Hablar de pintura románica en Aragón es hablar de San Ramón, Obispo de Roda-Barbastro. Él desempeñó una autentica labor de mecenazgo atrayendo artistas que dejaron sus obras en los templos dependientes de su episcopado. Tres grupos o corrientes pictóricas cuajaron en lo que hoy conocemos como "Maestro de Pedret", "Maestro de Tahull" y "Maestro del Juicio Final", cronológicamente ordenados. Sus talleres generaron obra en la capilla de San Agustín en Roda de Isábena, San Clemente de Tahull y Santa María de Tahull, respectivamente.

En esa época no existía el obispado de Lérida, que aparecerá tras su reconquista en 1149. (LA PINTURA ROMÁNICA EN ARAGÓN. Gonzalo Borras - Manuel García Guatas. CAI-Z 1978)

Muchas de las bellas pinturas realizadas en el interior de los templos románicos han desaparecido.

Una amplia y bella muestra de este arte, fue preservada trasladandose a lienzo. Otra, de gran importancia -Villanueva de Sigena- está pendiente de volver de su ya largo "depósito" en Cataluña

La mejor colección de pintura románica de Aragón se halla en el Museo Diocesano de la Catedral de Jaca; de visita obligada para el amante del tema.

Sus "estrellas" -a mi gusto- son las pinturas de Bagües: último tercio del XI. (Me encanta la sonrisa entre socarrona y chulesca del apóstol abajo expuesto) y el conjunto de Navasa con su Epifanía como estrella (Finales del XII).

En el Somontano oscense, Bierge, con sus dos Maestros, son referente y centro para obras similares en su entorno. Si bien ya se alejan de la época puramente románica; para dar comienzo al "gótico lineal"; siguen teniendo como soporte templos románicos en su gran mayoría.

Incluyo también algunos lugares románicos con obras pictóricas de épocas posteriores.