Es el último
día del mes de Agosto de 2004. Mañana medio país retomaremos
la "vida normal". Antes de ello me acerco hasta Rasal a ver la
progresión de la obra. Jesús
ha marchado a otro tajo y pego la hebra con un obrero polaco de nombre Wieslav
(creo, porque no es fácil de entender ni de pronunciar). Sonrisa
amplia, mirada franca y aspecto de estar contento. Maneja el pico con soltura
limpiando en derredor de los sillares del arranque de la nave mientras me
cuenta que vive en Alfajarín y que ahora toca trabajar en Rasal.
Un camión acaba de salir
para traer andamios y están aguardando otro que les traiga un cargamento
de losas para las cubiertas.
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Al interior
(hoy si he podido entrar) sigue extrañándome no ver el derrumbe que
cubría el piso de la nave. La pila bautismal ha quedado solitaria
en su situación, tras eliminar los restos del coro y escalera que
la semiocultaba. Además, se adivina su base circular (Imagen 2). La nave, liberada de cascotes, maderos
y lo que restaba del coro alto adquiere una dimensión hasta ahora
desconocida (Imagen 4).
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Con la iluminación
que propicia la falta de techumbre se advierte mejor el motivo central
del retablo moderno del templo (Imagen
5). Es una sencilla representación de la decapitación de
san Juan Bautista en la que Salomé ha sido ataviada con vestuario
que recuerda a un traje de baturra. Probablemente sea la única parte
del retablo que merezca ser conservada.
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Vuelvo al lugar
el 7 de septiembre. La anterior ha sido una noche de tronadas en Huesca. Mientras subo sigue diluviando
y el entorno del templo es hoy un barrizal impracticable. Sin bajar del
coche tomo unas imágenes para seguir el progreso de la obra.
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Hay un andamio
perimetral en tormo al templo. Se aprecia en lo alto de su fachada sur que
ha sido igualada la última línea de sillarejos (Imagen
8). Pero lo más importante, que no he advertido
hasta llegar a casa y ampliar las imágenes es que el trasdos de la
bóveda absidal ya ha sido consolidado y protegido por una capa de
cemento que le prestará impermeabilidad y unificará su estructura.
Ello se adivina en la imagen 9, en que se ve una esquinita del cemento
en el único punto que no cubre la lona. Además, el perfil
uniforme y recrecido del exterior de la bóveda absidal con respecto
a las anteriores fotos de esta zona, evidencia la actuación descrita. También he visto
en el entorno del templo grandes pilas de losas preparadas para confeccionar
la sobrecubierta absidal.