LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO
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-OBARRA. MONASTERIO DE SANTA MARÍA (Cont.)- |
    UTM 31T 302348 4696938 1032 m. |
El interior del templo es magnífico. Está realizado en forma basilical a base de tres naves cerradas al este por sus respectivos ábsides sin intermedio de arco principal (medida innovadora). Todo el conjunto pivota sobre seis pares de pilastras cruciformes de distinta hechura (Ver planta). Algunas poseen doble esquinilla en sus ángulos para apear arco y arista y otras una sola esquinilla, apeando la arista en el propio muro. Pilastras de triple esquina segmentan los muros laterales. Una de ellas, hacia los pies del muro sur, está suplida por una gran ménsula en forma de cuña en la que apean fajón, formeros y aristas. El piso de la nave norte está elevado unos 40 cm con respecto al de la nave central y sur.
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La nave central se cubre con bóvedas de arista en sus tres primeros tramos. Los restantes son de medio cañón. La nave sur se cubre con bóvedas de arista en sus siete tramos, mientras que la norte solo lo hace en los cuatro primeros. Los ábsides se cubren con medio cañón sin impostas.
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La cabecera del ábside central posee tres ventanales simétricamente distribuidos a mitad de altura entre el arranque de la bóveda y el final de la arquería absidal (Imágenes 2 y 3). Son alargados, rematados en medio punto y abocinados a base de rehundirse por dos veces en el muro. En la parte inferior del cilindro se desarrolla una arquería bellamente irregular (Imágen 4). Cinco arcos de diverso diámetro y altura, escalonados, apean en cuatro ménsulas con decoración similar a la de los capiteles de la portada sur y probablemente de su mismo origen (Imágenes 8 a 11)
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Los dos arcos de menor diámetro apean al interior de ambos en una ménsula que no descarga en columna alguna, potenciando la elegante irregularidad absidal. Se estima que esta carencia de fuste estaba propiciada por ser el lugar donde se situaba la cátedra del abad. Preside la cabecera la imagen de la Virgen de Obarra, bonita talla en piedra policromada realizada en el siglo XIV. Sustituye a la románica desaparecida y que describe el P. Faci. Está en pie, luce diadema condal y sostiene al Niño en brazos a su lado izquierdo. La mano derecha -repuesta- porta flor de lis. Durante la guerra de 1936 fue arrojada a la hoguera perdiendo la mano derecha y parte de su policromía. Fue restaurada en el taller zaragozano de Navarro (Imágenes 5 y 6).
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La imagen inferior corresponde a la vista que Puig y Cadafalch tuvo de la decoración del ábside de Obarra y que a juicio del abogado Jorge Español pudieron ser expoliadas y acaso puedan localizarse en algún lugar fuera de contexto. A través de este ENLACE se accede al texto del que procede esta imagen.
