| -SUSÍN. PARROQUIAL DE SANTA EULALIA (Cont.)- |
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En los petroglifos, predominan las dobles espirales,
las espirales simples y los círculos además de motivos
geométricos que llenan la superficie como es habitual en el mundo
visigodo ("horror vacui"). También podemos encontrar restos de epigrafía
de difícil lectura (Imágenes 6 y 11 -girada
180 grados esta última-) y símbolos que no logro interpretar
(imagen 10). Todos ellos lo he calcado sobre las
fotografías y los muestro en el cuadro de la imagen 12.
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Además de lo mostrado hasta ahora,
hay un sillar reutilizado y colocado a tizón en el lado sur del
ábside que en principio no mereció mi atención
pero que al repasar las imágenes en el ordenador me hizo dar
un respingo. Me refiero a la imagen 13 en la que veo
(quizá vea más de lo que hay; pero sin duda hay algo)
un rostro toscamente labrado rodeado de símbolos entre los que
hay dos -otra vez- que pueden ser "X" y "P". Colocando el cursor sobre la imagen
muestro mi interpretación de esos trazos, o lo que creo ver en
ellos, que nunca se sabe. Es probable que se trate de lo que se define como "bioperturbaciones" es decir improntas dejadas en la piedra por elementos animales fosilizados.
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A propósito de este templo me
he permitido considerar otra vez la raíz hispanovisigoda de las
iglesias de esta zona de Aragón, que creo evidente. Sobre lo
que hubo y se destruyó se reedificó el románico
del Gállego. Pero... ¿Por qué el hecho diferencial
de los petroglifos de Susín? ¿Acaso solo los hubo en este
templo?. ¿O quizá sea que en este
lugar además del elemento hispanovisigodo se sumó un elemento
de culto local, cristiano, de raíz celta que por algún
motivo tuvo aquí más trascendencia?
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Evidentemente no tengo respuesta a estas
preguntas. Tengo sensaciones, presentimientos... pero eso no casa bien
con el espíritu científico necesario para aseverar. Habrá
que esperar a mentes más capaces. Mientras tanto os dejo con una imagen
(14) dedicada a Angelines, la fuerza vital de Susín. Es el ábside
de su iglesia cuajada de petroglifos ante la que crece altivo un cardo
al que he añadido unos efectos de luz porque sus raíces
penetran al más allá para buscar a los que fueron y ya
no son..
En Susín, la vida sigue. Cada
primavera el carbonero anida entre los muros de la iglesia. Esas grietas
que dejan las piedras reutilizadas y toscamente ensambladas le convienen
para proteger a su nidada. Afanoso va y viene llevando un montón
de pequeños insectos en su pico. La vida sigue. Trabajemos por Susín
como lo hacen desde la asociación "Mallau-Amigos
de Susín" Naturalmente Angelines está
allí. Sube, acércate, pregunta por ella, cuenta lo que veas y oigas.
De ese modo lo mantenemos vivo. Merece la pena.