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Desde el fondo norte de la nave del templo se accede al claustro pasando por delante de las arcadas que comunican con la sala capitular situada a continuación del lado norte del transepto. Una pequeña acequia corre a sus pies con un agradable rumor de agua en especial recordando que nos hallamos en pleno corazón de Los Monegros. Hacia nuestra izquierda se halla una zona restringida por ser clausura (Imagen 5 ).

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El interior de la Sala Capitular se muestra en las imágenes 6 y 8 con su impresionante y descarnada arquería de medio punto. En el arranque del primer arco, al noreste, cuando se arrancaron las maltrechas pinturas tras su incendio durante la guerra civil, se les "olvidó" un fragmento de muy buen estilo en el que vemos a uno de los ancestros de Cristo con su descendencia (Imagen 7). El esplendor de la sala capitular fue recogido magistralmente en acuarela por Valentín Carderera (1796 - 1880). Procedente de la colección de la Duquesa de Villahermosa, fue editada por Heraldo de Aragón en colaboración con la Diputación Provincial. ¿Podremos algún día volver a contemplar aquí las pinturas expoliadas que hoy están "emigradas"?.

Algo similar se hizo en San Fructuoso de Bierge pero con la diferencia de que la mayoría de las pinturas, también arrancadas por Gudiol, no habían salido del ámbito de nuestra comunidad (hay una parte, correspondientes al presbiterio sur que están en el MNAC).

 

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