CAPITEL
NÚMERO 26
Este capitel muestra
en las caras de su cesta Combate entre hombres y
monstruos.
Muestra algo parecido al
capitel anterior en su temática de lucha entre bien y mal, aunque
aquí cambia el fondo de la escena. La maraña de la vegetación
que veíamos en el previo, se esquematiza aquí por alguna palmeta
y por brotes vegetales en segundo plano.
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Toma pues carta de naturaleza
la lucha cuerpo a cuerpo entre el hombre y la bestia representada de diversos
modos. En la cara que da al centro del claustro aparece una escena que
el maestro escultor -junto con otras como las mochetas de leones andrófagos
o las bailarinas contorsionistas- utilizará profusamente a lo largo
de su obra. Representa a un hombre que toma a la bestia por la mandíbula
a la vez que hunde su espada de abajo hacia arriba en su garganta saliendo
la punta por encima y detrás de la oreja (Imágenes
1 y 2). Por detrás, una gran
serpiente muerde cuello y hombro de este personaje (Imagen 3).
A continuación, separado por una palmeta que centra la cara, otro
hombre en lucha con un grifo (Imágenes 3 y 6).
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En la cara larga del lado
oeste, hay otra escena de lucha, doble y simétrica, en la que sendos
personajes se muestran en el trance de desquijarar a bestias con aspecto
de dragones, remedando el modo de hacer de Sansón (Imagen
5).
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