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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| -UNCASTILLO. IGLESIA DE SAN FELICES (Cont.)- |
  UTM 30T 653833 4691760 |
El tímpano representa una escena del martirio de san Félix, titular del templo (Imagen 1). Dos caballos arrastran por los pies al Santo que se halla en actitud orante (el segundo caballo solo es reconocible por el perfil doble del primero y por el número de patas). Un sayón fustiga a los caballos siguiendo las instrucciones de un personaje sentado en silla al que aconseja un pequeño demonio situado a la izquierda de su rostro mientras otro personaje y un ángel, con el cuerpo "de insecto" típico del de Agüero, confortan en su trance al santo. (Con esta escultura, el maestro de Agüero abre un capítulo en Aragón dedicado a la hagiografía de los santos. Más adelante serán san Gil y san Ginés los representados en capiteles de San Gil de Luna).
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En la imagen 2, amplío la escena del ángel confortando al santo en su martirio. Encontramos en ella otro de los elementos típicos de este Maestro, como va a ser el ángel que desciende oblicuo desde una nube para confortar o avisar a personajes. Desciende del interior de una nube que en ocasiones se representará simplemente como si su cuerpo fuera segmentado contribuyendo a potenciar la sensación de verdadera mariposa. Lo volveremos a encontrar bajo este aspecto en el sueño de san José, o avisando a los Reyes Magos de que no vuelvan a dar información a Herodes, entre otras escenas. Es reseñable la dedicación del maestro a la infrecuente representación de momentos del martirio de santos. Quizá influenciado por lo visto en la iglesia de San Lorenzo en Uncastillo.
En la imagen activa mostrada bajo estas líneas he superpuesto dos dibujos del tímpano dedicado al martirio de san Félix. Colocando el cursor sobre la misma aparece la imagen coloreada (de modo aleatorio) para una mejor comprensión de la escena, porque hay que recordar que estas esculturas estaban policromada en su origen,
La imagen de base es un perfilado de las figuras existentes en el tímpano y, al igual que la coloreada, ayuda a su comprendión porque en la escultura del tímapno hay detalles que pasan desapercibidos.
El tímpano apea en dos modillones con decoración típica del de Agüero de la misma factura que cualquiera de los muchos otros que irá labrando en sucesivos templos (Ver monográfico) (Imágenes 3 a 8). Es en este templo donde inicia el ciclo desarrollado en los sucesivos de muerte-resurrección a través del Leviatán que devora/destruye al hombre para que pueda renacer a una segunda vida como espíritu puro.
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Estos modillones tienen un perfil muy cuadrado y algo rudo, que se advierte en las imágenes 4 y 7. En otros templos veremos modularse este perfil, adoptando unas formas más elaboradas y menos rígidas en el mismo. El personaje del lado de poniente, ofrece hacia el interior del templo la calza de su pie devorado, a mi entender como exvoto, sabiendo desde este primer modillón que su muerte le va a suponer el resurgir a una nueva vida (Imagen 5).
En la imagen 6 se puede advertir en detalle los pliegues semicirculares concéntricos con pequeñas incisiones perpendiculares probablemente tomadas de lo visto en la decoración pictórica. También los almendrados ojos tanto del guerrero como del Leviatán. Estos detalles de estilo van a ser constantes en la obra del taller del maestro de Agüero y permitirán reconocer su obra incluso fuera de contexto (como sucedió en piezas recuperadas en excavación de la iglesia de San Antón de Tauste).
A la cabecera del muro norte se adosó en fecha tardía una sacristía (Imagen 10). En ese muro norte hay una segunda puerta, hoy cegada (Imágenes 10 y 12). Consta de dos arquivoltas de medio punto de sencilla hechura. Su tímpano presenta una escena repetida en la portada oeste de San Salvador de Ejea de los Caballeros: dos ángeles genuflexos con sus alas extendidas portan un crismón trinitario que se apoya en una pequeña esfera. Los rasgos apreciables de sus caras, así como la fina decoración de sus vestiduras son los que caracterizan al taller del de Agüero. En esta portada los modillones son diferentes: simples y decorados con tres molduritas horizontales a modo de baquetones.
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Las vestiduras de los ángeles muestran una rigidez en su zona distal estando elaborados a base de líneas rectas, que denotan la misma bisoñez que la vista en las líneas cuadradas de los modillones. Recordemos que es este el primer templo en el que trabaja el maestro de Agüeros
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