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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-ARDISA. CASTILLO DE LA BALLESTA- |
UTM 30T 685469 4671615 405 m. |
(CINCOVILLAS) |
Es habitual el hecho de que los castillos de época románica se hallen en cotas elevadas tanto para tener control visual de amplio territorio como para ser más fácilmente defendibles. Esas indiscutibles ventajas conllevan sin embargo algunos inconvenientes no despreciables. Primero el propio hecho de edificar en sitios enriscados y poco accesibles y por supuesto el problema del abastecimiento de la fortaleza, en especial en lo referente al agua.
Hay en Aragón dos castillos que escapan a la norma y se ubican en el llano, junto a cauces fluviales. Uno es el de Obano, próximo a Luna y próximo al río Arba de Biel. El segundo de ellos es el castillo de la Ballesta, al sur de Ardisa y sobre la orilla derecha del río Gállego.
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Se sitúa un kilómetro al sur de Ardisa, y poco por debajo de la presa del embalse de su mismo nombre en una zona del río en que se suceden los meandros. Desde lo alto de Rosell donde existen restos de una fortificación islámica podemos ver el amplio valle formado por el río Gállego cuyo fértil sustrato aparece con los cereales apuntado tiñendo el suelo de verde (imagen 2). El río, ya domesticado en la tierra llana, serpentea formando taludes y ripas.
El origen de esta fortificación hay que retrotraerlo a época del rey Sancho Ramírez. Hacia 1083 se edificó por orden suya. Posiblemente el arranque de la torre corresponda a ese momento si bien en el devenir del tiempo se debió de rehacer puesto que la zona alta que asoma por entre las edificaciones añadidas muestra estilo y marcas de cantería de un momento ya avanzado, probablemente de la primera mitad del XIII.
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A la torre inicial de esta fortificación, al estilo de la mencionada de Obano, se añadió en los siglos XV y XVI una edificación perimetral, de cuyo centro parece emerger. Y por fuera de la misma un recinto amurallado cuadrangular con un par de pequeños cubos en sus ángulos norte y este. El resultado final que ha llegado hasta nuestros días es la curiosa estampa que ofrezco.
El recinto fortificado exterior el ligeramente rectangular y se dispone con sus ángulos casi orientados a los puntos cardinales (Imagen 4) siendo sus dimensiones de 35 x 45 m. El edificio fortificado añadido a la torre mide 18 x 20 m. La torre, por fin, mide 7 metros en cada uno de su lados (medidas aproximadas a partir de la imagen aérea del "Sig Pac"). Con esta fortificación Sancho Ramírez buscaba controlar los caminos paralelos al Gállego y las vías entre Huesca, Luna y Ejea de los Caballeros.
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Haciendo referencia a la fortificación inicial situada en este punto, se cita a Fortun Dat como su tenente en tiempos de Pedro I (1102). Más adelante en 1262, Jaime I creó la baronía de Ayerbe para su hijo natural Pedro, cediéndole asimismo la propiedad del castillo. En el siglo XIV era propiedad de don Lope de Gurrea y Elfa Ortiz quien lo cede en testamento en 1347 a su hijo don García Ortiz.
En 1461 es adquirido por don Gabriel Sánchez, secretario de Fernando el Católico quien lo cede en dote a doña Aldonza Sánchez -su hija- al casar con Miguel de Gurrea y Cerdán. Más tarde lo heredará el hijo de ambos don Francisco de Gurrea Sánchez, gobernador del reino de Aragón y lugarteniente de Carlos V, quien casó con doña Leonor de Castro-Pinós. Fue doña Leonor quien ordenó levantar la casa-palacio al modo en que hoy la hallamos.
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La torre que surge entre los tejados de esta casa palacio es de sección cuadrada, de unos 7 metros de lado exterior y debió de contar con tres alturas por encima de la planta baja.
Era habitual en este tipo de fortificaciones -volviendo los ojos al referente de Obano- la existencia de planta baja destinada a almacén de víveres y aljibe, sin comunicación con el exterior. Sobre ella la planta de ingreso a la torre, con puerta en altura a la que se accedía mediante estructura móvil de madera, fácil de retirar en caso de asedio. Más arriba una planta de habitación y por fin la tercera de acceso al cadalso.
Los mechinales que se advierten en esta torre (Imágenes 8 a 10) son los de la hilada inferior, la correspondiente al suelo del cadalso perimetral. Faltan los de la parte alta, desaparecidos quizá al recomponer el estado actual de la torre, pues se advierte que desde extremo inferior de las saeteras varía la morfología de los sillares (Imagen 10).
Al interior tengo constancia de que existe una bóveda de crucería con nervaduras que apean en ménsulas decoradas con cabeza de hombre, toro, aves y motivos vegetales, de hechuras ya góticas y por tanto añadida al edificio original.
Revisando en las imágenes tomadas con teleobjetivo los sillares de la zona sobresaliente d ela torre he localizado las marcas de cantero que se muestran en la imagen 14.
Como dato curioso decir que el castillo de la Ballesta, de propiedad particular, se ofrece a la venta a través de internet junto con una hectárea de terreno por un precio de 1.918.000 euros -unos 300 millones de las antiguas pesetas-
En el mes de marzo de 2017 he visitado el interior del castillo para generar un artículo solicitado por la revista "SIPA". Las imágenes y la información acerca de lo visto las he colgado en este ENLACE que complementa lo dicho en esta pagina.
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