En el inicio del verano de 2009, con los
campos de cereal recién cosechados y dentro de los actos de celebración
del 750 aniversario de la consagración del templo, fue instalado
un panel en el que figuran todas las marcas de cantería que podemos
encontrar en este magnífico edificio, clave en la transición
del románico al gótico en Aragón.
Han sido muchas horas de trabajo por parte
de Daniel Zabala, arquitecto de la Diputación Provincial de Huesca,
recopilando una a una todas las marcas del templo y ubicándolas
en sus diferentes localizaciones lo que permitirá una aproximación
a las fases de edificación del mismo por las diferentes cuadrillas
de canteros. El panel metálico con las marcas
del templo, perforadas en la chapa, muestra todas ellas al contraluz. Es un
merecido homenaje a los numerosos canteros que trabajaron para edificar
este singular edificio.
Los visitantes del templo -cada día
más abundantes- contarán con un dato más a la hora
de disfrutar del mismo. El sol que cada día cae y resurge en un continuo
ciclo de muerte-resurrección, es quien proporciona también
la luz para poder apreciar estas marcas de hierro del siglo XXI.