UTM 30T 268901 4680765 636 m.

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El acceso al interior del torreón se halla a nivel de la segunda planta. Una vez dentro el espacio de la torre es muy alargado estando perfectamente integradas en el conjunto las estructuras de madera que se han añadido para su cómoda visita. (Imagen 2). La sensación de "pasillo" del interior de la torre viene dada por el hecho de que el espacio destinado a la escalera (casi un tercio, en el testero oeste) en su forma primitiva estaba independiente de los habitáculos .

La Imagen 1 muestra la puerta de acceso, también con dobladura lombarda del arco al interior y un zaguán abovedado cubierto con medio cañón que permite apreciar el notable espesor del muro. Estas imágenes corresponden a la planta de acceso, es decir, la segunda. Bajo ella hay otra, no visitable, que se utilizaba con almacén, con dos vanos aspillerados en los muros largos y uno en cada uno de los cortos, situados a notable altura.

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La planta tercera destaca de las demás por tener dos vanos geminados, uno en cada uno de los muros cortos. El occidental, centrado (Imagen 9) y el orientaldescentrado hacia el norte por necesidad de compartir espacio con el retrete intramuro existente en el mismo lienzo (Imágenes 3, 4 y 10). El ventanal geminado del muro oriental se cegó y adecuó como pequeño ábside de oratorio privado, aprovechando su forma y orientación. Persiste en parte su enfoscado y restos de la decoración cromática (Imagen 4).

A derecha del ventanal cegado en funciones de capilla hay una preciosa puerta con dintel monolítico y arco de descarga dovelado con su tímpano cegado, que permite el paso al retrete (Imágenes 5 y 10). Se trata de una estancia acodada a derecha (Imagen 6) en el interior del grueso muro cubierta con bóveda de medio cañón (Imagen 8) y soporte de piedra para asiento (Imagen 6 y 7). Desagua al exterior -al lienzo oriental- mediante una losa muy inclinada (Imagen 7). Dos pequeños vanos, uno en la esquina del muro sur y otro en el muro este, aseguran su ventilación. En el muro del retrete que da a la estancia y a la altura de la vista estando sentado (utilizándolo) hay un pequeño orificio que permitía controlar la llegada inoportuna (tanto de amigos, como de enemigos) en una circunstancia probablemente de mayor vulnerabilidad (Imágenes 5 y 10).

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La planta tercera, debió de ser la estancia noble de la torre dada las estructuras descritas existentes en la misma, inusuales en las edificaciones castrenses. Oratorio y retrete constituyen una modernidad próxima al lujo en este momento histórico.

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