El primero de los capiteles por nuestra
izquierda muestra en sus caras vistas dos parejas de personajes vestidos
al modo clásico. Los de la cara frontal se hallan en conversación
y uno de ellos porta en la mano una especie de bastón. En la cara
interior dos personajes portan un bloque cuadrado que parece pesado. Hay
una cara oculta, como en todos los capiteles de portada de Jaca apenas
visible, en la que aparecen personajes prosternados (Imagen 2).
Este capitel se ha interpretado como una probable
representación del propio constructor de la catedral. Sería
quien porta la vara, medida con la que efectuaba los cálculos, mientras
que los personajes del lateral se afanan en acarrear sillares para la edificación
del templo (Imágenes 3 y 4), pero su lectura más correcta y aceptada es la postulada por el profesor David Simon: "A Moses capital at Jaca" en "Imágenes y promotorres en el arte medieval. Miscelánea en homenaje a J. Yarza". Bellaterra 2001, pag 215. Según la hipótesis de D. Simon, la pareja representa a los hemanos Moisés y Aarón, el primero portando la vara con la que obraba milagros, como conductores del pueblo elegido hacia la tierra prometida. La inclusión de esta pareja de hermanos bíblicos señala hacia la pareja real que en ese momento dirige el reino: el rey Sancho Ramírez y su hermano el obispo-infante García a los cuales aludiría la iconografía en clara semejanza con Moisés y Aarón. De hecho, el pontífice GregorioVII se refirió al rey en su bula "Apostolica sedes" de hacia 1084 como "quasi alter Moyses".
En el lado sur de la portada hallamos un
ciclo completo narrado en los dos capiteles existentes, genialmente reconocido
por Serafín Moralejo como correspondiente al episodio de Daniel en
el foso de los leones alimentado por Habacuc (Daniel 14, 32-39) .
En el capitel más interior (Imágenes
8 a 10) vemos narrado en piedra cómo el ángel busca
al profeta Habacuc que lleva la comida a sus trabajadores en el campo y
le ordena llevar el alimento a Daniel que está en el foso de los
leones. Las fieras milagrosamente no le atacan, pero él no tiene
con qué alimentarse. Habacuc argumenta que no sabe cómo llegar
a Babilonia donde está Daniel y entonces el ángel lo toma
por los pelos de la cabeza y lo lleva en rápido vuelo hasta Daniel. Todo esto vemos en el capitel y como entrega
Habacuc alimento en forma de pan circular (simbología eucarística)
a Daniel que sentado lo recibe. Dos cabezas de leoncitos aparecen junto
a su pierna izquierda (Imagen 10). Ese mismo episodio aparece en otros dos
monumentos emblemáticos del naciente reino de Aragón: El castillo
de Loarre y la iglesia alta de San Juan de la Peña (VER
MONOGRÁFICO) .
En el siguiente capitel puede rastrearse
otro episodio de la historia de Daniel. Concretamente cuando desenmascara
a los sacerdotes que custodiaban a una deidad con forma de dragón
(representado como una serpiente en el capitel). Aseguraban que el dios consumía por la
noche las ofrendas en forma de alimentos que se depositaban ante él,
cuando en realidad lo hacían los sacerdotes y sus familias. Daniel
espolvorea hollín por el suelo y demuestra a la mañana siguiente
que hay rastro de los pies de los sacerdotes hasta una entrada secreta.
El rey manda matar a los sacerdotes. Esto es lo que se narra en el capitel de
las imágenes 11 a 13.
Se nos muestra con el lenguaje
plástico que Serafín Moralejo relacionó magistralmente,
uniendo lo visto el sarcófago de Husillos (Palencia) hoy en el MAN
(Imagen 14) y el lenguaje formal de esculturas como el
capitel de Caín y Abel de Frómista o los de esta portada. Vemos la postura quiástica
(brazos y piernas separados en "X") de algunos personajes. La
expresividad del terror volviendo la cara y presentando las palmas de las
manos, serpientes tomadas con la mano al modo de las Furias o el uso de
los paños alargados dando continuidad a narraciones. El profesor Prado-Vilar retoma magistralmente
la idea de Moralejo y la proyecta en un genial artículo: "Saevum
Facinus" cuya lectura recomiendo encarecidamente
(disponible a través del enlace).