..Sin duda bello y enigmático enclave paradisíaco donde la roca el agua y la bruma parecen ponerse de acuerdo para dibujar belleza ante nuestros ojos. Lugar de paso por Liso, Biel y Sibirana hacia el reino vecino. A veces amigo, a veces hostil. Se ve que las cosas no cambian con el fluir de los siglos.

A ras de suelo, las dudas. Desde el cielo, la belleza. Mi espíritu se eleva y fluye. Pierden sentido las insignificantes luchas. Reina viuda... Más si llevase fruto en su interior, podría cambiar el signo de la historia... ¡No la podemos dejar marchar del reino antes que pase un año de la muerte del Rey nuestro Señor!... Presa pues en su reino dentro del Reino. Enigmática jaula de oro de la que será liberada al confirmar el tiempo que no la habita Rey.

Y esa cabeza coronada labrada en piedra... Ciértamente él es el Rey. ¿Más cuál es su nombre? ¿Es su amado esposo al que dedicó monumento de amor inacabado en el corto tiempo en que la retuvieron?. ¿Es su cuñado que le "permitió" reinar dentro de su reino planeando cederlo a los monjes-soldado? ¿Es el monje que le sucedió y que se vió obligado a generar esperanza?...

¡Shhh!... Pasad despacio, quedos, que la llave que os preste el otro Ramiro no os despierte del ensueño de pisar esta tierra que no nos pertenece... Porque nosotros le pertenecemos. Y un día seremos parte de ella. Quizá entonces sepamos. Mientras tanto... gozad del lugar, de las gentes y, por qué no, del vino del "Reino de los Mallos", como anteayer hice yo con unos muy mejores amigos.

Salud, amistad y Románico.

Vamos a centrar el momento histórico: Estamos en Aragón. Sancho Ramírez, el gran rey que da a Loarre su magnífico toque "francés" casi a la vez que casa con Felicia de Roucy y se produce el ansiado cambio -por Roma- de la liturgia hispana por la oficial, muere asaeteado en el reconocimiento de la muralla de Huesca preparando el asalto a la misma.
Es el año de 1094 desde el nacimiento de Nuestro Señor, y Pedro, primogénito del rey muerto ha de asumir el reino.

Todas las transiciones son delicadas, pues suponen debilidad. No así en este caso. El reino había sido consolidado por Sancho Ramirez; y Pedro ejerciendo como regente en Sobrarbe, Ribagorza y Monzón, era de sobra conocido y respetado por los nobles de Aragón y Pamplona -que ambos reinos heredaba-

Su primera mujer Inés de Aquitania muere en la primavera de 1097. El rey casa de nuevo el 16 de Agosto de 1097 con Berta, que según Szaboles de Vajay procedía de familia noble del norte de Italia.
Poco o nada se sabe acerca de esta reina. Quizá por ello la leyenda toma el espacio que la historia no ocupa disfrazando su forzada estancia en el reino hasta trnasformarla en soberana de su pequeño enclave a la sombra de los mallos.

El rey Pedro es sin duda un hombre preparado y culto, que firma sus documentos en árabe como se puede advertir en el conservado en San Pedro el Viejo: “Pedro, hijo de Sancho”:

Os doy un respiro en forma de bellas imágenes cazadas al volapié mientras acompañaba a unos nuevos admiradores del templo de Santiago de Agüero para ver si "Gargolita", "Masha99" o algunos de los amigos madrileños, que probablemente no tienen la oportunidad de verlas a pesar de su simbolismo, se animan a aportar sus sensaciones en el foro.

Se trata del fruto del madroño, que en esta zona del Reino de los Mallos es especie endémica y abunda bastante más que en Madrid, donde dicen que es parte de su heráldica junto al oso u osa, que las “erizas” siembran la duda.
Cosas de la política deben de ser, pues Antonio Mingote dice acerca del citado escudo: “..El oso, primitivo habitante del país, abrazado a un árbol para impedir que venga un concejal y lo corte”
Lo cierto es que estos frutos otoñales endulzan nuestras andanzas por el reino de la reina Berta, cualquiera que sea nuestro objetivo

Tiene una particularidad este arbolillo, aparte de permanecer verde sus hojas todo el año. Consiste en que en otoño coexisten flores y frutos en la misma rama. Discretas florecillas que son promesa de dulces frutos de tan lento crecer, que tardan todo un año en alcanzar su pleno desarrollo.

Un año entero.. Quizá por eso marcaron el mismo plazo a la reina Berta.. Por si su fruto aparecía de manera inesperada tiempo después de morir el rey don Pedro…

Leyendas de Aragón que se vislumbran borrosas a través de la bruma del tiempo. A veces ciertas. Otras, tan modificadas a causa de haber sido narradas infinitas veces que cuesta adivinar su origen. Pero siempre bellas.

El historiador Antonio Ubieto Arteta (Valencia 1923-Zaragoza 1990), Premio Aragón 1989 a las Ciencias Sociales y Humanas fue quien tuvo la acertada idea de bautizar a este enclave a mitad de camino entre la historia y la leyenda con el nombre de "El Reino de los Mallos".