| -AGÜERO, SAN FELICES. PARROQUIAL DE SAN BERNARDO (Cont.)- |
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El interior
del templo presenta un aspecto "peculiar"
-por decirlo suave- al que contribuye la iluminación a base de dos tubos
de neón que vuelan asimétricos por la nave (Imágenes
1 a 3). Hay un arco-diafragma
apuntado que apea en pilastras adosadas a través de impostas lisas que debió marcar en su momento
la separación de los dos tramos de la nave (Imagen 6). En origen pienso que existiría
otro similar marcando el arco triunfal, justo antes de la también desaparecida
cabecera del templo que se ha cerrado a plano y luce un modesto retablo y cortinajes
de trampantojo. El arco diafragma es un añadido
tardío evidenciándolo el hecho de ser apuntado. La nave cubre con
techumbre de madera a dos aguas por la que filtra la luz solar y que evidencia
un deterioro preocupante. De no acometerse con premura su rehabilitación
el desplome de las cubiertas no se demorará mucho tiempo. Parte del
falso techo ya ha caído (Imagen 2).
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A los pies de la nave hay un
estrecho coro alto de madera al que se accede por un vano sobre la portada de
entrada al templo (Imagen 3).
La decoración de los altares laterales así como el retablo principal,
son de aspecto muy sencillo y "popular". Solo una talla de Cristo
crucificado aporta la nota de dignidad a la imaginería vista (Imagen
4). El confesonario es una pieza que bien podría estar en un museo añadiendo
un toque de arcaicismo al templo (Imagen
6). A ambos lados dos pequeñas cruces señalan las estaciones 6 y 7 del via crucis.
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En el
ángulo sur de los pies de la iglesia hay una sencilla pila bautismal contemporánea del
templo primitivo. Se alza sobre podio pétreo semicircular. Luce decoración
a base de una cruz de brazos simétricos inscrita en un círculo rebajado
(Imagen 5). No sabiendo
de su existencia, ha sido una grata sorpresa hallarla.
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El espacio inferior de la torre
se cubre con bóveda apuntada de la misma altura que el arco visto al interior
del templo (Imágenes 8 y 9). La imagen 10 muestra
el interior del vano de acceso a este espacio con zaguán dándonos idea del espesor
del muro. Frente al mismo hallamos adosada al muro sur el arranque de una maciza y ancha escalera que
se añadió en fecha tardía, probablemente a la vez que
se recreció la torre (Imagen 7). El segundo tramo de la misma,
adosado al muro de poniente de la torre, oculta parcialmente una ventana derramada
al interior y aspillerada al exterior (Imagen 11).
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La bóveda apuntada que
cubre el espacio inferior de la torre se realizó con piedra toba y
es también una hechura tardía. En la torre original lo probable
es que la imposta sirviera de apeo a solera de madera. Recorriendo la escalera adosada
a los muros se accede al cuerpo superior de la torre por escala de madera
en el último tramo. Desde allí, y a través de los vanos
de campanas la vigilancia de los posibles puntos de acceso al lugar es total (Imágenes 12 y 13).
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La imagen 14, activa,
muestra (colocando el cursor sobre ella) el preciosista dibujo realizado en
el contrachapado de la puerta de acceso a la torre y al templo, fechado el
23 de junio 1859 dando fe del nombre de la villa, su pertenencia al obispado
de Huesca y bajo tres protectoras hexafolias, la Cruz con los símbolos de la Pasión
( El Sol y la Luna, la columna, el flagelo, la escalera, el gallo la lanza y la esponja, clavos y martillo y debajo un corazón con la alegoría de los siete dolores de
la Virgen). No falta la habitual gatera. A lo que se ve, los michos mantenían los templos libres de ratillas.
