Las escenas narradas en las pinturas permiten
apuntar hacia una representación del episodio de "Las once mil
vírgenes". La leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine
la narra y su resumen es el siguiente: Hacia
el año 452 de nuestra era el poderoso rey de Inglaterra llamado Etéreo
pide para su hijo, del mismo nombre la mano de Úrsula, hija del rey
de Bretaña llamado Mauro ( o Noto). Envía embajadores a lograr
como fuese ese encargo. Úrsula para dilatar en el tiempo y hacer desistir
a Etéreo de su propósito acepta pero con una serie de condiciones:
que le concedan diez doncellas como sus amigas y once mil vírgenes
para el servicio de ella y sus amigas, a razón de mil por cada una
de las mismas. Una flota de naves suficiente para todas ellas para poder
viajar durante tres años a su antojo. Que en ese plazo el príncipe
Etéreo sea instruido en el cristianismo y se bautice. Lejos de desistir, el príncipe
acepta las condiciones y de inmediato se bautiza. En sus viajes con tan
extraña y amplia tropa, Úrsula convierte a las once mil vírgenes;
inquieta a Roma a donde peregrina, por el poder de proselitismo que tal
tropa femenina provoca. Consigue que el papa Ciriaco abdique y se una a
ellas.. Camino de Colonia hallan la ciudad sitiada por los Hunos quienes
les dan muerte. Úrsula sobrevive y el general de los Hunos le propone
matrimonio, pero como se niega la mata de un flechazo en el corazón.
Los registros pictóricos que han
llegado a nosotros (Imágenes 10 a 14) muestran escenas
de este relato. Una nave de la que asoman numerosas cabecitas femeninas
mientras que dos de ellas armadas con arco y escudos la defienden (Imagen
10). La figura idealizada y a gran tamaño de la santa (Imagen
11). La escena de su martirio a manos del general de los hunos
(Imágenes 12 y 13) y otro fragmento de escena en
que se advierte lo que parecen monjas (Imagen 14). Las pinturas están realizadas siguiendo
el modo de hacer del gótico lineal; pero con un estilo visiblemente
más tosco y popular. Como ya he dicho que la cronología ha
de ser forzosamente posterior a la edificación de este coro, es probable
que estemos hablando ya del primer tercio del siglo XV.
Los alfarjes mudéjares y sobre todo
los voladizos rematados en salientes a modo de ménsulas de madera
con decoración de cabezas humanas se dan con
cierta frecuencia en fechas que van desde mediados del siglo XIV a las primeras
décadas del XV con mayor incidencia alrededor de 1400, fecha esta
bastante aproximada para los ejemplares aragoneses ("Arte Mudéjar
Aragonés". G. Borrás. Caja de Ahorros y Monte de Piedad
de Zaragoza Aragón y Rioja. 1985. Pag.: 195 y 196). Algunos ejemplos
son el apeo del vuelo de la fachada de la casa de los Luna en Daroca, en
lo civil, o en los coros altos de iglesias como la ermita
de Cabañas en la Almunia de Doña Godina, la ermita
de San Román en la Puebla de Castro o la techumbre de la sala
prioral de Sigena. También en el coro alto de una ermita que por
su denominación me es grata: La
Mare de Deu de los Omedes en Villanua de L´Aguda (Lérida).