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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-BIEL. CASTILLO- (BIC. 22-V-2006) |
  UTM 30T 669978 4695074 765 m |
(CINCOVILLAS) |
Esta torre, ubicada a orillas de la cabecera del río Arba de Biel, destaca por su grandeza sobre la iglesia y el caserío (Imagen 2). Junto con Uncastillo y Luesia vigilaba el paso desde Ejea hacia el condado de Aragón a través de la sierra Carbonera (ver mapa). Las primeras noticias del castillo de Biel son de la época de Sancho III el Mayor de Navarra, aunque su primer tenente conocido, entre 1042 y 1051, fue Blasco Oriol. Ya en el trono, Sancho Ramírez rey de Aragoneses y Pamploneses, lo entregó en dote a su esposa Felicia de Roucy con la que casó en 1071. A partir de esa fecha el castillo aparece citado como Palacio del Rey, del que serán tenentes sucesivamente sus hijos Fernando y Alfonso. Autores como Cristóbal Guitart son de la opinión de que en su actual estado es obra de constructores centroeuropeos, quizá normandos, que acudieron a la llamada de la cruzada de Barbastro (18 de mayo de 2001, 2002, 2004, 2005 y 2008).
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Es probable que Sancho Ramírez, además de "importar" su esposa Felicia de Roucy de centroeuropa, importase también buenas relaciones y nuevos operarios diestros en trabajar la piedra de forma rápida y eficaz, a puntero, lo que posibilitaría el gran auge de las construcciones románicas ulteriores. Los grandes y desafortunados ventanales son debidos a las reformas del siglo XVI de D. Hernando de Aragón, quién también retocará con desatino (a mi actual modo de entender) el castillo de Luesia y su iglesia parroquial.
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Al igual que sucede en monumentos similares, lo que vemos hoy no es más que su esqueleto de piedra. Faltan, y sería magnífico poderlos reponer -entre otros- los elemento de madera que compartimentaban y hacían habitable la torre. También el cadalso corrido de su planta superior, atestiguado por los mechinales que vemos en el muro sur de la misma (Imagen 1). Habría que compartimentarla dotándola de pisos de madera tras reponer sus arcos de apeo y viguería maestra. Eso se hizo en Abizanda, lugar en el que las fotografías de Lucien Briet, nos han dejado testimonio de una situación previa muy similar a la de esta torre. Por otra parte será necesario para poder acceder al mantenimiento de su cubierta.
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El castillo asienta directamente sobre una plataforma rocosa y en su entorno apenas se adivina parte del recinto. La planta del mismo es curiosamente irregular debido a la existencia de una torre en su extremo sur, a la que se le derribó su lienzo norte y construyó adosado el resto del castillo por los ya citados constructores centroeuropeos.
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Al interior, cada planta ocupa 105 m cuadrados siendo su altura total de 25 m. La planta baja, de almacén, se levanta sobre un basamento macizo de 3 m. Sobre ella, está la planta de la puerta, que abre al este. Por encima hubo otra planta de habitación y sobre esta, dos de defensa con vanos de cadalso al tresbolillo.
Cuatro arcos de medio punto en cada planta colaborban a sustentar el piso de la situada por encima. De estos arcos se conservan los arranques. Ello constituye una novedad en la construcción, al igual que el cuidado aparejo de la obra, inusual en el XI. Volvemos a ver esta forma de disponer los pisos al interior de la torre en Abizanda, así como en la torre norte de Loarre.
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Su gran superficie y cuidada ejecución con técnicas "importadas" apuntan a un verdadero palacio-torre en el concepto del "donjón". La adición de un tejado convencional, dotado de gran alero al estilo de los caserones nobles de las Altas Cinco Villas afea el conjunto (independientemente de que lo proteja de forma eficaz). La solución de la cubierta del edificio debió de estar más acorde con su primitivo diseño. Da la sensación de que la elección aún fuese del arzobispo D. Hernando.
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