LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO
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-MAJONES. IGLESIA DE SAN SALVADOR (Cont.)-
UTM 30T 674417 4725222 655 m
1Amablemente acompañado por el Párroco D. Juan Garcés, con quien había quedado previamente para acceder al templo, visitamos el interior de la iglesia el 8 de Mayo de 2003. La primera sensación al acceder a su interior es de "desuso". Templo oscuro a pesar de la iluminación existente dirigida hacia el retablo barroco que oculta en gran parte su cabecera. El hecho de hallarse cegadas las ventanas de su muro sur contribuye a incrementar el ambiente de oscuridad interior. Las paredes con el encalado medio desprendido transmiten sensación de suciedad y abandono. Merecería la pena una restauración en profundidad de ese bella e inusual iglesia, que acaso pudiera guardar sorpresas tras el retablo en forma de decoración pictórica.
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Componen el templo cabecera y tres tramos delimitados por otros tantos arcos fajones apuntados. Los dos anteriores son de mayor consistencia. Se componen de pilastras adosadas al muro y sobre ellas las semicolumnas. Ello origina en altura el hecho de que ambos fajones sean doblados (Imágenes 1 y 7). En cambio, el fajón posterior, sito a ras del coro alto, no está doblado. Es sencillo y se alza sobre semicolumnas adosadas. La explicación de esta diferencia se halla en que sobre el primer tramo de la nave se alzó la cámara que aparenta ser torre y por ese motivo se reforzó la bóveda para soportarla. Ello indica que la mencionada y excepcional cámara se diseñó ya desde el replanteo del templo.
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El cilindro absidal y su bóveda están completamente ocultos por el retablo barroco (Imágenes 1 a 4), única zona "resplandeciente" del templo. A continuación y hasta el primer fajón que hace las veces de arco triunfal, hallamos un amplio presbiterio en el que abren sendos ventanales de doble derrama.(Imagen 2). En el primer tramo de la nave abren las capillas laterales que tienen la peculiaridad -única entre los aragoneses- de rematarse en sendos absidiolos de medio cilindro. En la imagen 9 podemos ver el del lado sur y en la imagen 8 el del lado norte. Tras un corto tramo cubierto por medio cañón acaban en ábside cilíndrico rematado por cuarto de esfera. A la altura de la unión de paramento vertical y bóveda, una imposta biselada los recorre perfilando el medio punto del ventanal que lo centra. Esas capillas laterales están recrecidas en sus bóvedas, tanto al exterior (mas evidente al contemplarlas) como al interior, donde fueron recrecidos también sus arcos de embocadura. En el muro oeste del absidiolo septentrional se sitúa el acceso a la escalera de caracol que conduce a la cámara alta.
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Sobre el último tramo de la nave a ras de las semicolumnas posteriores se alza un coro alto de fábrica edificado en el siglo XVI sobre un tramo abovedado, al modo en que lo podemos ver en algunos templos de Cinco Villas (Imagen 5). El acceso se realiza por medio de una escalera de piedra adosada al muro norte. En el arranque de su pasamanos hay una deliciosa figurita de un león sujetando filacteria que parece hacer juego con los que veremos en los capiteles del fajón anterior del templo (Imagen 7).
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Hay en el templo media docena de capiteles coronando en altura las semicolumnas que compartimentan los tramos de la nave. En los correspondientes al fajón anterior -en funciones de arco triunfal delimitando nave y cabecera- hallamos la única pareja de capiteles historiados del templo (Imágenes 10 a 16). El capitel del lado norte muestra dos cabezas de león en sus ángulos, dos parejas de leones compartiendo cabeza bajo las anteriores y tres cabecitas humanas en los espacios sobre los leones. La central, más trabajada y barbada (Imágenes 10 a 12).
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Frente al anterior, en el lado sur del templo hay otro capitel historiado (Imágenes 13 a 16). En las esquinas del capitel hay sendos seres monstruosos (acaso leones) con correa al cuello que sujetan desde atrás dos figuras humanoides bizarras con garras en vez de pies (Imágenes 13 y 16). En la cara frontal hay un personaje sedente con un libro en la mano izquierda al que señala con el índice de su mano derecha. Este personaje está provisto de alas superpuestas a las volutas (Imágenes 14 y 15). De difícil interpretación simbólica, acaso pueda aludir a la dualidad bien/mal señalando la tranquilidad del justo entre elementos negativos o a la frecuentemente mostrada figura de Daniel entre leones.
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Los capiteles de las imágenes 17 y 18 corresponden al fajón central de la nave, mientras que las imágenes 19 y 20 corresponden a los adyacentes al coro.
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Llama especialmente mi atención la bella hechura de las basas en que descargan las semicolumnas (Imágenes 21 a 24). En sus esquinas lucen decoraciones diversas muy cuidadas: garras de tres dedos, piñas, hebillas y unas aplanadas caras (Imagen 11) de la misma hechura que las existentes en modillones de Sigüés o en las gorroneras de la portada de Yeste. .
