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Al interior el templo (bien cuidado por mosen Benito) se compone de nave única rematada por cabecera compuesta de cilindro absidal precedido de amplio presbiterio, bien señalado al exterior (Imagen 2). La cabecera esta notablemente elevada con respecto al suelo de la nave y a ambos lados del presbiterio hay una bancada corrida con su ángulo ligeramente decorado cona moldura de bocel (Imagen 7).

El cilindro absidal cubre con bóveda de cuarto de esfera, medio cañón en el presbiterio y con tejado a dos aguas de madera en la nave. Una imposta biselada recorre ábside y presbiterio a nivel de la unión de muros y bóvedas (Imágenes 1 y 6). Centra el cilindro absidal un ventanal de doble derrama. Otro, aspillerado al exterior, ilumina desde lo alto del presbiterio sur.

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Al exterior del presbiterio, su articulación con el cilindro absidal muestra una variante que no había visto hasta este templo: sobresale más la mitad superior que la inferior, haciéndose congruentes por medio de una imposta que en el lado sur muestra decoración geométrica en su intrados (Imagen 3).

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En el interior de la nave podemos ver algunos maderos "tratados con aceite usado de motor" que según me relató, mosen Benito emplea para sanear las cubiertas. También piedras y losas para solar y reparar aceras, como a él le gusta hacer en los numerosos templos que atiende y mantiene (Imagen 8).

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En los muros del templo quedan varias de las cruces de consagración. Adoptan dos estilos diferentes reflejados en las imágenes 9 a 12. Debajo de todas encontramos el lugar donde se colocaban velas para la ceremonia de la consagración del templo.