CAPITEL
NÚMERO 20
Este capitel muestra
en las caras de su cesta los episodios de Pentecostés
y los preparativos para la Asunción de la Virgen al cielo.
"Al cumplirse el
día de Pentecostés, estando todos juntos en un lugar, se produje
de repente un ruido proveniente del cielo como el de un viento que sopla
impetuosamente, que invadió toda la casa en que residían.
Aparecieron, como divididas, lenguas de fuego, que se posaron sobre cada
uno de ellos, quedando todos llenos del Espíritu Santo; y comenzaron
a hablar en lenguas extrañas, según que el Espíritu
les otorgaba expresarse" (Hch. 2; 1-4)
Tres de las cuatro caras
de este capitel muestran este episodio de Pentecostés. La zona superior
del capitel aparece saturada de ondulaciones que representan el Cielo, al
igual que lo veíamos en el capitel anterior en la escena de la Ascensión
de Cristo. La cesta del capitel aparece enmarcada por cuatro columnillas,
una por ángulo, con sus capiteles y basas delimitando el espacio
o habitáculo donde se encontraban los doce apóstoles esperando
este momento. Hallamos en las caras largas cuatro y cinco respectivamente;
y tres en la estrecha que da al patio. Todos se hallan postrados de rodillas
con la cara y manos vueltas al Cielo.
De ese Cielo, representado
como ondulaciones continuas en la zona alta, descienden "lenguas de
fuego" sobre los apóstoles en mayor número éstas
que aquéllos. Todos los apóstoles aparecen mostrando su lado
izquierdo al espectador.
En el lado corto del capitel,
que da al lado del pasillo, se representa una infrecuente escena, que según
García Lloret corresponde a los preparativos de la Dormición
de María. Hay en la misma un sepulcro
en primer plano y tras el mismo, desde nuestra izquierda: un personaje portando
cruz, otro con incensario y otro más acompañado de un niño,
quizá acólito. La interpretación es de preparativos
para la Asunción de la Virgen.