el magnífico capitel del que estamos tratando y que corona el lado sur del pilar anterior que linda con la nave central.
En la planta de la catedral que Marcel Durliat dibujó restituyendo la posible arquitectura del desaparecido ábside central, hizo lo propio con la porción del muro que la capilla de San Miguel había hecho desaparecer, empresa sencilla dado que el homólogo de ese lienzo del transepto permanece con su ventanal original en el lado norte (señalado con círculo amarillo en la imagen 10).
De la observación de esa reposición sobre el plano se deduce que la posición del vano del desaparecido lienzo sur del transepto y el capitel de la Anunciación estaban dispuestos de tal modo que la luz solar podía incidir directamente sobre el mismo, como muestra la línea azul de la imagen 10.
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¿Cuándo ocurría este hecho?... no dispongo de conocimientos para calcular el momento exacto del año en que eso sucedía, pero una sencilla aproximación bidimensional aprovechando una sección de la catedral de su Plan Director de 1999 me permite señalar hacia fechas cercanas al equinoccio (21-22 de marzo, para el primaveral).
En la imagen 11 he señalado con tonos rojizos el vano del transepto y la posición del mencionado capitel con sus respectivas alturas relativas. Tomando el centro del vano, el ángulo formado por el rayo de sol que incide en el capitel es de 35º; aunque para un ángulo de 42º, acorde con la inclinación solar en el equinoccio para la latitud de Jaca, ese rayo de sol también lo alcanzaría atravesando la parte mas alta del alargado vano del transepto.
En definitiva, creo que el capitel de la Anunciación -obra del maestro de Jaca- fue labrado de modo que la interacción entre María y el arcángel se orientase en oblicuo hacia la cabecera del templo para recibir en directo el rayo de Sol en dos momentos del año: en los equinoccios de primavera y otoño, siendo el primero de ellos (alrededor del 20 de marzo) la fecha de la Anunciación a María, nueve meses antes de la Natividad.
Estamos ante una posición fuera de la norma general de los personajes participantes en una escena situada hoy en la oscuridad que como propongo debió de ser perfectamente planificada por el maestro de Jaca para magnificar gracias a su iluminación por el rayo solar equinoccial un acontecimiento realmente importante en el ciclo litúrgico anual que lamentablemente hoy hemos perdido debido a la remodelación del templo. Propongo, para paliar en parte esta circunstancia a la vez que se realza el simbolismo del capitel y de su situación, colocar un foco de luz iluminándolo en modo semejante a como lo hiciese el rayo de luz en el milagro anual de la Anunciación.
Por otra parte, y no menos importante, hay que destacar el hecho de que sea el único capitel de la catedral que nos muestra un tema neotestamentario. Hay capiteles con temas veterotestamentarios en ambos portales (Moisés/Aarón y Daniel/Habacuc en el portal occidental, así como Balaam y Abraham/Isaac en el meridional) pero la única referencia explícita a un hecho del Nuevo Testamento se encuentra al interior de la catedral mostrando el episodio de la Anunciación del cual hemos tratado en este artículo. Sin duda la elección de su situación no fue aleatoria.
Huesca a 28 de agosto de 2018.
Antonio García Omedes,
de la Real Academia de San Luis
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