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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| -MURILLO DE GÁLLEGO. PARROQUIAL DE SAN SALVADOR (Cont.)- |
   UTM 30T 685390 4689738 521 m. |
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La fachada norte del templo es la que da a la plaza desde donde se accede a su interior (Imagen 1). La cabecera está parcialmente oculta por la edificación de la sacristía que se le añadió. A pesar de ello aún queda visible un pequeño sector del ábside norte con cinco canecillos y su cornisa (Imagen 2). La portada, situada en un cuerpo ligeramente avanzado de la nave se compone de cinco profundas arquivoltas apuntadas formando una especie de bóveda en disminución. Apean en cuatro pares de capiteles de motivos vegetales, carentes de fuste. Su estilo es claramente gótico y corresponde al momento tardío de la conclusión y reforma del templo (Imagen 3).
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La torre fue edificada aprovechando el refuerzo sobresaliente del transepto que contiene la escalera de acceso a la cripta norte. Al igual que en lado meridional, este elemento obligó a descentrar hacia la cabecera los ventanales de ambos transeptos. En este lado, el añadido posterior de un cuerpo (coronado por el reloj, Imagen 1) dejó el mencionado vano semioculto. Sobre las cubiertas de las naves se elevó un cuerpo de ladrillo -al modo de las falsas aragonesas- que alcanza casi el nivel del tejado del cimborrio. Rodear el templo alcanzando su fachada sur permite gozar de unas magníficas vistas, que hablan bien a las claras de la posición estratégica del mismo.
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Al interior, el templo se estructura en tres naves rematadas a oriente por sendos ábsides, mayor el central. Cabecera y transepto son de época original (con variación de fechas; pero dentro de la época románica). Tras el transepto apenas hay un tramo y medio más de naves, ya en clave gótica, mas el añadido del coro. Hay que volver a ver la planta del edificio para poder hacernos una idea clara (Imágenes 4 y 14).
La superficie interior de la cabecera, así como los capiteles, aparecen semiocultos por capas de pintura que afean notablemente el templo. El conjunto neesita una restauración coherente con la belleza exterior del edificio. Su deterioro progresivo y la existencia de preocupantes grietas en lass bóvedas hacen necesario acometer la misma.
El cilindro absidal se divide en dos zona por medio de sendas impostas (Imagen 5). En la superior abren los vanos cuya extraña hechura mencionaba al exterior, y que al interior repiten idéntica estructura. En la inferior hay tres grandes arcadas ciegas, perfiladas por moldura de baquetón, que apea en capiteles y columnas de su mismo diámetro. El baquetón del lado norte recibió decoración escultórica a base de estrella y brotes florales, mientras que en el lado sur es mayoritariamente liso. Comoquiera que esa diferencia se advierte también en los capiteles, pudiéramos estar ante la línea de corte de dos momentos edificativos, o al menos de dos estilos en el terreno escultórico
El ábside cubre por medio de bóveda de cuarto de esfera. Por delante, entre dos arcos fajones de medio punto que apean en capiteles y columnas, se sitúa un estrecho presbiterio cubierto por bóveda de medio cañón. (Imágenes 5 y 10).
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El cimborrio cierra por medio de bóveda de crucería, con dos nervaduras de medio punto que se cruzan en su centro y arrancan de ménsulas situadas en la conjunción de los arcos torales. Cuatro óculos iluminan el conjunto (Imagen 8). El estilo es similar al de la existente en San Pedro el Viejo de Huesca, si bien el aquella hay un par de nervaduras más, perpendiculares a los óculos.
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Las imágenes 6 y 9 corresponden a las estrechas naves laterales, rematadas en sendos ábsides de poca profundidad y con estrecho presbiterio. El del lado sur está visible en su totalidad y su alargado ventanal de doble derrame permite la entrada de luz del exterior. En la cabecera del lado norte existe un retablo que oculta su hechura.
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En las imágenes 11 y 13 podemos contemplar sucesivamente una vista transversal del transepto desde el lado sur y la embocadura de las tres naves desde la cabecera del templo. La toma con el gran angular desde el acceso al coro permite ver la totalidad del templo destacando las hechuras góticas de los elementos más posteriores y la notable divergencia de los ejes de las sucesivas bóvedas (Imagen 14)
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Una vez recorrido el interior de la iglesia superior y a la vista de lo comentado, la sensación es el estar ante un caso semejante al cercano de Santiago de Agüero. La obra se paró una vez concluida la cabecera y el primer tramo/transepto. En Agüero, el parón fue definitivo y allí se cerró precipitadamente el templo, mientras que en Murillo, la obra fue concluida en un momento claramente posterior a la vista de las formas y hechuras de su arquitectura.
