La hechura de esta planta es sencilla.
Se trata de una estancia cuadrangular con dos vanos de acceso y un gran
vano al sur decorado con dos columnillas que apean nervaduras secantes sobre
capiteles. La porción superior de el vano descrito se cegó
y decoró con una pintura cuadrada representando la Rueda de la Fortuna.
Cuando se reabrió el vano, la pintura se pasó a lienzo y se
trasladó al ayuntamiento de la ciudad, así como otra pintura
alargada con un juglar tañendo laúd que ocupaba el lado oeste
del intradós del vano. (más adelante las muestro).
Dos arcos diafragmas apuntados,
que arrancan a partir de la quinta hilada de sillares, contribuyen a sustentar
el techo de madera que a la vez es solera del piso superior. La decoración pictórica en
este espacio se dedica a mostrar temas bélicos, con la excepción
de un mensario que ocupa el intrados del arco situado más al norte.
Motivos geométricos podemos hallar en el del otro arco y en algunas
partes de los muros, como veremos.