| -SOPEIRA. MONASTERIO DE Sª Mª Y SAN PEDRO DE ALAÓN (Cont.)- |
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Entre el muro
norte y la estructura que aloja actualmente la sacristía quedan vestigios
de lo que fue el claustro monástico contemporáneo del de Roda de Isábena
y la puerta de acceso al mismo, hoy tapiada (Imágenes
1 a 3). Lo que fuera espacio claustral
fue durante mucho tiempo una zona "detrás del templo", oculta,
casi basurero, colmatada de escombro y maleza creciendo por doquier. A pesar
de ello podía advertirse con claridad el claustro, así como
las tapiadas arcadas de arcaica hechura en la estructura perpendicular al
muro norte que debió de ser en su tiempo la sala capitular con sus
vanos de acceso. Esta zona era conocida como
"el huerto del cura", y seguramente fue un lugar adecuado para que
los sacerdotes de la posguerra cultivasen sus verduras sobre una amplia capa
de tierra que colmataba el antiguo claustro (Texto e imágenes
de junio de 2001).
El 9 de enero de 2007 ha
saltado a la prensa local la buena noticia de que la empresa "Prames"
ha desescombrado este espacio dejando visto el arranque de la estructura
del claustro que permanecía oculto. El director del proyecto ha sido
el arquitecto D. Luis Franco y Dª Beatriz Andrés la arqueóloga
de la empresa Prames para esta campaña de excavación. Es de esperar que tras la
primera fase de excavación venga una ulterior de consolidación
y protección de las estructuras descubiertas. O de reconstrucción
del claustro al modo de como fue en origen.
Las imágenes
1 a 3 corresponden a mi primera visita a Alaón en junio de
2001. Todavía el "huerto del cura" era una escombrera y las
imágenes del muro norte y la portada de acceso al claustro están
tomadas desde una relativa altura alcanzada por la colmatación. A partir de este punto, las
siguientes imágenes corresponden al día 19 de enero de 2007,
poco más de una semana tras darse a conocer la buena noticia en los
medios de comunicación. Despunta el sol invernal
muy bajo en su trayectoria que hace que el claustro y el templo permanezcan en sombra hasta
bien avanzada la mañana. Las labores de desescombro
realizadas en el lado norte del templo han puesto de manifiesto el arranque
de los muros del claustro, con una potencia de alrededor de un metro en muchas
zonas del mismo. La bancada corrida sobre la que asentaron las basas está
íntegra en gran parte de la estructura. Y las basas se conservan "in
situ" con una cadencia de poco más de un metro entre una y otra.
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Es un claustro de pequeñas
dimensiones en torno a la docena de metros de lado que tuvo arquería
apeada por medio de capiteles y columnas simples. El acceso al espacio central
del claustro se efectuaba por un vano enmarcado por basas, columnas
con su capitel y arco de medio punto, descentrado al norte, situado frente
a la portada cegada del muro norte del templo. Lugar idóneo para el
paso del templo al claustro, señalado además por la basa del
lado este de este acceso (Imágenes 14 y 15).
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Quedan empotradas en el muro
norte del templo las ménsulas de apeo a la cubierta del claustro así
como la pieza esquinera entre muro norte y fachada de la sala capitular, que
facilitarán la rehechura del mismo, indicando cuál era su cota. Ha aparecido empotrada en
el muro norte del templo una lauda funeraria recordando al "Venerable
Unifredo" según puede leerse en ella (Imágenes
10 y 11).
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Lo que hoy es sacristía
se edificó aprovechando el muro oeste de lo que fue sala capitular
del monasterio. Una vez desescombrado el espacio claustral puede apreciarse
en toda su amplitud (Imágenes 12 y 17). Hay un arco
de medio punto empotrado en el muro, de mayor tamaño que los otros
tres, que es el vano de acceso a la sala. Se advierten los perfiles de las
jambas hasta el pavimento del claustro. A nuestra derecha dos arcos
y otro más a la izquierda (habría otro más por simetría,
desaparecido). Todos ellos están tapiados, aflorando solo su dovelaje
y las zapatas de apeo bajo las que es probable que se hallen capiteles y columnillas
emparedadas, pues si hubieran desaparecido, no habrían perdurado estos
arcos.
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Es ahora cuando podemos apreciar
el muro norte del templo en toda su amplitud, así como la portada de
acceso al claustro, elegante y sobria, que clama por que le llegue el momento
de volver a desempeñar su función (Imagen 15).
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Además del perímetro
claustral han aparecido los arranques de otras dependencias monásticas
de cronología posterior, a juzgar por la hechura de mampostería
de sus muros. Una delicia poder volver
a pasear por este espacio en vías de recuperación.
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