LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España)

 

| Presentacións | Novedades | Mapa del Sitio | Mapas Activos | Opinión | Castillos XI-XIII | Rutas Románicas | Monográficos | Otras Regiones

Enlaces | Bibliografía | Diccionario | Distinciones | Premio Romanico Aragonés | Fondos de Escritorio | Inicio |

 

-CASTILLO DE LOARRE-IGLESIA DE SAN PEDRO -(Cont.)-

(HOYA DE HUESCA)

Ver mapa interactivo de la zona


DIRECTORIO DE LA VISITA


En la pagina anterior he mostrado detalle de mi encuentro en Loarre con de la presencia del profeta Habacuc en el capitel que muestra a Daniel en el foso de los leones. Este extremo certifica que el personaje es efectivamente Daniel y que la escena se refiere a a segunda vez que fue arrojado al foso, ya que es en ese momento cuando el libro de Daniel hace referencia al episodio de Habacuc.

También veíamos el antecedente cercano tanto geográfico como temporal de este episodio narrado en Loarre. Estaba en la portada oeste de la catedral de san Pedro de Jaca. Allí Serafín Moralejo y luego Durliat señalaron el episodio de Habacuc portado de los cabellos por el ángel llevando el pan redondo a Daniel. El estilo del capitel jaqués se inscribe en el marco estilístico del maestro de Frómista/Jaca deudor del arte clásico a través del sarcófago de Husillos (Palencia) como magistralmente comprendió Serafín Moralejo. Figuras estilizadas de canon clásico, semidesnudas, con relieves anatómicos señalados y largas túnicas y paños aportándole el lógico parecido con su modelo lejano.

El pasaje de Habacuc, excepcional en Aragón, llega a Jaca donde es interpretado formalmente al modo clásico, y desde aquí la idea "vuela" a Loarre, circunstancia nada excepcional pues el joven reino de Aragón se está expandiendo hacia el sur de cara a la conquista de Huesca. Dos "Habacucs", pues es muy corta distancia geográfica. Pero no hay dos sin tres y recientemente he tenido noticia de la existencia de un tercer capitel con esta temática. José Luis García Lloret con el que estoy colaborando con mis imágenes en la preparación de la charla que dará este año en Aguilar de Campoo acerca del monasterio de San Juan de la Peña, me señaló que en los dañados capiteles de la iglesia alta, arrinconado y por ello no eliminado por el escoplo del XVII subsiste otra imagen del profeta. Colocando el cursor sobre la imagen de cabecera, se remarca el lugar donde se halla.

Esos deteriorados capiteles cuyas imágenes muestro sobre estas líneas guardaban un eslabón más de esta cadena de ideas que empiezan a encajar. A partir de la imagen frontal del capitel central donde se halla Habacuc he trazado la hipotética imagen de cómo sería su aspecto. Quedan restos de los laterales del manto de Daniel así como vestigios de las patas del segundo plano de los leones y un poco de su relieve. Colocando el cursor sobre la imagen inferior se accede a mi propuesta de reconstrucción.

Pero bueno, veamos ya al protagonista de esta historia de enredo casi policíaca en la que seguimos la pista tanto a unas ideas como a los artistas que las llevaron a cabo a finales del siglo XI:

Allí en la esquinita, semioculto en la sombra, está el protagonista de esta historia. La iluminación del templo lo deja en penumbra y he debido de hacer uso de mi linterna de bolsillo para iluminarlo mientras el disparador de la cámara permanece abierto. He de reconocer que me dio un vuelco el corazón al ver los detalles a través del visor y de la pantalla de mi cámara. La disposición general de la escena, los objetos que porta Habacuc y la forma de ser transportado remiten sin lugar a dudas al visto en Loarre, pero además la forma de esculpir su cara -idéntica a otras caras que en el castillo hallaremos- y por si ello fuera poco, coincidencia en la peculiar y poco habitual manera de sujetar su capa con esa vuelta de cordón sobre el pecho que veréis idéntica en una imagen mostrada a continuación del cilindro absidal de Loarre.

Todavía hay un par de detalles más apreciables en las imágenes mostradas: Habacuc va descalzo y el caldero de la comida tiene una graciosa decoración a modo de lazo flanqueada por dos óvalos almendrados. Al otro lado de la escena solo queda intacta una esquinita del capitel. Se advierten unos pies calzados y el extremo de la capa de esa persona que bien pueda ser el mismo Habacuc como en Loarre, o uno de los trabajadores del campo a los que debía de llegar la comida como se puede ver en capiteles de la misma escena en Jaca :

Las dos últimas imágenes del triplete superior corresponden a detalles de la escultura en Loarre. Las caritas del ángel y del personaje son sin duda de la misma mano que el capitel de San Juan de la Peña. La situada arriba a la derecha corresponde al ya mencionado personaje castigado con el mordisco de la anfisbena que podemos hallar en el cilindro absidal de Loarre. La forma de sujetar la capa por cintas sobre el pecho es idéntica a la del Habacuc pinatense.

Tres escenas con Daniel y Habacuc de protagonistas en un círculo de escasos quince kilómetros. La relación directa es obvia tanto por lo formal como por el ambiente histórico que las propicia. Sin duda el arranque es Jaca y después el maestro que retoma la idea y le da forma a su manera trabaja para San Juan de la Peña y para Loarre, o para Loarre y para San Juan de la Peña que no se bien cuál fue primero en lo tocante a estas esculturas concretas.


ATRÁS


Páginas consultadas:

Ver mis estadísticas