Después de pasar por Jaca e Iguacel el símbolo "agua" llega a Loarre y allí hay una variación notable en su "pathosformel". Hasta ahora los personajes aparecían semivelados por un elemento ondulante contínuo aparentemente acuoso pero en la zona que persiste del friso sobre la portada meridional de la iglesia de San Pedro en el castillo de Loarre encontramos una variación sobre la esencia del símbolo. Me refiero a que en ambos extremos del friso aparecen varios personajes desnudos tras un elemento ondulante. Son cinco a nuestra izquierda y seis en el deteriorado bloque de la derecha. Los primeros aparecen tras una banda de apariencia acuosa y los segundos tras un elemento aparentemente textil.

En el caso de nuestra izquierda, sobre estas líneas, el elemento ondulante aparece como agua y los personajes situados tras el mismo parecen agarrarla al igual que en Iguacel o en Jaca. Sus pies se muestran libres bajo las ondas.

A primera vista, los personajes de nuestra derecha aparentan mostrar iguales formas pero si nos fijamos con detalla vemos que a pesar del desgaste de la escultura pueden reconocerse con claridad pequeñas líneas paralelas conformando pliegues que identifican al elemento ondulante como textil y no como acuoso. Este detalle se advierte sobre el personaje situado más a la derecha en la imagen superior.

En el interior del ábside de la iglesia de San Pedro de Loarre, al lado sur del vano central hay un capitel difícil de apreciar por el contraluz. De nuevo en su cesta vemos a cuatro personajes desnudos situados tras un elemento ondulante contínuo que los vela. Sus pies aparecen por debajo del mismo. Parece un elemento acuoso pero si nos fijamos en cómo los personajes lo toman con sus manos y cómo el elemento forma ondas no en modo sinuoso y contínuo sino como semicírculos de concavidad superior, hemos de concluir que nos están sugiriendo un elemento textil.

Damos ahora un salto en la geografía del románico hispano y nos vamos hasta Santiago de Compostela. Decorando la capilla poligonal dedicada a Santa Fe en el arranque norte de la girola hay un ciclo de capiteles dedicado a la santa. Hay uno más, reubicado en el brazo sur del transepto y que muestro sobre estas líneas. En él aparecen cuatro personajes situados tras un elemento ondulante y un quinto por delante del mismo centrando la cara frontal del capitel. Para Castiñeiras está en relación con el ciclo de Santa Fe y representa a la santa evocando el sueño de San Caprasio visionando a la santa y golpeando una roca de la que manará agua. El capitel posee pitones angulares y muestra influencia jaquesa.

La semejanza del elemento ondulante con respecto a los vistos hasta ahora, es evidente. El matiz diferencial, como en el friso de Loarre aparece cuando comprobamos que los personajes situados a nuestra izquierda se sitúan tras un elemento aparentemente acuoso mientras que los de la derecha lo hacen tras un elemento textil que incluso imita las ondas de las túnicas de quienes están tras él como se puede apreciar en las dos imágenes superiores y en la inferior

En fin, que desde el capitel de la tentación de Jaca de evidente influencia clásica, el símbolo se ha "independizado" y cambiando de forma ha dado lugar a nuevas representaciones plásticas con mensajes diferentes del original.

En principio los grandes demonios tentadores situados en los ángulos de las caras laterales del capitel del Maestro de Jaca, para tentar al efebo toman con las manos las ondas de agua y agitándolas propician que de las mismas emerjan sendos diablos músicos tocando el aulós y una seductora criatura semivelada por el agua.

En Iguacel hay continuidad formal en los elementos del capitel interior manteniéndose la idea de un personaje que toma y agita el agua desde los extremos de la cesta pero variando el elegante mensaje plástico de los demonios músicos y la figura tentadora. Probablemente un colaborador del Maestro de Jaca fue su autor. El capitel que existe al exterior también con motivos acuosos es ya de otra mano menos elegante y se aleja de la idea original.

Idea que en Loarre muestra la inclusión de un elemento nuevo: Las ondulaciones no son todas de agua sino que aparece el elemento textil, alternando en los fragmentos laterales del friso y en el capitel absidal interior. Lo mismo ocurre en el capitel del transepto sur de Santiago de Compostela, que recoge la idea y la traslada alternando agua con textil en el elemento ondulante.

La esencia de la idea primera, su "pathosformel" ha transitado sufriendo variaciones en el recorrido mostrado de modo que en el último de los capiteles ya resulta imposible rastrear la esencia clásica del mensaje del primer capitel en Jaca.

Sería maravilloso encontrar el elemento formal clásico que inspiró al Maestro de Jaca para tomando la idea adecuarla al conveniente mensaje cristiano de la tentación. Probablemente fuera un sarcófago evocando la genial chispa de Serafín Moralejo y el paralelismo entre Husillos y el capitel de Orestes-Caín de Frómista. Habrá que seguir con los ojos abiertos y la mente despierta.

 

Huesca a 28 de agosto de 2014

Antonio García Omedes
de la Real Academia de NN y BB Artes de San Luis de Zaragoza