LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

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HOSPITAL DE SANTA CRISTINA DE SOMPORT.

DESCUBRIMIENTO DE UN CAPITEL DOBLE Y SU VINCULACIÓN CON EL MONASTERIO DE PUILAMPA


 

El hospital de Santa Cristina de Somport, fundando a finales del siglo XI según el Codex Calixtinus (ca. 1140), fue unos de los tres más importantes del mundo (junto a los hospitales de Jerusalén y al Gran San Bernardo, ubicado entre Suiza e Italia). Las cuatro grandes rutas de peregrinación desde Francia hacia Santiago cruzan el Pirineo por dos pasos principales: el de Roncesvalles, donde convergen tres grandes vías, que son la Vía Podiensis (procedente de Le Puy), la vía Lemovicensis (procedente de Vezelay), la vía Turonensis (procedente de París o de Tours); o por el paso del puerto de Somport atravesado por la vía Tolosana (procedente de Arles, en la Provenza).

La importancia de la vía Tolosana, que penetra en la península a través de Aragón (en rojo en la imagen bajo estas líneas), radica en que recoge las peregrinaciones procedentes de Roma, siendo el camino bidireccional y de gran trascendencia por la importancia de Roma en el panorama medieval. Esa vía Tolosana atraviesa la Provenza y llega hasta el puerto de Somport donde, por su importancia, se estableció el hospital de asistencia a peregrinos de Santa Cristina.

La antigua vía romana que atraviesa el Pirineo por el puerto del Palo perdió su primacía en favor de la que lo corona por el puerto de Somport (Sumum Portus) dado que el primero tiene una cota de 1942 metros y el de Somport 1640 metros y estaba siempre transitable. Según Domingo Buesa, cuando Sancho Ramírez viajó a Roma en 1068 para infeudar el reino, inició el viaje por la vía del puerto del Palo pero debido a la nieve existente se desvió por el valle de Aragüés hacia el Somport y Olorón. Esa circunstancia, además de la importancia de Jaca como capital de emergente reino, relegaron a la antigua vía chesa (paralela al curso del río Aragón Subordán que pasaba por Siresa hacia el puerto del Palo) dando prioridad a la vía que cruza el Pirineo por el puerto de Somport.

Según el cartulario de Santa Cristina de Somport, Sancho Ramírez concedió privilegios a este lugar en 1078. El documento, considerado falso, señala algunos datos ciertos como la fundación en el siglo XI de un lugar de acogida a peregrinos.

En 1169 Alfonso II confirmó en un documento las donaciones de sus antepasados al hospital de Santa Cristina citando en el mismo a Sancho Ramírez, a Pedro I, a Alfonso I, a Ramiro II y a Ramón Berenguer IV. Esta confirmación de lo hecho por sus antepasados acredita la existencia de Santa Cristina de Somport en vida de Sancho Ramírez.

El obispo de Pamplona, el aragonés Sancho de Larrosa, fundó el hospital de Roncesvalles entre 1127 Y 1132. En la bula papal de Eugenio III, de 1151, la iglesia de Roncesvalles se registraba entre las posesiones del priorato de Somport.

El esplendor del monasterio de Santa Cristina se mantuvo hasta finales del siglo XIV contando con gran expansión territorial. En el siglo XVI los monjes se trasladaron a una casa de su propiedad en Jaca, que sería demolida para edificar la ciudadela. Desde principios del siglo XVII el antiguo hospital del Somport, por decisión regia, pasó a ser propiedad de la orden de predicadores (dominicos) sustituyendo así a los antiguos canónigos agustinianos; propiedad que detentaron hasta la desamortización (siglo XIX).

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En 1707 durante la guerra de sucesión, el monasterio sufrió un incendio intencionado. El último incendio, por parte del ejército francés, tuvo lugar en 1808 al inicio de la Guerra de la Independencia. La venta, o mesón, ocupaba precisamente el solar de la antigua iglesia. Los dominicos, pese a que lo intentaron, ya no lograron acometer su reconstrucción tras el último incendio de 1808.

Santa Cristina cayó en el olvido hasta que sus ruinas fueron localizadas en 1920 por R. Maussier. En 1928, el comandante Almarza y los señores Cativiela y Pascual Galindo realizaron pequeñas prospecciones y reportajes fotográficos. En 1965 se realizó una intervención muy extensa para exhumar los muros por parte del Patrimonio Forestal del Estado. Todas las intervenciones arqueológicas y campañas de consolidación han sido promovidas por el Gobierno de Aragón. Este año de 2022 se cumple el 35º Aniversario de su inicio a instancias del presidente Santiago Marraco y tras un informe favorable emitido por J. L. Ona.

Fue en 1987 cuando se realizaron las primeras catas arqueológicas regladas. La iglesia se excavó por completo durante las campañas de 1987 a 1991. En 2004, tras once años de paréntesis, regresaron los arqueólogos a Santa Cristina bajo la codirección de José Luis Ona. Ya en esas fechas Jaime Vicente Redón, entonces directos general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, apuntaba a la colocación de una cubierta adecuada para proteger los restos exhumados (Heraldo de Aragón 12-07-2004). A partir de ese momento sucesivas campañas arqueológicas han ido sacando a la luz la estructura de la iglesia y del monasterio, enterramientos de peregrinos con algunos ajuares y monedas. También elementos edificativos de gran interés, como comentaré más adelante, y marcas de cantería en sillares reutilizados o exhumados.

Gracias a las nuevas tecnologías podemos disfrutar de imágenes aéreas perfectas tomadas con dron por el arqueólogo Héctor Arcusa como puede verse en la imagen 2. Colocando el cursor sobre la misma se delimitan algunas estructuras del monasterio.

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A finales de agosto de 2021 el arqueólogo José Luis Ona me dio noticia de que habían encontrado una pareja de grandes capiteles reutilizados en la edificación de un muro ortogonal al lado sur del templo, al tiempo que me solicitaba opinión acerca de la decoración vegetal de sus cestas (Imágenes 3, 4 y 5). La opinión que le transmití tanto a Ona como a la directora General de Patrimonio, Marisancho Menjón, fue esta:

“He de reconocer que son dos piezas magníficas y espero que salgan más porque las reutilizaron en un muro próximo a la iglesia y si usaron esas, en la misma hilada puede haber más por continuar con la misma altura de la hilada (ojalá). Son de módulo muy grande (unos 50 cm) y coherentes con el resto de una pilastra grande y con resto de dos basas grandes y dos más pequeñas laterales que hay adosada al muro norte. Reuniendo esas dos circunstancias creo que son parte de una pilastra con doble columna adosada, al modo hispano-languedociano, y dos laterales para voltear crucería, como en Puilampa pero de una potencia mucho mayor. Las dobles columnas y el estilo hispano-languedocianos, según García Lloret, llegaron a Aragón en el templo de San Gil de Luna impulsadas por Alfonso II, lo que da un marco cronológico. Puilampa, San Gil de Luna. Santiago de Agüero son muestras de ese modo de hacer lo que apunta hacia el entorno de 1170 (consagración de san Gil de Luna). Esos capiteles son de aspecto cisterciense con decoración vegetal sencilla pero muy bella y posiblemente sea la “avanzadilla” de ese nuevo estilo que vemos en los templos señalados. Sobrios, cistercienses y muy franceses, probablemente algo anteriores a 1170… Santa Cristina vuelve a estar en el mapa”

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En lo formal, estamos ante dos capiteles de grandes proporciones (50 cm de anchura cada uno) que en su momento coronaron sendas semicolumnas adosadas al estilo hispanolanguedociano sobre los cuales volteó un arco fajón. Sus cestas están decoradas con una sucesión de amplios foliolos. Entre cada dos de ellos asoman las zonas altas de otros foliolos situados en segundo plano. La decoración se centra en los foliolos exteriores. En el capitel más próximo a nosotros esa decoración consiste en bandas verticales con sucesión de roleos vegetales con sus extremos enrollados y brotes flordelisados en el interior de cada roleo (Imágenes 6, 7 y 9). El segundo capitel sigue el mismo diseño pero variando la decoración en sus foliolos. En el central hay un largo vástago acabado en abanico de pequeños foliolos (deteriorados) y en los laterales (solo se advierte uno de ellos) hay elementos vegetales a modo de elaboradas hojas festoneadas superpuestas (Imagen 8).

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Revisando las imágenes de los capiteles de Santa Cristina caí en la cuenta de que había visto antes esa elegante decoración a base de roleos vegetales tan bien definidos, y efectivamente la encontré en varias fotografías tomadas en la pequeña y bella iglesia de Puilampa, próxima a Sádaba. En la imagen 10, correspondiente al apeo del arco fajón central de su nave, vemos resaltada en rojo una decoración idéntica a la vista en los capiteles de Santa Cristina. Lo mismo ocurre en la imagen 12, activa, correspondiente al arco triunfal de la iglesia, en la que situando sobre ella el cursor se resalta su ábaco con idéntica decoración

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Más adelante, al revisar todas mis imágenes del monasterio de Puilampa encontré muchas más coincidencias, como en uno de los capiteles que decoran el exterior de los vanos de su ábside en el que la coincidencia de sucesión de foliolos decorados con otros en segundo plano es total (Imagen 11). La decoración de los foliolos así como los foliolos que asoman en segundo plano son tan iguales a los del capitel exhumado en Santa Cristina que hacen pensar en la presencia de un mismo taller, o incluso en una misma mano para ambos.

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La imagen 13 corresponde al lado sur del arco triunfal absidal de Puilampa. También es activa y situando el cursor sobre la misma se resalta en amarillo un elemento decorativo vegetal consistente en un vástago rematado en abanico de pequeños foliolos semejante a lo visto en la imagen 8 de Santa Cristina. En la imagen 14, activa, se resaltan ese mismo elemento vegetal y en rojo las hojas con bordes festoneados idénticas a las de la imagen 8 de Santa Cristina.

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En la imagen 15 muestro un puzle de imágenes para comparar de un vistazo los capiteles aparecidos en Santa Cristina con varios de Puilampa. Una imagen vale más que mil palabras y las coincidencias entre los tres motivos decorativos presentes en ambos templos son evidentes y nos hablan de un mismo taller o quizá de un mismo escultor.

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Además de lo expuesto, existe una coincidencia entre algunas de las marcas de cantero vistas en Santa Cristina con las de la ermita de Puilampa. En sillares reutilizados o exhumados de Santa Cristina he localizado hasta siete marcas de cantero de las cuales tres coinciden con otras tres de las 10 de Puilampa (Imágenes 16 y 17). Este no es un dato confirmatorio porque las tres marcas coincidentes son de amplia difusión por los diferentes templos tardorrománicos aragoneses, en especial las que nos muestran una cruz o una flecha, pero es una coincidencia más a sumar a las ya vistas. (Las marcas "A", "b" y "C", son dudosas porque se hallan en orden alfabético en una jamba al norte, comenzando por la "A" junto al suelo y pudieranser signos para la colocación de los sillares).

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Es una evidencia que los motivos decorativos de los capiteles exhumados en Santa Cristina y los vistos en Puilampa son idénticos, pero es que además tenía la impresión de que no son motivos que se repitan en otros templos de la segunda mitad del siglo XII o de inicios del XIII lo cual, de demostrarse, sería de gran trascendencia.

Para salir de dudas recopilé imágenes y perfilé las decoraciones de capiteles y ábacos de diferentes templos tardorrománicos a fin de compararlos con los descubiertos en Santa Cristina de Somport. Los templos de los cuales he trabajado sus decoraciones son: Puilampa, Veruela, San Gil de Luna, Sala de Doña Petronila en el Palacio Real de Huesca, Santiago de Agüero, monasterio de Cambrón, monasterio de Casbas de Huesca y monasterio de Rueda. (La imagen es activa y cliqueando sobre ella se abre a mayor tamaño)

Hay coincidencias muy interesantes entre algunas de las decoraciones de estos templos, pero las que ahora nos ocupan son las existentes entre Santa Cristina y Puilampa, realzadas con colores rojo, azul y amarillo. Son las coincidencias ya señaladas hasta ahora, pero lo más importante es que no se repiten en ningún otro de los siete templos de similar cronología y eso si que es una evidencia de peso a la hora de establecer una relación directa entre la escultura de Santa Cristina y la de Puilampa, con todo lo que ello supone.

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La referencia más antigua de que se dispone acerca de Puilampa es del año1132 cuando Alfonso I hizo concesión de esos terrenos a Andrés, hijo del conde Huas, para repoblar la zona con gentes de Uncastillo. En 1151 Ramón Berenguer IV donó esos territorios al monasterio de Santa Cristina de Somport para que edificaran un cenobio por lo cual Puilampa se convirtió en monasterio filial de Santa Cristina. La consagración del templo de Puilampa, por las epigrafías existentes en sus muros, se estima que fue en 1191 .

Puesto que Puilampa fue monasterio filial de Santa Cristina, es lógico pensar que la influencia en su edificación y su escultura fueran notables. De ahí la coincidencia entre los visto en los capiteles recientemente recuperados y los de Puilampa; incluso no sería descabellado pensar que los mismos que labraron esos capiteles o alzaron la fábrica de Santa Cristina participasen en la edificación del nuevo templo filial de Puilampa, firmado por "BERNARDVS" en su portada occidental.

Por otra parte, hay que señalar que el recorrido temporal del templo de Santa Cristina de Somport es mucho mayor que el que comentamos que señala a un momento en que la influencia hispanolanguedociana se hace patente en la península. Parece evidente que la cabecera del templo corresponda a su etapa más antigua, acaso fundacional de época de Sancho Ramírez, mientras que la nave pudo ser fruto de reformas tardías motivadas, ya fuera por derrumbes o por los nuevos aires que llegaron de más allá del Pirineo.

García Lloret señala a san Gil de Luna como templo precursor en Aragón del estilo hispanolanguedociano. Allí encontramos las dobles semicolumnas adosadas como elementos portantes de los fajones; semicolumnas que a su vez están flanqueadas por otras dos de menor tamaño para proporcionar apeo a las nervaduras de las bóvedas de crucería simple. En Luna, por motivos geológicos recientemente descubiertos, el proyecto inicial se truncó y renunciaron a abovedar como se hizo en Puilampa y con gran probabilidad en Santa Cristina. San Gil de Luna se consagró en 1170, dos años después de que Alfonso II recuperara su derecho al señorío de la Provenza trayendo a su regreso el nuevo estilo edificativo además de las advocaciones a dos importantes santos provenzales presentes en el templo de San Gil de Luna (San Gil y san Ginés de Arlés).

La nave de Santa Cristina de Somport luciría con gran probabilidad dobles semicolumnas flanqueadas por otras más pequeñas como elementos de apeo a fajones y bóvedas de crucería simple, circunstancias que se repitieron en Puilampa, su filial. En lo alto de unas de esas dobles semicolumnas estarían colocados los capiteles motivo de este artículo. Si esto es así, la nave de Santa Cristina podría datarse, como fechas extremas, entre el año 1170 (fecha de la consagración de San Gil de Luna, punto de llegada a la península del estilo hispanolanguedociano) y antes de 1191 (fecha de la consagración de Puilampa).

También puede postularse la hipótesis de que el estilo hispanolanguedociano llegase a Santa Cristina de Somport antes que a San Gil de Luna (puesto que hasta fechas muy recientes no se conocía la existencia de los capiteles exhumados en Santa Cristina) y que desde aquí generase su influencia sobre su filial en Puilampa (evidente) y sobre el templo que se erigió en Luna tras recuperar Alfonso II el señoría de la Provenza. De uno u otro modo estamos moviéndonos en fechas próximas al último tercio del siglo XII.

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Considerando el hallazgo de los dos capiteles relacionados con la escultura de Puilampa y gracias a ellos la adscripción señalada de la nave de la iglesia monástica de Santa Cristina al estilo hispanolanguedociano, creo que el aspecto interior de la iglesia sería similar al del templo de Puilampa, bien entendido que de mayores proporciones (Imagen 19).

 

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El 4 de octubre de 2022 el presidente de Aragón acompañado de diversas autoridades visitó el yacimiento de Santa Cristina de Somport. En la fotografía del Gobierno de Aragón vemos al arqueólogo José Luis Ona mostrando al presidente Javier Lambán los capiteles aparecidos en la actual campaña que han permitido precisar cronología y estilo a la nave de la iglesia monástica. Esa visita institucional, esperada desde hace algo más de un año, supone un decidido apoyo a este importante yacimiento, jalón importante en el camino de santiago aragonés (Imagen 20).

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Vamos ahora con otra coincidencia más entre los templos de Santa Cristina y Puilampa. En la campaña de excavación de 1989, Antonio Turmo recuperó dos fragmentos de piedra caliza de muy buena calidad con restos de epigrafía, que he podido fotografiar en el Museo Provincial gracias a la amabilidad de su director Fernando Sarría y a Mª José Arbués (2022-10-07). En uno de ellos puede leerse "TA", a falta del brazo izquierdo de la "T". En el otro: "CV", aunque de la "V" solo resta el lado izquierdo. La epigrafía, dispuesta entre dos incisiones paralelas, es muy cuidada y sus letras miden entre 3,5 y 4 cm de altura. El fragmento mayor mide 7 cm de alto por 13 de largo y el menor 10 de alto por 9 de largo (Imagen 21). En la parte alta del fragmento menor se pueden aprecias dos dedos de un pie derecho, perfectamente labrados (Imagen 22)

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En la imagen 23, activa, muestro la epigrafía existente sobre el vano de la portada occidental de la iglesia de Puilampa, formando parte de la base de su tímpano. Colocando sobre ella el cursor aparece resaltada esta inscripción: "+ PORTA PER HANC CELI FIT PER VIA CVEQUE FIDELI +" (Por ésta, la puerta del cielo se abre a cualquier fiel).

Pues bien, los dos fragmentos de Santa Cristina muestran coincidencias con los caracteres resaltados en la inscripción superior con color amarillo. Es lógico pensar que en el monasterio filial, además del estilo arquitectónico y la decoración escultórica también pudieran haber adoptado el lema mostrado sobre la puerta principal de acceso del templo

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En la imagen 24 he colocado los fragmentos de Santa Cristina sobre el lugar correspondiente de la inscripción de Puilampa y en la imagen 25 muestro la inscripción a mayor tamaño. El hecho de haber localizado la escultura de unos dedos del pie derecho nos confirma que ese tímpano de Santa Cristina lució decoración escultórica figurada. Es habitual en el románico mostrar a los personajes vivos calzados mientras que los muertos o las figuras angélicas se representan descalzos. Por ello, quizá ese pie correspondiese a un ángel y por su localización y tamaño podría haber otro en situación simétrica en el lado izquierdo del tímpano... pero eso ya entra en el terrenos de las hipótesis, hasta que los aqueológos aporten más pruebas.

(Hay que hacer notar que en Puilampa se escribió la palabra "CVEQVE" mientras que en San Juan de la Peñao o en Armentia la encontramos como "CUIQVE", como veremos en la siguiente pagina)

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ADENDA

 

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Vamos a tratar de ir un paso más adelante para enredar (o para aclarar, que nunca se sabe) un poco más las cosas e implicar a algún otro templo. La iglesia de Puilampa tiene una decoración muy particular en sus molduras. De hecho es un templo que rompe con la tradición del románico pleno que por lo general decora sus molduras con ajedrezado jaqués. En Puilampa las molduras se decoran con una sucesión muy específica a base de pequeños lazos en forma de "S". En el exterior del templo esta decoración recorre toda su periferia a la altura de los ábacos de los ventanales de la cabecera así como en sus guardapolvos y también el guardapolvo de la portada occidental. En el interior del templo la moldura, que también recorre todos sus muros, lo hace a mayor altura porque la encontramos continuando los ábacos de los grandes capiteles del interior, en la unión de paramentos rectos y bóvedas. Esta decoración tan específica nos transmite la ruptura con el románico pleno y la adscripción a la corriente cisterciense (Imagen 26).

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Las imágenes 27 y 28, activas, corresponde a dos capiteles del interior del cilindro absidal de Santiago de Agüero. La decoración de sus cestas, grosso modo, podemos considerarla formada por una sucesión de lacerias entrecruzadas que guarda una evidente relación con las lacerias de las molduras de Puilampa; pero es que además la decoración de foliolos vegetales múltiples de la imagen 28 (ampliada en la imagen 29 a la derecha) guarda bastante semejanza con lo visto en los recién descubiertos capiteles de Santa Cristina ( imagen 29 izquierda).

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En la imagen 30, activa, muestro una comparación entre una infrecuente decoración en los ábacos de los templos de Puilampa y de Santiago de Agüero.

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¿A dónde quiero ir a parar con estas comparativas?... pues resulta que cuando tienes muchas piezas de un puzle y de pronto algunas de ellas comienzan a encajar, resulta que se desencadena una sucesión de hipótesis basadas en la evidencia entre las esculturas que ya conocíamos y las que han aflorado en Santa Cristina.

Es un hecho histórico que Puilampa es filial de Santa Cristina y por tanto no ha de extrañar que la decoración de los capiteles recién exhumados sea coincidente con lo visto en Puilampa, templo cisterciense con formas edificativas hispanolanguedocianas. Ahora bien, las lacerias de las molduras de Puilampa evocan con fuerza a lo visto en un par de capiteles de Santiago de Agüero en uno de los cuales, además, vemos un motivo vegetal muy parecido al de Santa Cristina (Imagen 29). Por otra parte la decoración de un ábaco de Puilampa es coincidente con otro de Santiago de Agüero (Imagen 30) y a la de otro procedente de la iglesia francesa de Lacommande. La sucesión de círculos secantes del ábaco de un capitel de SªMª de Olorón se repiten en otro del monasterio de Casbas de Huesca (Imágenes 33 y 34) donde el ábaco del capitel de esa misma ventana luce una sucesión de hexafolias idéntica a las del friso interior del ábside central de Santiago de Agüero.

Llegado a esta fase, recuerdo con intensidad la primera vez que acompañé a "Peridis" en su visita a Santiago de Agüero. Situado ante el interior de su ábside central dijo: "pero... esto es muy císter". Pasado el tiempo creo que hay que darle la razón. Es muy císter y con dobles semicolumnas en su arco triunfal al modo hispanolanguedociano.

De la coincidencia de motivos decorativos entre los capiteles de Santa Cristina y los de Puilampa, hemos llegado hasta Santiago de Agüero (a su primera fase) y quizá podamos precisar algo más la cronología de ese templo lleno de interrogantes.

La excavación de Santa Cristina de Somport nos ha aportado nuevas pistas de gran interés para intentar encajar muchas piezas de este magnífico puzle que es el románico. Confío en que la arqueología pueda aportarnos nuevas pistas.


 

BIBLIOGRAFIA

Andrés Navarro, J. Iglesia de Puilampa, en "Enciclopedia del Románico, Zaragoza Vol II", Fundación SªMª la Real, Aguilar de Campoo (Palencia), 2010, p. 562- 574

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Buesa Conde, D. Los caminos de Santiago. Aragón, Somport y Jaca, en "Los caminos de Santiago. Arte, historia y literatura." DPZ Institución Fernando el Católico, p. 7-28, 2005

García Lloret, J.L. La escultura románica del Maestro de San Juan de la Peña, Institución Fernando el Católico, p. 71-98, 2005

- La iglesia de San Gil de Luna (Zaragoza), una obra cumbre de la cultura hispano-languedociana, en "Románico", revista de la Asociación de Amigos del Románico,Nº 3, p. 18-27, 2006 .

- La escultura románica en Aragón. Representaciones de santos, artista y mecenas. Milenio, p.77-84, 2008

Moreno Gallo, I. Ingeniería romana en los caminos de Santiago. III-El camino aragonés, Cimbra nº 359, 2004

Ocón Alonso, D. Las portadas de Puilampa y El Bayo, en "Románico", revista de la Asociación de Amigos del Románico, Nº 8, p. 10-17, 2009.

Ubieto Arteta, A. Los primeros años del hospital de Santa Cristina de Somport. Príncipe de Viana nº 104-105 p. 267-276, 1996

 


Huesca; 9 de octubre de 2022

Antonio García Omedes,

de la Real Academia de San Luis


 

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